“El teatro mancha” dice el personaje de Pernilla interpretado por la actriz Stefanie Neukirch, y efectivamente a Vista teatral nos gusta que el teatro haga más que el mero hecho de entretener, y esta propuesta lo consigue. Nos seduce, nos hace reflexionar, reír, y nos moviliza las tripas.
Teatro: Uz, el pueblo. Naves de Matadero.
Dicen que en un pueblo rural, perdido, vete tu a saber, en este caso Uz, nunca pasa nada. En escena un contraejemplo, la teoría de la falsación. No daba crédito, lo que pude llegar a reír. De hecho todo un patio de butacas desternillado durante la función porque de verdad, no mienten cuando dicen que es humor. Te ríes de ti, del otro, del de al lado, del vecino, del que te cruzaste esta mañana, con la mirada del que puede superar una parte irracional impresa a fuego en la sociedad.
Teatro: Ana contra la muerte. Teatro de la Abadía.
El teatro de la Abadía nos presenta Ana contra la muerte. Una historia sobre las mil y una vicisitudes que una madre debe hacer para salvar la vida de su hijo. Una historia intensa y triste pero contada con enorme delicadeza y mucho amor.
Teatro. Historia de un jabalí (o algo de Ricardo). Teatro Abadía
El actor que se encuentra ante su gran oportunidad es capaz de cualquier cosa por conseguir el éxito. Se ve atrapado, el entorno no le deja avanzar, se ve acorralado y necesita escapar, atacar, enfrentarse a quien sea para conseguir sus objetivos. El actor frente a si mismo, ante la creación del personaje clave de su carrera, ante la interpretación que cambiará su vida. Y damos fe de que todo esto y mucho más le ha ocurrido a Joan Carreras al enfrentarse a este montaje. El papel de su vida, la interpretación que todo actor está buscando, el momento de gloria que no se puede dejar escapar. Atrévanse a entrar en el Teatro Abadía y descubrir la lucha del actor por controlar al personaje, por hacerse con él, por crearlo a su modo, por no dejarse devorar por la ocasión.