La pandemia nos haría mejores, el fin del mundo nos haría tomar conciencia de que el tiempo se escapa. La muerte parece no ser suficiente para hacernos pensar que esto es corto y no podemos perder el tiempo en naderías.
Paco Gamez nos propone el eterno juego filosófico, adentrarnos en el Apocalipsis bíblico para compartir con nosotros una obviedad, que parece compleja e inalcanzable por el común de los mortales. Ser felices con lo que tenemos, con lo que nos rodea, desechando culpas propias y ajenas, destruyendo los inciertos condicionales ¿y sí hubiera sido? ¿ y si hubiera hecho? . La mente es mas poderosa que históricos debates, lo que subyace en que esta pieza será actual en cualquier tiempo en la que se presente.
Puede que el Apocalipsis tenga quizá que ver con lo que estamos destruyendo nosotros, con la destrucción del planeta porque hemos acabado con el, con la llegada de la extrema derecha porque lo hemos permitido. Quizá el Apocalipsis del que se hable no sea que el mundo simbólicamente pegue un petardazo. Estamos dejando un mundo pueril y majadero, del que en ocasiones solo podemos reírnos y hacer comedia para desentumecer el alma y parar a reflexionar entre la prisa y el ruido, en una sociedad de consumo que deshumaniza.
Paco Gamez da respuestas individuales, entendiendo que la suma de muchos generan el todo, con tintes de humor negro, en los que viene a la cabeza Mihura, y otras tantas vino a la cabeza Albert Pla con su pieza “Miedo”. Allí estábamos, un patio de butacas presto a resolver una cuestión que resume todas las preguntas imaginables y que sería el resumen de estas aproximadamente dos horas de función sobre el cuestionamiento del ser, esto es, ¿sabes que te haría realmente feliz? Si lo sabe, está de suerte, aprovéchelo y no pierda mas el tiempo. Comenzamos.
Los días de Lina Martinez, son exactamente los mismos uno tras otro. El día de la marmota, sin nada reseñable, como los de todo el mundo, una mujer corriente, del montón. Profesora de instituto, a la que puede que su trabajo la dejará de entusiasmar hace años, con unos alumnos que la escuchan según el rato, tiene un ex marido, un hijo adolescente al que por supuesto no conoce aunque viva con ella, una madre sparring de reproches a la que acudir una vez cada tanto y un compañero de trabajo con el que mantiene relaciones sin que tampoco la entusiasme. La vida de cualquiera en escena.
Realidad y ficción se han unido por mucho que la videoescena nos lo quiera hacer olvidar, también con el regalo que nos hacen mostrándonos el telón a la Veneciana o la majestuosa lámpara de cristal de 50 luces que preside el espacio central del Teatro Español, replica de la que se destruyó en el incendio de 1975.
En esta vida tan anodina, Lina Martinez interpretada por Toni Acosta escuchará comunicar por televisión a la Presidenta que va a llegar el fin del mundo.
La actriz se mueve serena a lo largo de la función, con tono desenfadado cuando toca y con una creación de personaje sin adornos. Verdaderamente podríamos ser cualquier de nosotros en una situación que lleva al límite todos lo elementos. Construyendo y haciendo verdad un ejercicio de metateatro por parte de la actriz.
Silvia Abril en la piel de la Presidenta, se convierte en indiscutible protagonista cada vez que aparece en pantalla, nos hará reír con cada gesto y cada frase. Una presidenta muy a la altura de la ocasión, informada y con los documentos en inglés, porque ella parece ir a la fuente, a la raíz de la noticia. Una desternillante altivez, que llega al público en forma de torpeza y que recuerda a la infinita mirada del clown. Ahora bien, si lo pensamos un poco “Es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde.” ó las palabras en inglés de Texas “Estamos trabajando ello.” no distan mucho, de las apariciones de Abril.
Ya solo la lámpara y el telón nos recuerdan que esto es ficción y esto no ha hecho mas que empezar.
En este camino vital entre un día cualquiera y el fin, acompañarán a Lina, Marta Malone en el papel de Ljubicica, con conversaciones entre lo trascendente y lo mas superficial, como en la propia vida. También recorrerá el camino con Eloy, un alumno que siempre parece dormir interpretado por Pepe Sevilla, entiendo como símbolo de inconformismo ante un sistema escolar que poco o nada le interesa, en el que mantiene su apariencia de chico pasota ante los demás, pero que todo lo que sabe, que es mucho, está en cualquier libro menos en los del temario oficial.
Lina no puede perder tiempo y sigue corriendo con una mochila llena no sabemos si de libros del instituto o de culpas, de asuntos por resolver y condicionales, que la acompañan a lo largo de la función. Se encuentra con su amante esporádico, Ruben Eguía en la piel de Oriol que justo hoy está sentimental, un hombre básico, pero con mucho corazón, cariñoso y pasional todo a partes iguales. El reencuentro con su madre, que la mujer ha hecho lo que ha podido y va a verla para ir a reprocharla que ella tuvo la culpa de lo que no pudo ser. Sin saber que llega un momento en el que una es responsable de su propia vida sin ambages, ni excusas.
Esperanza Elipe, la madre, entrañable, divertida hará como siempre todo lo mejor por su hija pero si es verdad que es el fin del mundo y también de su serie preferida y tiene que encajarlo todo.
Juan Carlos Sánchez, un entrañable abuelo que en ensoñaciones será Sinatra y su hijo Rober interpretado por Álex Mola como un chico cualquiera deseando que le conozcan y conversen con él sin juzgarle.
Alessio Meloni en el trabajo de diseño escénico entre la imaginería minimalista, tintes distópicos y los textos cláicos teñidos de 2.0, David Picazo en el diseño de iluminación y destacable trabajo de Emilio Valenzuela y Joan Rodón en diseño de video y video escena. Sandra Vicente en el trabajo de espacio sonoro. Coreografía de la mano de Amaya Galeote y diseño de vestuario por parte de Ana Lopez.
Astrid Jones, simboliza el fin, Sor Delia desposeida de su hábito, canta y baila junto al elenco a ritmo de Gospel recordandonos de nuevo que esto es teatro, un show con brillos y que llegue el fin o no, disfrutemos, cumplamos nuestros sueños y no perdamos el tiempo que esto lo que está claro es que tiene un fin.
*Fotografias: Vanessa Rabade.
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El fin
Teatro: Teatro Español. Sala Principal
Dirección: Plaza Santa Ana. Calle del Príncipe 25
Fechas: 13 de Junio a 14 de Julio De martes a domingo a las 19h.
Duración: 1h 55 minutos.
Entradas: Desde 5€ Teatro Español
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Reparto (por orden de intervención):
Toni Acosta - Lina Martínez
Marta Malone - Ljubicica
Pepe Sevilla - Eloy Barranco “El drogas”
Rubén de Eguía - Oriol
Astrid Jones - Sor Delia
Esperanza Elipe - Curra (madre de Lina)
Juan Carlos Sánchez - Felipe (abuelo de Lina)
Álex Mola - Rober (hijo de Lina)
Colaboración especial en vídeo de Sílvia Abril como Presidenta
De Paco Gámez
Dirección José Martret
Dirección de producción: Eva Paniagua
Diseño de espacio escénico Alessio Meloni (AAPEE)
Diseño de iluminación David Picazo (AAI)
Diseño de vídeo o Videoscena: Emilio Valenzuela y Joan Rodón (dLux.pro)
Música Mariano Marín
Diseño Espacio Sonoro Sandra Vicente
Coreografía Amaya Galeote
Diseño Vestuario Ana López
Ayudante de Dirección Pedro Ayose
Ayudante de escenografía: Mauro Coll (AAPEE)
Ayudante de vestuario Sara Sánchez de la Morena
Equipo producción Come y Calla Juanfran García y Hugo López
Una producción de Teatro Español y Come y calla
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