Sobrevivir para que un cuerpo siga caminando. Ser nadie, perder toda identidad, ser uno u otro para que el corazón continúe latiendo. Transitar el horror y el hambre, la miseria humana que recorría Europa en el contexto más negro. En escena la nada, la desazón mas áspera, pero también la resiliciencia y la capacidad del ser humano para afrontar y poder sobreponerse a las circunstancias mas duras.
Nueva temporada en el Teatro del Barrio.
Ayer se presentó la próxima temporada del Teatro del Barrio (o más bien el primer trimestre), con una programación llena de reposiciones deseadas, de montajes que aterrizan en la calle Zurita tras haber cosechado grandes éxitos en otras salas, de pequeñas grandes obras que nos helarán el alma y nos calentarán el corazón. Porque este espacio sigue fiel a su compromiso social y político, tanto con el barrio como con todos los espectadores que nos sentimos parte de esta cooperativa cultural. Vuelven eventos aparcados durante la pandemia como las Noches de Swing, que llenarán las noches de los viernes de ritmo, música y muy buen rollo. Porque ese es el espíritu de este pequeño gran teatro, seguir mostrando a la sociedad aquellos testimonios olvidados, menos conocidos, todo aquello que sucede en los márgenes.