Teatro: Querido capricho. Teatro María Guerrero


Amanda es una mujer madura que un día cualquiera conoce a un hombre - veinte años más joven que ella- del que se enamora, después de verse varias veces, las citas cada vez son más espaciadas hasta que llega un momento en que a lo único que puede agarrarse es a la ilusión de una posible llamada….pero el tiempo sigue pasando. Así comienza Querido capricho obra de Tomás Cabané con la colaboración de Tomás Pozzi.




Amanda vive con su hermana y los hijos de ésta a los que da la sensación de que pretende evitar en todo momento. Encerrada entre esas 4 paredes va narrando las fases por las que su “relación” ha ido pasando a la vez que nos convierte en confidentes de sus sueños, sus esperanzas, sus miedos…

Con la única compañía de su perro y la vía de escape de los audios que graba para sus amigas en una vieja grabadora, nos cuenta como se conocieron en una cafetería y como transcurrieron sus citas. Un amor que vino a poner patas arriba su aburrida vida y que supuso un enorme revulsivo y un renacimiento de sus ganas de vivir.




 Amanda ha amado y sido feliz con un hombre mucho más joven,  una mujer “abandonada” a su suerte que encuentra refugio en un joven sin defectos al que ella encuentra “perfecto” . Junto a él olvidó sus complejos, su edad, su gordura, la ausencia de razones para vivir.

Pero los días van pasando y las llamadas no se producen, es como si con la misma rapidez que vino se fue. Fruto de todo esto se va desarrollando el monólogo con varias fases y distintos estados de ánimo. Recordando las conversaciones con su amado, las confesiones con sus amigas, Amanda se debate entre la ilusión de los primeros encuentros y el miedo o la certeza a un futuro cierto pero doloroso. 

Supone un canto al desamor, a la soledad que nos muestra los distintos mecanismos de defensa en que nos apoyamos cuando el amor se acaba, incluso antes de que hubiera comenzado.





La obra es perfecta, consigue lo más difícil que es contar una historia sencilla de una manera muy redonda. Desdramatizando la ruptura y el amor “romántico” y dándonos una lección, en ningún momento debemos caer en la autocompasión y el pesimismo.



Tomás Pozzi interpreta a Amanda, pocos actores se me ocurren más idóneos para este papel, porque todos los registros, todas las situaciones por las que Amanda pasa durante este viaje los transmite de manera sobresaliente Pozzi.

Sus años de rodaje hace que tenga esa complicidad con el público desde el primer momento. Con una capacidad excelente para cambiar de registros alternándolos con maestría. Afrontando los malos momentos con humor e ironía todo ello acompañado de la enorme ternura que destila en sus actuaciones.



Tomás Pozzi es licenciado en arte dramático por la Escuela Nacional de Arte Dramático de Buenos Aires. Conocido por sus papeles en televisión (Los Serrano, Aida, Matrimonio con hijos), en teatro ha intervenido en diversos montajes, "Dos noches con Don Juan", "Itaca", "Beautiful people",  "Corazones perversas", "Hamlet",  "El Principito". Entre los premios obtenidos hay que destacar el de mejor actor por Beautiful people, en la Muestra de Teatro de Barcelona, y el de mejor actor de la Universidad Austral.


La obra destila humanidad de principio a fin. En una continua montaña rusa de sentimientos, un texto brillante y conmovedor nos hace transitar las diversas vivencias de este peculiar personaje, lleno de ternura y sinceridad. Pozzi se hace con el público desde el primer momento, relación que se estrecha por momentos con sus continuas rupturas de la cuarta pared. Un montaje que destila frescura, que consigue sintetizar todo lo que se le pide a una buena pieza teatral, que conmueva, que emocione, que se nos meta dentro, que sea tan creíble como sorprendente. El tándem Pozzi-Cabané lo consigue con creces, dejándonos con un gran sabor de boca y convirtiendo a este singular personaje en parte de nosotros.




Como indicaba anteriormente la dramaturgia y la dirección corresponden a Tomás Cabané.  La primera obra que escribió fue "Viaje a Francia", se gradúa en Dirección de Escena y Dramaturgia por la Real Escuela Superior de Arte Dramático. Realizó sus prácticas en el teatro de la Abadía con Alfredo Sanzol en el montaje de "La ternura" (Premio Max al Mejor Montaje 2019). Suele escribir y dirigir sus propias obras como, por ejemplo: "Costa da Morte", "En la Capital" o "Labels". También ha dirigido "El viento hace la veleta", una obra del dramaturgo alemán Philipp Löhle para el festival Imparables 2017.


Destaca la escenografía, obra de Silvia de Marta, un salón “vintage” convenientemente cortado en 3 partes, con un sofá partido en dos, el perro Hércules, unas paredes empapeladas y con varios cuadros y fotos que ayudan a entender como ha sido hasta ahora el día a día de Amanda. Brillante composición que nos inquieta a la vez que nos hace sentir como en el salón de casa de la abuela. El dominio que Pozzi hace del espacio escénico es brillante, entrando y saliendo por los diversos recovecos de la escena. No podemos dejar de hablar de la iluminación creada por Jesús Díaz, capaz de crear la tonalidad necesaria para cada una de las escenas.

 


Una obra muy recomendable tanto por la temática abordada como por el regalo que supone ver a Tomás Pozzi sobre un escenario. Una pieza concisa y directa, en la que no sobra ni falta nada Un delicioso canto a la vida que nos conmueve, nos enternece y nos divierte. Montaje muy recomendable que dejará poso en los espectadores. VOLVAMOS A LOS TEATROS. LA CULTURA ES SEGURA.

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Teatro: Teatro María Guerrero
Dirección: Calle Tamayo y Baus 4.
Fechas: Del 20 Noviembre al 13 de Diciembre. De Martes a Domingo a las 18:00.
Entradas: Desde 12€ en entradasinaem.


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