Con la producción de Corta el Cable Rojo , una familia venida a menos que hace todo lo posible por mantener las apariencias y su condición social, nos espera en el Teatro Fígaro hasta el 19 de Agosto, que sin duda hará más llevadero este calor estival.
Enredos y desenredos para evitar lo que desde luego parece inevitable entre tanto desvarío, esquivar la ruina a la que se ven abocados. Mantener a un mayordomo al que no pueden pagar y una mansión que no pueden mantener. Una obra versada, con tintes de sainete, una comedia ligera con unos personajes llevados a la cuasi caricatura para mostrarnos el mundo de las apariencias y lo ridículo del querer y no poder.
José Andrés López de la Rica en la autoría y dirección nos presenta un comedia ágil, que nos hará esbozar alguna sonrisa entre tanto disparate. Con un mayordomo convertido en hilo conductor y cómplice con nosotros de la parte más íntima de la familia, de todo aquello que no podemos ver entre tanto postureo. Juan Carlos Martín, un mayordomo entre vajillas de porcelana en las que se sirven sopas de avecren, candelabros, catalejos, utensilios pequeños, estoy segura que en los cajones abrecartas, guarda polvos. Ahora sí por su parte, ni un mal comentario, chismes todos los que quieras, cotilleos, dimes y diretes por un tubo, pero ni una mala cara . Todo un profesional fiel a la familia entre moquetas, cuadros de rancio abolengo, olor a naftalina.
Carlos Chamarro y Yolanda Vega, son los marqueses, sin malas intenciones, pero es que no es lo mismo un aristócrata que un nuevo rico, y ellos ni ricos, ni nuevos están en la tierra de nadie social. Junto a ellos Álvaro Larrán y Mireia Zalve, sin duda una nueva generación, ella con las cosas propias de su edad, hoy el arte , mañana la ciencia, ser hippie o misionera, su hermano mientras tanto a la chita callando se lo va currando para hacerse un poco a sí mismo entre esa familia tan venida a menos que como familia de bien perdió los ahorros que le quedaban en todos los desfalcos que intentaban desfalcar a otros. Bueno ya saben, eso de un trilero timando a otro trilero.
¡Ay¡ Que viene a ser que López de la Rica entre tanto dislate, cosa animosa y veraniega esconde en subtexto una critica social que tampoco hay que arañar mucho para poder vislumbrar.
Nos falta el duque, Jesús Cabrero con el que se sucederán las escenas mas divertidas, entre mentiras, verdades a medias y sin duda un duque que no se deja engañar.
Un elenco que se mueve divertido en escena, cada personaje con mas excentricidades que el anterior.
Se destaca una cuidada escenografía, que nos sitúa en el salón de una casa recargada, de esas de las de antes y una improvisada sala de arte, lo completa un vestuario que dota de mas antigüedad a la causa, de mas pompa y oficialidad generando un aura del todo vetusta. El trabajo de iluminación no llevara a la iluminación tenue en las confidencias con el mayordomo, o el contrapunto en la sala de arte.
Una disparatada crítica social.
Arístocratas y conversos.
Teatro: Teatro Fígaro
Dirección: Calle Doctor Cortezo 5
Fechas: Del 3 de julio al 19 de agosto de 2023.
Entradas: De lunes a viernes 20:00 h. Sábados 21:00 h
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