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Desventura y muertes de Baulín, el Encandilado en Corral de Cervantes

 

Los Cabritos producen, Compañía Diego el de la Gloria, Fundación Siglo de Oro producen una pieza en la que Mikel Marcos y Celia Morán toman las riendas como autores de una composición literaria astuta, sardónica con el humor del que puede tratar todo tema con naturalidad y sin tapujos.

Ambos nos han permitido conocer a Francisco de la Huerta Baulín, con su tricicleta, su armónica de afilador y cachivaches a tutiplén. Elementos con los que nos transportaremos en un santiamén al imaginario literario del Siglo de Oro, donde buscones y damas se encuentran para hacer las delicias del ávido espectador a la espera de chismes y dimes y diretes.

Un personaje  astuto, embaucador, que vivió todas la picardías habidas y por haber en tiempos donde huérfano por desatinos del destino como tantos llegaba a la noche sin saber bien si lo que sentía era pan o era hambre. En escena una tricicleta con tantos trastos que nos hace imaginar todos los lugares recorridos en la búsqueda de una vida espectacular, grandiosa y memorable.

La Tuerta en Teatro Fernán Gómez


Commedia dell'arte pensé, ella tan bonita, tan coqueta nos contaría a modo burlesco su historia.  Una doncella barroca del S. XVI que vive apasionada, inocente su romántica vida en su jardín romántico hasta que un día todo eso se desbarata y se despierta la hidra. No hay Colombina, ni Isabella . La compañía Nueve de Nueve Teatro produce La Tuerta, una tragicomedia donde no hay burla.  Asentadas la rabia, el rencor por el daño, la sed de venganza y ante todo una herida imposible de curar.

Médium, Chile estalla en la distancia en Teatro del Barrio


La imágenes se difuminan, con el tiempo se va perdiendo la nitidez  del recuerdo. Uno se esfuerza por mantener viva la llama de la pertenencia, pero hay una realidad, no estás. Te esfuerzas por formar parte, por ser parte del cambio, pero las cosas suceden mientras estás lejos.

Ser hilo transmisor, difundir el mensaje, transmitir la fuerza de los que luchan por el cambio el social. Contar la valentía de los que ponen su cuerpo y su vida desde la primera línea, es un modo más en el construcción social para el cambio. Que las personas tomen conciencia de una realidad, universalizando la lucha.

La compañía Teatro Apátrida en la unión de  diferentes disciplinas nos presentan la reconstrucción de una parte del estallido social en Chile.  Seis creadores que desde la distancia sintieron la necesidad de formar parte de esa lucha. Así, mediante testigos que vivieron directamente el estallido, documentos, relatos, imágenes que logran conformar un todo que pudiera ser universal y común para todos lo que creemos que juntos somos más en este baile de los que sobran.

Omar Morán Reyes en la dramaturgia junto a Teatro Apátrida y relatos testimoniales, toma las riendas en la puesta en escena de todo un extenso trabajo colectivo.

La realidad que nos muestran la gente en la calle, la gota que desencadenó las protestas el alza en el sistema de transporte público de Santiago, que desencadenó en la raiz de un problema sintémico, de desigualdad, de corrupción. Sin existencia de líderes claramente identificables las protestas fueron extendiendose hasta que Sebastián Piñera decretó el estado de emergencia en quince de las dieciséis capitales regionales. Las investigaciones realizadas por organizaciones como Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Human Rights Watch y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos determinaron la concurrencia de graves violaciones a los derechos humanos cometidas por funcionarios del Estado chileno.

En escena un grito sonoro, juego de “loops” que repiten consignas, se sobreponen al pensamiento y a la palabra, generando un mensaje que no se entiende que se dispersa que deviene en ruido, el humo que empeña la visión. Mientras tanto la imagen,  cañones de agua, barricadas. En el suelo, un mapa, explicaciones, cámaras que apuntan recreaciones de la realidad, testimonios de gente que huye de las bombas de agua, de gases lacrimogenos. La masa desprotegida, atacada frente a los que debieran ser máximos protectores. Andrea Paz, Gabriel Díaz, Daniela García, Gonzalo Dalgalarrando desgranando la lucha, acercándonos cada detalle a la máxima expresión, haciéndonos sentir como ellos sienten la rabia de la mayoría social, de aquellos que tenemos las piedras frente a los tanques.

Una pieza que se asienta en nosotros con nostalgia, con recuerdos poco nítidos del 15M, con la fuerza de la lucha colectiva en la calle que parece haber desaparecido. Salí preguntándome ¿Qué ha ocurrido? Y quizá la solución a la pregunta esté en la propia pieza, pensamos que teníamos el poder, que ya lo habíamos conseguido todo. Los derechos son frágiles si no se cuidan.

Álvaro Castillo y Josefina Cifuentes en el trabajo de iluminación nos sacan del pesimismo de este tiempo sombrio para devolvernos a los tonos de lucha y reivindicación, un apoyo en la puesta e escea para salir del paroxismo y la abulia que invade la calle  y las urnas junto a los videos de la mano de Gonzalo Dalgalarrando y diseño de sonido trabajo de Alejandro Miranda.
 
Una llamada a la universalización de la lucha a tomar acción y salir del pesimismo en estos tiempos sombrios. Ay! 
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Médium, Chile estalla a la distancia
Teatro: Teatro del Barrio
Dirección: Calle Zurita 20
Fechas: Martes a jueves 11 a 13 de Julio a las 19.30.
Entradas: Desde 14€ en TeatroDelBarrio
 

Obra realizada en residencia en la fábrica de creación La Nauivanow

Ficha artística

Autoría: Omar Morán Reyes y Teatro Apátrida

Dirección: Omar Moran Reyes

Elenco: Gabriel Díaz, Andrea Paz, Daniela García, Gonzalo Dalgalarrando

Dirección de producción: Gabriel Díaz

Producción ejecutiva: Omar Morán

Iluminación: Álvaro Castillo y Josefina Cifuentes

Escenografía: Teatro Apátrida, Paulo Gonzáles

Diseño de Sonido: Alejandro Miranda

Vestuario: Teatro Apátrida

Videos: Gonzalo Dalgalarrando

Fotografías: Sabine Greppo

 

Aristócratas y conversos. Teatro Fígaro

Con la producción de Corta el Cable Rojo , una familia venida a menos que hace todo lo posible por mantener las apariencias y su condición social, nos espera en el Teatro Fígaro hasta el 19 de Agosto, que sin duda hará más llevadero este calor estival. 

Enredos y desenredos para evitar lo que desde luego parece inevitable entre tanto desvarío, esquivar la ruina a la que se ven abocados. Mantener a un mayordomo al que no pueden pagar  y una mansión que no pueden mantener. Una obra versada, con tintes de sainete, una comedia ligera con unos personajes llevados a la cuasi caricatura para mostrarnos el mundo de las apariencias y lo ridículo del querer y no poder.

Von Lustig, el hombre que vendió la Torre Eiffel. Teatro Infanta Isabel

Señoras, señores en escena puro teatro. Una joya de la que pudimos disfrutar en el Teatro Infanta Isabel “Von Lustig, el estafador que vendió la Torre Eiffel”.

Alfonso Mendiguchía compone un texto, divertido, ágil, inteligente. Son pocos los adjetivos para estos noventa minutos que nos engancharon a una historia y a unos personajes embaucadores que nos hubieran podido vender a nosotros mismos laTorre Eiffel. 

Y ¡tate! que la historia es real. Víctor Lustig, su alias más conocido, el conde Von Lustig, el que dicen fue el mayor estafador del siglo. A través de los cautivadores Patricia Estremera y Alfonso Mendiguchía iremos desgranando las fechorías, dimes y diretes, amores, desencuentros varios y picardías de este truhán, que nos terminó ganando a todos como el juego en el que la banca siempre gana.  

Hombre por necesidad en Teatro del Barrio

Sobrevivir para que un cuerpo siga caminando. Ser nadie, perder toda identidad, ser uno u otro para que el corazón continúe latiendo. Transitar  el horror y el hambre,  la miseria humana que recorría Europa en el contexto más negro. En escena la nada, la desazón mas áspera, pero también la resiliciencia y la capacidad del ser humano para afrontar y poder sobreponerse a las circunstancias mas duras.

La canción del viejo mundo en Corral de Cervantes

 

Imagino a dos andariegos zascandileando por la Calle Huertas, pasando por la que fuera Casa de Lope, la que fuera de Cervantes con la sensibilidad para poder sentir como sería ese Madrid de escritores y poetas y con esa sensibilidad les imagino aproximándose a las Gradas de San Felipe, ávidos de nuevas noticias para poder contar a los demás en forma de canción. Noticias reales, mezcladas con rumores foco de opiniones y de lo que en conjunto constituía la realidad de Madrid.

Sobre el caparazón de las tortugas en Teatro Fernán Gómez

 

No hay redención, Semana Santa sevillana de liturgia, de culpa, de silencio y negritud, cíngulos que constriñen y atesoran el miedo. Capirotes, antifaces que ocultan  miradas, intenciones y palabras que no fueron expresadas.

Penitentes,  de rodillas frente a Cristo crucificado

Podrá ser la Semana Santa otra cosa, pero es esto lo que transmite este patio en el que se dan cita las contradicciones y las pasiones más oscuras del ser humano y su incapacidad para poder expresar.

El viaje del monstruo fiero en Teatro de la Comedia

 


Un viaje a través de la historia, la literatura, y las anécdotas habidas por un actor a lo largo y ancho de esta tierra, a tiempos agreste otros tantos en barbecho. En escena un testigo lúcido, el mensajero de los chismes de la corte, el correveidile que nos mantiene informados de dimes y diretes con ese humor sardonico y que a todos nos interpela.

De paso lento y preciso, sin pausa pero sin priesa, porque no hay vocal que indique la dirección de llegada a un destino cierto. Nos gusta etiquetar, nos exaspera aquello a lo que no podemos poner nombre, lo que no podemos adjetivar. Rafael Alvarez parece decirnos; -no lo intentes, esto es teatro, por un rato dejate llevar.

Particulares y patios en Nave 73

 


La ansiedad, los anhelos, la incertidumbre, el latido  y la pulsión, música electrónica que orbita el paisaje urbano para sumergirnos en el barrio del que venimos, en el que vivimos y del que para algunos a veces es soga, carcel o excusa para la huida.

Generación X, Y, los millenials , lo dijo Naomi Klein en “No Logo”, todo tiene una etiqueta, el sistema global, inventaria todo producto, al cliente, al ciudadano convertido en consumidor. Tu también tienes una etiqueta y así tu generación, tu tribu o tus cuatro amigas contándoos la vida en un parque.

Amistad en Naves del Teatro Español


Nunca se vieron más claros los juicios sociales que en la construcción de espacio vacío creada por Juan Mayorga. Espacio vacío de prejuicios, isla desierta de convenciones sociales, aunque como Jacques Cousteu no fue solo a la isla desierta, su cultura fue con él. En este caso tres personajes tienen la oportunidad de ser ellos mismos, se les supone confianza entre ellos, en tanto amigos. Se supone es más fácil poder expresar y poder llegar a la raíz del ser. Nada más lejos de la realidad.

Historia de una maestra en Teatro Fernán- Gómez

 

 

Entramos en la Sala Jardiel Poncela del Teatro Fernán- Gómez y nada más entrar, me vino a la cabeza, un recuerdo o más bien una visita. Parecía volver al Museo de la Escuela rural de Cabranes en Asturias, que visité hace años y aun sigue viva en mi recuerdo, no ya los pupitres, no ya el crucifijo o los pizarrines, más bien por el recuerdo de hombres y mujeres que querían construir una España de personas, instruidas, cultas, que se dejaron la piel y la vocación en el intento y que entendían que el mayor modo de hacer política, sin ellos quizá saberlo era desde la base, desde la escuela y la enseñanza.

La sumisión y el porvenir está en los huevos en Teatro Español

Sala Fernando Arrabal B (Nave 11) , sillas antiguas, libros por el suelo y al tomar asiento, ver  un decorado en el que perderse, en el que mirar atenta cada detalle y sumergirse en un cuadro antiguo. Venían a la cabeza las ilustraciones de Benjamín Lacombe que te lleva a otros lugares, ecléctico, decadente, sin duda la clase media acomodada se daría cita en escena y durante 90 minutos, nosotros formaríamos parte de su universo.

El encanto de una hora en Teatro Español

 

 

Silencio en escena, lentitud y calma. No estamos acostumbrados a los silencios, nos hemos acostumbrado a la prisa, cuanto más efímero mejor. Rascacielos, coches , gente convertida en masa. No es este el caso, allí sentados en nuestra butaca, dos figuras de porcelana aguardan, la belleza plástica traspasa proscenio e inunda la sala pequeña del Teatro Español. Una sala de fiestas en la que el tiempo parece haberse parado, la función no ha dado comienzo, en la sala aun se escuchan conversaciones. En escena figuras inmóviles, viendo pasar lo que ocurre a su alrededor, los desmanes de una época, sin juicio, sin vanidad.

El burlador de Sevilla en Teatro de la Comedia

La justicia, el honor, condicionamientos sociales, la represión, el deseo, la mujer en tiempos de moneda de cambio. Un texto que ha sido versionado, de las formas mas diversas posibles. Desde el punto de vista, político, moral, desde la óptica del poder, desde la libertad sexual según el tiempo en el que ha sido versionado.

Siempre parece que imperturbable  el Don Juan como tirano, como asceta, como estereotipo masculino que hace uso y abuso, que burla al poder, que burla al fuerte, siempre la mujer como herramienta, como objeto a utilizar para sus fines. Para aplacar los deseos del ego, como fin, un trofeo mas. Mientras tanto el papel del hombre humillado, vilipendiado, les han hurtado su propiedad y nos los cuentan y se convierten en foco y protagonistas y ellas en sus lamentos y soliloquios les hacen protagonistas también.  Ellos son gallinas, son cobardes, también Don Juan.  Ellas herramientas, siempre. Parecen no tener conciencia sobre sí mismas, sin ser propiedad de otro.

El mar inundará mi país (Eduardo II) en DT Espacio Escénico

Belleza plástica en escena. Hércules , Abdero, Abmeto, Adonis, Córito, Eufemo, Euristeo, Filoctetes, Frixo, Helácatas, Hilas, Ífito, Jasón, Néstor, Nireo.  Negritud y cortinas plasticas separando la superficie y lo invisible a los ojos. Era solo el comienzo de lo que ibamos a presenciar.

Comenzaba el camino hacia las vísceras de una historia llena de podredumbre, de humillaciones, vejaciones y torturas físicas y psicológicas que se han sucedido a lo largo de la historia intentando cortar de raíz el deseo, la pasión y las ansias de vivir con libertad una sexualidad que durante siglos ha sido sesgada con el filo de una navaja, con el frío silencio que daña los huesos y alma.

Un sistema podrido, reaccionario que no tenía, ni aun hoy tiene problema en reprimir la sexualidad y en restringir la obviedad de que cada uno ame o no ame y haga con su cuerpo y su sexo lo que le de la gana.

Exhalación, hartazgo, cansancio, la valentía de aquellos que no están dispuestos a agachar la cabeza, por ellos y por aquellos que han sufrido el odio en sus carnes. Un aura de miedo inunda la sala, pero el miedo del que sabe que algún día cambiará de bando.

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