Teatro: La pasión de Yerma. Teatros del Canal

La mujer fue una de las piezas básicas de la obra de Lorca, autor que creo en torno a figuras femeninas algunas de sus mejores obras. En este caso nos llega una fabulosa revisión de uno de sus personajes más famosos, Yerma, pero que trata temas tan universales que siempre parece de plena actualidad. Es habitual que obras del poeta granadino coincidan en la cartelera. Pero es en estos días de verano cuando han coincidido dos de las propuestas más atrevidas y acertadas sobre Lorca. "Una noche sin luna" se ha convertido en el éxito de la temporada, con unanimidad en crítica y público, en la que puede ser la mejor obra en torno a Federico que se haya hecho nunca. Junto a ella aparece "La pasión de Lorca", una original y poderosa obra que nos hiela la sangre. Dos montajes soberbios que nos reconfortan en este final de temporada.



Llega a los Teatros del Canal la versión de Yerma, el clásico de uno de los autores más grandes y más representado, Federico García Lorca. Ganadora en 2016 del premio Nacional de Literatura Dramática, Lola Blasco es la autora de la adaptación y Pepa Gamboa la directora. Siempre es un reto traer a los escenarios una obra de Lorca, por distintos motivos. El hecho de ser probablemente el más grande autor teatral del siglo XX, la cantidad y calidad de sus obras, que hayan sido representadas en tantas ocasiones y finalmente la trascendencia que todos los montajes relacionados con la figura de Federico tiene. Como dijimos al comienzo, en este mes hemos podido ver lo actual y universal que es lo escrito por Lorca, y lo necesario que sigue siendo en nuestros días.


La acción transcurre en lo que se entiende es una casa en el campo, donde la protagonista y su marido se han instalado para vivir de la ganadería. Los días, y en consecuencia la vida, se van haciendo más y más insoportables para la ella. El hecho de que una mujer joven se vea “encerrada” entre cuatro paredes la va matando en vida. Si a ello unimos que no es un ama de casa a la antigua usanza, ni una mujer dócil o servil, sus circunstancias y el hecho de no resignarse al tipo de vida que se le plantea es más que comprensible.

La obra nos da otro enfoque de la obra. En el texto original el eje sobre el que giraba la historia era la desesperación de Yerma ante la imposibilidad de quedarse embarazada y ser madre. En esta "Pasión de Yerma" con matices y una visión actualizada de los conflictos de pareja, siguen más presentes que nunca los temas que en su día ya planteó el autor granadino. La lucha y el dilema de los protagonistas entre la pasión y la moral, el deseo y el costumbrismo de la época, la maternidad y la muerte, huir o resignarse a su suerte.


A pesar de que la frustrada maternidad de Yerma queda en esta versión en un segundo plano, sigue estando muy presente. Se da mayor énfasis a la pasión y al conflicto sexual al que se enfrenta el matrimonio. Pero no como una cuestión únicamente de deseo, ni la maternidad hoy día tiene las connotaciones que tenía en el momento de escribir la obra Lorca, ni el deseo ni la pasión sexual constituyen el centro sobre el que hacer girar su vida. Como decía no es una cuestión meramente sexual, es la lucha de la mujer actual, la mujer del siglo XXI que sabe como quiere vivir, sabe lo que quiere y sobre todo lo que no quiere y no tiene ningún problema a la hora de planteárselo y exigírselo a su pareja.

En esta versión los motivos son otros, pero el objetivo es el mismo, tanto la Yerma de Lorca como ésta quieren elegir la vida que van a vivir, quieren ser las dueñas de su destinoAunque los motivos sean otros, llevan a los protagonistas al mismo trágico desenlace. La pasión, el deseo y el amor no entienden de barreras, ni el honor, ni la honra ni los convencionalismos sociales son muros lo suficientemente fuertes para contenerlo.


Original y muy acertado el planteamiento del dilema de la orientación sexual de Juan (el marido de Yerma), aunque en el texto original de Lorca no se acierte a adivinar, es cierto que era muy frecuente en esa época ocultar la homosexualidad casándose e incluso teniendo hijos. Algo que a día de hoy y sobre todo en el ámbito rural sigue sucediendo. La ambigüedad de los personajes masculinos, unido a la fogosidad y fuerza de Yerma, hace de esta versión un alegato al mundo de la mujer en esos años oscuros en los que no tenían libertad para tomar sus propias decisiones. Las conversaciones de Yerma con las otras mujeres pone de manifiesto la sumisión de las esposas, a la que la protagonista no está dispuesta, ya que tiene grandes planes para su vida.

El origen de la propuesta surge en el interés de Pepa Gamboa por revisar el clásico lorquiano. La directora contacta con Lola Blasco con el objetivo de realizar una propuesta que excediera los conflictos habituales con los que se interpreta la obra de Lorca.




Lola Blasco (actriz, dramaturga y directora) toma las riendas de este complejo texto para adaptarlo a esa nueva visión que le ha planteado Gamboa. La dramaturga reduce el número de personajes de la obra original a los cinco que podremos ver en esta propuesta. La obra se simplifica en cuanto a número de personajes pero no pierde un ápice de su contenido. Cinco personajes más que suficientes para contar y entender la desgarradora historia de Yerma. La versión de Blasco se centra en la angustia vital de la protagonista, atrapada no solo en una casa que la ahoga, sino en un mundo que no la comprende. La obra va creciendo en intensidad, alternando momentos de gran comedia con otros de un dolor desgarrador.

La polivalencia de Blasco es de sobras conocida. En los últimos años se ha convertido en una de las autoras más aclamadas, con éxitos como "Siglo mío, bestia mía" (que pudimos ver este año en el Teatro Valle-Inclán), "Canción de cuna" o "Los hijos de las nubes". Esta temporada hemos podido ver su versión de "Mujercitas" titulada "En palabras de Jo... Mujercitas" en el Teatro Español, "Música y mal" en el Teatro Fernán-Gómez y "Marie" (su primera ópera) en el Abadía, lo que habla de su polivalencia y el momento dulce que vive en su meteórica carrera. 

La dirección corre a cargo de Pepa Gamboa ("Sin frontera”, "De aire y madera", "Homenaje a Albéniz", "Coplas del querer"). Conocida en el mundo del espectáculo andaluz porque logra dotar de elementos innovadores la liturgia del flamenco, eliminando todo el ritual e incorporando elementos teatrales con resultados muy novedosos. Su trayectoria como directora de escena se inicia con la creación de la compañía de teatro El traje de Artaud, en la que participan diversos artistas plásticos. En ese marco crea obras como "El tambor futurista", "Nosferatu", "Satie” y "Matemática". El trabajo de Pepa Gamboa alcanza fama internacional con la adaptación y dirección de "La casa de Bernarda Alba", interpretada por mujeres gitanas de un poblado chabolista y con el que consigue el Premio Nacional de Teatro. En 2011 estrena en el Teatro Español de Madrid la obra "25 años menos un día" y en 2013, a petición del Festival de Almagro, dirige la producción "Lear".




La directora ha creado este montaje a partir de un texto contemporáneo que conserva toda la esencia del original. En palabras de Pepa Gamboa, “Lorca nos sigue llegando de una manera increíble y muy desgarradora… Los grandes tienen eso, que su palabra es muy emocionante, con muchas aristas. Los personajes de ‘Yerma’ tienen mucho por descubrir aún”.

Con algunas diferencias, el argumento de esta nueva versión es sustancialmente el mismo que el original de Lorca, explica la directora del montaje, que indica “claro que hay mucho texto de Lorca, pero también mucha aportación de Lola Blasco, que ha creado una historia actual y atemporal, como elementos mágicos de otras épocas”. De alguna forma, la directora de escena se ha adentrado en conflictos más profundos más allá del deseo de Yerma de tener un hijo: “Ser contemporáneo es estar con la gente, y Lorca está en todos sitios… La pasión es el motor principal de esta obra, donde Yerma tiene preocupación por descubrir, por descubrirse, por descifrar la pasión que siente hacia Juan, por descubrir su cuerpo… Yerma tiene deseo, pasión y mucha curiosidad”.




El elenco sabe llevar con maestría todo lo que autora y directora proponen en este nuevo punto de vista sobre el clásico de Lorca. Encabezado por una fantástica María León en el papel de Yerma, la acompañen en escena Jorge Monje (en el papel de Juan, marido de la protagonista), Diego Garrido, María Paz Sayago y Lucía EspínJorge Monje está brillante, con la angustiosa demostración del dilema en el que se mueve en su vida, entre la pasión de su mujer y sus verdaderos deseos hacia Víctor, uno de sus trabajadores. Ese trabajador al que da vida Diego Garrido es Víctor, el otro vértice del triángulo. Desea a Yerma y a la vez Juan no deja de rondarle. Este triángulo cargado de tensión es uno de los elementos "novedosos" de esta propuesta, y uno de los puntos más interesantes de esta nueva versión.

En el lado femenino tenemos a Lucía Espín dando vida a la amiga de Yerma, un personaje que se crea desde la antítesis de la protagonista. Espín crea una mujer alegre en su sumisión, acomodada en su vida y que ve con recelo las ganas de Yerma por vivir su propia vida. Por su parte Mari Paz Sayago nos regala un personaje delicioso, cargado de humor y sarcasmo, pero que a la vez es la encargada de "cortarle las alas" a Yerma, en una interpretación que se mueve con soltura entre el drama y la comedia más enérgicas.

En cuanto a María León su saber hacer y su intensidad brillan y mucho en los momentos más emocionales. Como indica la propia María,  La pasión de Yerma se sustenta por la pasión que tiene por latir viviendo, por amar y por respetar y disfrutar su cuerpo y sus ovarios”. Señala que “es una suerte poder interpretar un Lorca y de la mano de Pepa Gamboa… Lola Blasco ha concebido un texto maravilloso, que demuestra que Lorca no tiene caducidad. Es una versión donde se han actualizado los personajes de Lorca y donde se presenta a Yerma como una mujer que tiene muchas ganas de vivir, muchas curiosidad, muchas ganas de ser libre, y no sólo ganas de ser madre”. Una interpretación que va creciendo en intensidad conforme Yerma se va sintiendo más enjaulada. La precisión con la que María León evoluciona la desesperación del personaje es una maravilla, llegando al zenit en el tramo final de la obra.





Otro de los puntos más singulares de esta pieza es un original escenografía, creada por Antonio Martín. Sencilla y eficaz, nos muestra la habitación donde vive Yerma sustentada del suelo, como una alegoría de que no vive pegada al suelo. Espacio angosto en el que la protagonista está "recluida", frente a la inmensidad del campo que rodea el lugar. Hay que destacar también la cuidada iluminación diseñada por Joaquín Navamuel, que juega de forma prodigiosa con las luces de la casa y la penumbra del exterior. Destacamos también la parte musical donde el trabajo conjunto de Pablo Martín Jones y Rosario La Tremendita obtiene un sobresaliente resultado. Por último señalar el vestuario, creado por Lupe Valero, que acierta plenamente con la indumentaria de cada personaje.


En definitiva, estamos ante una original propuesta, que se enmarca desde un nuevo prisma (mucho más actual) el clásico de Lorca. Un texto muy cuidado, que va subiendo en intensidad a la vez que vamos conociendo las distintas aristas de cada uno de los personajes. Un montaje muy diferente a las distintas versiones de Yerma, en que se hace mucho hincapié en las ganas de Yerma por ser libre, por poder vivir a su manera, tratando de forma casi tangencial el tema de su imposibilidad para ser madre. Todo ello coronado por la maravillosa interpretación de María León, que a lo largo de la obra despliega todo su potencial, tanto cómico como dramáticoVOLVAMOS A LOS TEATROS. LA CULTURA ES SEGURA.
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Teatro: Teatros del Canal. Sala Negra
Dirección: Calle Cea Bermúdez 1.
Fechas: Del 2 al 18 de Julio. De Martes a Viernes 20:00. Sábados 18:30 y 21:30. Domingo 18:30.
Entradas: Desde 9€, disponibles en teatroscanal.

 

Equipo artístico

Texto de Lola Blasco a partir de Yerma de Federico García Lorca

Elenco: María León, Jorge Monje, Lucía Espín, Mari paz Sayago, Diego Garrido, Pepa Gamboa.

Dirección: Pepa Gamboa

Ayudante de dirección: Paco Pena

Asistente de dirección: Julen Guerrero

Diseño de escenografía: Antonio Marín

Diseño vestuario: Lupe Valero

Dirección musical: Rosario La Tremendita

Producción musical: Rosario La Tremendita y Pablo Martín Jones

Movimiento escénico: María Cabeza de Vaca

Diseño de iluminación: Joaquín Navamuel

Diseño de imagen: Aida Argüelles

Regidor: Carlos Dorrego

Producción ejecutiva: Triana Lorite y Lope García

Dirección de producción: Carmen Almirante

Jefe de producción Hugo López

Ayudante de producción: Nuria Hernando

Una producción de SEDA en Colaboración con el Centro Federico García Lorca, La Fundación Federico García Lorca y Caixabank


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