Microteatros. Estudio de artes escénicas Expresando

Expresando, que no es poco y es gerundio, allí nos dirigimos en esta tarde sabatina ya sí, primaveral, a la mismísima sabana castiza de los Legazpis. Un rinoceronte anda suelto, y su humor, su humor también. Sí, ese humor, esa risa que no vemos, que pasa desapercibida, en estos textos divertidos e inteligentes de José Ignacio Tofé, que la compañía Teatra emos nos presenta cual safari sabanil. 




Coqueto lugar Expresando, acogedor, elegante, negro. Muy negro. Y a golpe del New York, New York, muy internacional la tarde, comienzan las piezas, los entremeses sin boda, los encuentros, el humor. Aparecen las dos hermanas, en la estepa rusa del XIX, con Chejov como espectador lejano, muy lejano. El día y la noche, el ying y el yang, vida y muerte, oscuridad y luz… Blanco y negro. De nuevo el negro. “A papá le encantaban los días como hoy”. 




Esta dualidad cómica nos levanta los labios, arranca las primeras sonrisas, las primeras carcajadas, inteligentes, presentes. Con un toque filosófico y una dicción impecable, digna de cualquier teatro de postín, Pedro Chorro y Juan de Mata nos llevan de viaje a esos fríos siberianos, a esas monotonías cromáticas, a esos lutos imposibles, a ese absurdo que estará presente ya en todo el viaje. A esa comedia negra, o blanca, que con mucha elegancia, con mucha maestría y mucho humor, Pedro y Juan nos trasladan, nos transportan filosofando de lo divino y de lo humano una, y enamorada hasta las trancas del médico la otra. “Cuando acabará el luto, cuando acabará el dolor…”.




Escucha y complicidad en escena, palabras que flotan en varias direcciones y que nos llegan, reflexiones filosóficas mirando el jardín, ese que cambia poco a poco, porque cada vida tiene dentro de sí la semilla de la muerte. Un inicio prometedor prometedor en esta habitación oscura de la que no queremos salir. Nos vamos de casting, nos convocan, a todo el público. A un género muy especial, ese que sí, tú también ves. Al porno, al nuevo porno, a un porno conceptual, de miradas, emocional digamos. Inma Rodríguez y Ana Moreno nos llevan a Almodóvar, a ese absurdo movidiano y almorovadiano con mucha vis cómica. Empieza la locura, las visiones, las Victorias Loves, las Chus Lampreaves en apogeos, los gestos, las manos que se levantan, las selecciones sin erecciones, los no contactos, sigue el humor. Inma Y Ana nos convocan, nos eligen, nos muestran, nos acuchillan , nos siguen haciendo trabajar las mandíbulas. Seguimos con humor, algo tan importante en estos tiempos. Lo del porno es otra cosa. Cuidado, que aparece Chicote



Llegamos a los fogones, a la tercera, a la pesadilla en este micro teatro que cada vez se vuelve más familiar, más recogido. Empieza el metamicroteatro. Diego Ruíz como Alberto Chicote, Peyote, y Octavio Moya, como actor de postín sin trono, de nuevo el blanco, y el negro. Las ganas de triunfar, lo que funciona o no. La pesadilla, las olas, estoy oyendo las olas. Subyacen pensamientos tras los mandiles, subyace humor inteligente, buenos propósitos. Hienas con Agrado, exposiciones, locura que se va cocinando a fuego lento para triunfar, para seguir sacándonos sonrisas, peluca en ristre. Con un trabajo orgánico en ese submundo tan querido por el aficionado, por el amateur, por el amante. La necesidad de hacer teatro y mostrarlo, muy vital. Muy nuestro también. 


Ya nos vamos acercando al final, al secuestro, a tu propio destino, a las casualidades o causalidades, a leer el mismo libro el mismo día en un mismo lugar, que cambiará la vida de estos tres personajes. A ritmo de la pantera rosa, con un elixir mágico repiten Inma, Pedro y Ana, cambiarán sus vidas para siempre. El amor, el deseo, los flotes y los frotes, nos trasladarán a situaciones extrañas que ya nos parecen cotidianas, que no aburridas. Nos llevarán de viaje también a esos aeropuertos turbulentos donde se trafica con todo, y con casi todos. 


Y así, ese cóctel, cual vino posterior, llega a sus postrimerías, a sus fines. Teatra emos nos ha llevado de viaje. Eduardo Campos, a la dirección, como nuestro guía por esa sabana madrileña al atardecer, con sonrisas en los labios y la complacencia y el buen hacer del trabajo amateur, del teatro aficionado ,de este grupo que ama su afición, y que nos lo transmite. Sintiendo, disfrutando, y sobre todo, expresando.

--------------------------------------------------------------------------------------

Dirección: Calle del Teniente Coronel Noreña 11.
Fechas: Sábado 29 de Marzo, pases a las 17:00 y a las 19:00.