El respeto hacia el prójimo, el peligro de las redes sociales, el utilizar la intimidad de una persona como represalia por un daño que nos hagan. Todo esto deberíamos pensarlo con algo de calma. Cualquier hecho tiene sus repercusiones, y más si implican a otra persona, por mucho que hayas tenido sus desavenencias con ella. Cuando irrumpimos en la intimidad de una persona, esta se siente vulnerable, espiada, menospreciada, humillada.