Voltaire vs Rousseau- la disputa. Teatro Cofidís Alcazar

En todas las épocas ha ha habido grandes pensadores enfrentados por sus ideas. Escritores, políticos, artistas, los egos no dejan ver más allá de sus propias convicciones, atrincherándose en una postura en la que solo cabe atacar a su igual, ese que si uniesen sus fuerzas podría llegar a ser de gran ayuda. Esta lucha encarnizada por la supremacía del saber y del reconocimiento público, hizo que estos dos grandes pensadores estuviesen enfrentados durante toda su vida, en una continua lucha por alcanzar la excelencia y conseguir llegar más alto que su "oponente".




El apasionante luego dialéctico nos presenta el ideario de cada uno de estos dos pensadores, que desde el respeto e incluso cierta admiración, son capaces de rebatir cada uno de los puntos que plantea el otro con interesantes argumentos, que nos dejarán atónitos en cada escena. Una lucha sin cuartel por la hegemonía del pensamiento de la época, un diálogo cargado de ironía, de belleza, pero sobre todo de sabiduría, la que destilaban estos dos genios cada vez que daban su opinión sobre algo.


El Centro Dramático Nacional y Taller 75 estrenaron hace menos de un año en el Teatro María Guerrero esta pieza sobre la lucha intelectual de dos genios. El texto, original de Jean-François Prévand (estrenado en 1991 en el Théâtre La Bruyére) ha sido traducido por Mauro Armiño, mientras la dramaturgia y la dirección corren a cargo de Josep María Flotats, que además interpreta a uno de los personajes. Tras el apabullante éxito cosechado el pasado invierno vuelven a Madrid para hacernos reflexionar sobre temas fundamentales del hombre, que siguen vigentes muchos de ellos en la actualidad. El texto de Prévand es la tercera parte de una trilogía dedicada a los filósofos del Siglo de las Luces.


Cualquier proyecto capitaneado por Flotats es sinónimo de buen teatro, de un saber hacer, de una elegancia propia del autor. Era necesario, ante un texto tan arduo, la maestría de alguien como él para que el montaje resulte ameno, entretenido e incluso cómico por momentos, pese a la "densidad" de su contenido. El intérprete está muy vinculado con Francia, donde formó parte de la Comédie-Française en 1981 y donde ha realizado gran parte de su trayectoria artística, donde ha realizado más de una treintena de montajes teatrales. En el año 1995 es nombrado primer director del Teatre Nacional de Catalunya. A finales del siglo pasado se traslada a Madrid, donde crea su propia productora teatral (Taller 75 S.L.) con la que estrena "Arte" de Yasmina Reza, que permanece más de dos años en cartel, convirtiéndose en todo un fenómeno teatral.


Para hablar de este montaje es necesario hablar del contexto histórico en el que suceden los hechos. El siglo XVIII estuvo marcado por la publicación de la "Enciclopedia o tratado sistemático de las artes, las ciencias y los oficios", más conocida como "Enciclopedia", que pese a diversas prohibiciones y suspensiones, vio la luz gracias a Denis Diderot. La obra es un compendio de las opiniones más avanzadas de la época en torno a los temas relacionados con la filosofía, la política y la religión. En ella participaron la mayoría de los intelectuales de la época, como es el caso de Friedrich Melchior, el barón Von Grimm, Montesquieu o los protagonistas de esta obra Voltaire y Rousseau.



En este maravilloso duelo entre dos de los pensadores más relevantes de aquella "iluminada" época, nos muestran todo su ideario, hablando de todos los temas que marcaron sus pensamientos. Educación, religión, feminismo, igualdad, ciencia, teatro, economía, o temas más privados como la relación de los padres con los hijos, son los pilares fundamentales de un texto cargado de intención en cada frase, puro teatro filosófico, en el que podemos conocer de forma muy llevadera las teorías de estos dos pensadores que marcaron el Siglo de las Luces. La facilidad con la que se van abordando los distintos temas nos mantiene siempre alerta, ya que cada frase que pronuncian los actores es oro puro, con una intención y un contenido que nos empapan de lo que fue una de las épocas más prolíficas en cuanto al pensamiento se refiere. Como no podía ser de otra manera, los dos "contrincantes" tienen ideas opuestas de todo lo que se habla, por lo que escuchar sus razonamientos es un auténtico duelo sin tregua.



La acción comienza a raíz de un panfleto anónimo que anda circulando por la ciudad, en el que se acusa a Jean Jacques Rousseau (interpretado por Peré Ponce) de haber abandonado a sus cinco hijos en un hospicio. El filósofo está convencido de que el autor de ese injurioso texto es su "amigo" Voltaire (interpretado por Josep María Flotats), aunque no tiene pruebas que demuestren que lo que intuye es cierto. La única posibilidad de saber la verdad es visitar a Volatire e intentar que confiese la verdad. Este encuentro tendrá lugar en el palacete de Ferney (Suiza) en el que reside Voltaire en aquellos momentos. Un lugar idílico y apartado del mundanal ruido, un sitio perfecto para esta intensa conversación, en la que Rousseau no cesa en su idea de que su colega es el autor de esa carta.


Las interpretaciones de ambos actores son asombrosas, cargadas de intensidad de principio a fin, con una elegancia y maestría al alcance de muy pocos. Flotats ("Serlo o no, para acabar con la cuestión judía", "Paris 1940", "La cena") demuestra porque es considerado uno de los mejores actores de nuestro país, con una increíble interpretación cargada de matices. Su Voltaire es todo ironía y sarcasmo, un personaje que sabe de las debilidades de su "oponente" y se divierte jugando con él, llevándole en todo momento a su terreno (es bastante evidente la predilección del autor del texto por este personaje).

Por su parte Pere Ponce ("Tristana", "Himmelweg", "Un dios salvaje") nos muestra un Rousseau lleno de irritación, intentando todas las estrategias posibles para desenmascarar a su adversario. Es un caballo desbocado que entra al trapo de todos los envites de Voltaire, sin temor al enfrentamiento, capaz por su intelecto de entrar en cualquier batalla con tal de conseguir su propósito. El papel de Ponce es la energía desbocada, la impulsividad, el instinto del animal herido, todo lo contrario a la mesura y paciencia que muestra Flotats durante toda la obra.



El saber hacer de los dos actores nos presenta un combate dialéctico de altos vuelos. Un apasionado diálogo de lo divino y lo humano en el que todo tiene cabida, en un maravilloso despliegue de tesón y saber hacer por parte de los dos intérpretes. Dos genios (los reales y los personajes que interpretan) que se despachan a gusto, saben que dominan a la perfección lo que están haciendo y que en cada momento dan una soberbia lección sobre el pensamiento filosófico de la época. La habilidad con la que se desenvuelven y su extraordinaria dicción nos deja atónitos en todo momento, seducidos por dos actores que nos regalan unos de sus mejores trabajos.



Una cuidada escenografía, como no podía ser de otra manera, nos muestra la elegancia y el estatus de los personajes. En un primer momento se nos presenta una peluca colocada en el centro de la escena, que permanece presidiendo toda la obra, como si de un juez imparcial se tratase. Esta preciosidad escénica ha sido diseñada por el propio Josep María Flotats. Otro elemento que nos ayuda a crear una atmósfera acorde con lo que se cuenta es la cálida iluminación de Paco Ariza, que nos va desplazando a lo largo del día de forma majestuosa. Como tercer elemento fundamental en cualquier obra de época, hay que destacar el laborioso vestuario de Renato Bianchi.



Pocas veces saldremos de un teatro con la idea de haber asistido a una clase magistral de una materia, pero al abandonar esta obra nos vamos con la cabeza a mil, con una infinidad de conceptos e ideas sobre temas fundamentales. Es increíble la forma en la que Flotats consigue hacer de una propuesta de este tipo un interesante debate en el que no nos sentimos abrumados, sino que escuchamos atentamente el apasionado duelo dialéctico al que asistimos.  

Sin duda no será una de las obras más comerciales de la temporada, pero todo el que se anime a adentrarse en el particular universo de estos dos genios asistirá a una obra redonda, de teatro clásico, con mayúsculas, en el que los dos actores nos dan una lección de como se deben hacer las cosas.


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Voltaire vs. Rousseau- La disputa
Teatro: Teatro Cofidís Alcázar
Dirección: Calle Alcalá 20.
Fechas: Jueves y Viernes a las 18:00, Sábados y Domingos a las 17:00.
Entradas: Desde 8,50€ en gruposmediaticketea, atrapalo. Del 20 de Septiembre al 6 de Enero.


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