A partir del encuentro, fortuito, de un autorretrato de juventud de su madre, Édouard Louis, rememora la figura de una mujer apartada de todo, sojuzgada e incluso humillada por la violencia masculina, que a los cuarenta y cinco años se rebela, huye y, poco a poco, construye su libertad. La metamorfosis de una mujer destruida por la sociedad patriarcal, la familia e incluso su hijo, antes de celebrar su reencuentro y devolver este, públicamente, la dignidad a su madre.