Teatro: En el aire. Teatro Lara

Dos personajes perdidos, dos almas a la deriva, un encuentro fortuito (o no) que puede cambiarlo todo. El azar puede en algunos instantes de la vida ser caprichoso y hacer coincidir a personas aparentemente opuestas, que llegan a salvarse mutuamente. Esta es una historia de sueños no cumplidos, de vidas no deseadas, de miedos que atenazan, de pasiones ocultas. Cuando el mundo hostil se reduce a cuatro paredes en las que parece que el tiempo se para, que toda la energía del universo se concentra en una habitación, que los tabiques que antes te atrapaban ahora te protegen y te dejan expresar lo que sientes.



Es esta una pieza singular, que nos muestra a dos personajes solitarios, perdidos, encerrados en su realidad sin saber muy bien como salir de ella. Dos seres deseosos de cambio, de dar un giro a su vida, y que encuentran en el otro todo aquello que les puede ayudar a dar ese paso. Una tienda, dos miradas que se cruzan, una historia que comienza, dos vidas que renacen. La búsqueda desesperada por el cambio, por alcanzar los sueños rotos que han ido quedando por el camino, la posibilidad de volver a disfrutar de la vida, y no de seguir anclado en la rutina. Dos vidas antagónicas que encuentran en el otro la mirada que necesitan, el bote salvavidas que les ayude a volver a empezar a recuperar una ilusión que parecía perdida, la posibilidad de volver a sentir, a desear, a disfrutar.


El texto original del dramaturgo estadounidense William Mastrosimone ("Extermities", "Bang, bang you´re dead", "Sleepwalk", "Dirty Business"), cuyo título original es "The woolgatherer", fue estrenado en en 1979 en el Rutgers Theatre Company (New Jersey). Waldo Cultura nos trae la adaptación realizada por Miguel de Arco ("La función por hacer", "De ratones y hombres", "misántropo", "Hamlet", en las que además de adaptar los textos asumió también la dirección) en 1998 y que sigue transmitiendo a día de hoy todos los sentimientos y anhelos que buscan con fervor los protagonistas. La obra de Mastrosimone es, en palabras de la actriz Eva Higueras, "pura belleza salipicada de barro, como la vida". Un texto poético, que remueve en los instintos de los dos personajes, los despoja de sus miedos para mostrarnos su verdadera identidad, su búsqueda de un cambio que les haga volver a sentir y a disfrutar, un cambio de vida para poder vivir.




Antonio Hortelano, tras su debut en la dirección el pasado año con "Llámame", asume las riendas de este montaje que mezcla los sueños y las añoranzas de dos seres muy peculiares. Hortelano reconoce que "hay textos que cuando los lees te das cuenta ya desde la primera lectura de que tienen algo especial", un amor a primera vista que le hizo embarcarse en esta nueva aventura como director. "Este es el texto de un autor como Mastrosimone, que me propuso leer una actriz maravillosa, una amiga con la que he querido trabajar desde que la conocí. Después de leerlo, tomé rápidamente su ofrecimiento de sacar adelante este proyecto juntos, que tanta ilusión nos hace. Y es que hay funciones que tocan el alma, se meten dentro de ti por el motivo que sea, quizá hasta desconocido para uno mismo. Cojo tu mano amiga y compañera, para poder caminar contigo, esperando aprender un poco más de nosotros mismos, como lo hacen estos seres especiales que dan vida a esta función llena de miedos y humanidad".  



Esa actriz que le hace llegar el texto es Eva Higueras, protagonista de la obra junto a Jimmy Barnatán. Para ella "esta obra habla de los sueños, los castillos que creamos en el aire para poder vivir... Habla de muerte, de la fragilidad del ser humano, de la urgente necesidad de encontrarse con el otro y ser comprendidos, de las corazas que nos creamos para sobrevivir. Damos manotazos en el aire suplicando ser escuchados, mirados, amados por ser lo que somos. Y a pesar de las diferencias y del miedo a ser destruidos, podemos aproximarnos a alguien y rozarnos al alma". Un resumen perfecto de lo que es la obra, que transita los lugares más oscuros del alma, aquellos que evitamos enseñar por miedo, vergüenza o vulnerabilidad, pero que a la vez tenemos la necesidad de sacarlos y compartirlos con alguien que nos comprenda. La actriz reconoce que "uno puede enamorarse de una función por muchos motivos, pero casi todos tienen que ver con algo que nos toca por dentro. Un dedo invisible que nos sacude".



La obra nos narra el encuentro, casi fortuito, de dos seres solitarios que buscan una válvula de escape en el otro personaje. Ellos son Rose (dependienta de una tienda de caramelos) y Cliff (un camionero que se ha quedado en la ciudad porque su camión está siendo reparado y no puede continuar su viaje). Un encuentro casual en la tienda, dos miradas que se cruzan y sin decirse nada lo dicen todo. Ambos tienen un perfil similar, de desarraigo, penurias y soledad, que parece ser lo que les lleva a intimar, a medio camino entre el juego y la seducción. Los dos necesitan alguien con quien hablar, una persona en la que confiar, un cómplice que le haga más llevadera la vida de miseria que llevan. La pareja parece compenetrarse a la perfección desde el primer momento, o quizás eso es lo que los dos desean que ocurra. Dos seres muy particulares en busca de una vida lo más alejada posible de la suya. El miedo, el deseo, los anhelos, algo les une de tal forma que no pueden separarse. Ahora deben trazar el camino, ver hacia donde quieren ir, pero el recorrido parece que no será nada fácil.



El montaje comienza cuando la pareja llega al apartamento de Rose. Todo parece encaminado a una noche de pasión, pero al entrar en la casa Rose parece transformarse, tomar distancia, ver las cosas de otra manera. Dentro de ese lugar se ve atada, observada, espiada por su vecina, y le vienen a la cabeza historias siniestras que nos van mostrando la complejidad del personaje. Los continuos intentos de Cliff por intentar intimar con Rose se ven parados en seco por la chica. Un tira y afloja en el que iremos conociendo todos sus miedos y sus anhelos. Mientras ella se escuda en su pasado tortuoso y por historias que le han marcado, él se queja de su vida en la carretera, de sus rutinas, de su estancamiento dentro de la cabina del camión. El encuentro pasa del amor al odio por momentos, con reproches que se salpican con piropos, con confesiones sazonadas con jarros de agua fría. 

La obra se va desarrollando con un misterioso hermetismo, que insinúa muchas cosas pero no termina de dejarnos claro ninguno de los miedos que atenazan a los personajes. En un continuo ir y venir por sus anécdotas vamos encajando el puzzle de estas complejas personalidades, tan faltas de cariño como que de alguien se pare a escucharles y les deje desahogarse. La tensión sexual inicial se va diluyendo a la vez que vemos todos los traumas que arrastran los personajes, aunque el objetivo de Cliff siga siendo el mismo, y no deje de intentar seducir a Rose de todas las formas posibles. El final, como no podía ser de otra manera, nos sorprenderá y nos dejará tan perplejos como el resto de la obra. Una historia que propone muchas historias, muchas aristas en los personajes, muchos miedos a sus espaldas, pero que discurre por una senda tan onírica como ambigua. 


Esta peculiar pareja la interpretan Eva Higueras ("Camerino Nº5", "La madre que me parió", "Our town", "Beatriz Galindo en Estocolmo") y Jimmy Barnatán ("La comedia de la cestita", "La asamblea de mujeres", "La cabeza del Bautista", "Shitz") que nos muestran dos personajes complejos, difíciles, a los que saben ir moldeando con maestría a lo largo de la obra. Ambos actores se complementan a la perfección, creando desde el primer momento una atmósfera de complicidad que encaja a la perfección en la compleja relación que están comenzando Rose y Cliff, necesitados de alguien que les escuche y les salve de sus propias vidas. 

Eva Higueras nos regala una Rose miedosa, acomplejada, neurótica, obsesionada por el pasado, atrapada por su presente. La actriz consigue ir sumando pequeños matices en el personaje que lo van dotando de una mayor complejidad, de un mayor misterio. Higueras realiza un primoroso trabajo de artesanía interpretativa, manteniendo siempre el punto justo de angustia y miedo en su personaje, pero sin dejar (salvo en contadas ocasiones y de forma muy justificada) que se desboque. En un personaje con el que era muy fácil caer en la caricatura, la actriz consigue humanizarlo, desnudarlo, mostrarlo desde la inseguridad y la vulnerabilidad. 

Por su parte Jimmy Barnatán encarna a un Cliff que se ve superado por las excentricidades de Rose desde el primer momento. Un personaje más lineal que el de Rose, pero que mantiene el tono sarcástico en todo momento, intentando llevar la situación a la realidad cuando parece perderse en las ensoñaciones de la chica. Barnatán nos confirma su condición de actor todoterreno, dominando los tiempos y el tono de la historia en todo momento. Cliff es nuestro vínculo con la realidad en esta conversación que por momentos resulta surrealista. El actor mide, toma las riendas y conduce el carácter de la historia, que se desliza entre la comedia y el drama, entre la realidad y la ficción.



Todo esto sucede en un escenario casi vacío (con una cama, una ventana y unos cuantos elementos de atrezzo) a los que Hortelano incorpora todos los "alrededores" para dar una mayor amplitud a la escena y por tanto a la historia. Fundamental en esta obra es la iluminación de Carlos Alzueta, capaz de captar en todo momento la tonalidad justa que necesita la historia. Un espacio escénico que, como la obra en general, esconde más de lo que muestra y deja muchas cosas a la imaginación del espectador.

En definitiva, estamos ante una obra diferente, que nos habla de las complejidades del alma humana. Dos seres atormentados y perdidos (impecables Higueras y Barnatán) que buscan una tabla de salvación que los salve de si mismos. Una obra arriesgada que nos hace rascar en lo que vemos para sacar nuestras propias conclusiones. Una historia que transita entre lo real y lo onírico para invitarnos a que seamos nosotros los que completemos el puzzle de la historia

VOLVAMOS A LOS TEATROS. LA CULTURA ES SEGURA.

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Teatro: Teatro Lara
Dirección: Corredera baja de San Pablo 15.
Fechas: Del 12 de Octubre al 14 de Diciembre. Martes a las 19:30. A partir del 2 de Noviembre, Martes a las 22:00.
Entradas: Desde 12€ en TeatroLara



Dirección:
Antonio Hortelano

Reparto:
Eva Higueras
Jimmy Barnatán

Adaptación:
Miguel del Arco

Dramaturgia:
William Mastrosimone

Iluminación:
Carlos Alzueta

Diseño gráfico:
Daniel Sánchez Paso

Producción:
Waldo Cultura



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