Cuando allá por 2019 Lluis Homar tomo las riendas en la dirección de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Nos chirriaban conceptos, nos movía de la silla entre novedades y adaptaciones varias. Sin duda nos ha ido ganando y cada vez más vemos su trabajo como una genialidad donde da protagonismo y peso a todo el equipo artístico.
Desde su llegada vemos al director como uno mas en el patio de butacas disfrutando de la función, en escena como uno más ó mirando al espectador desde la primera fila a la última butaca del teatro, desde una punta a otra del Estado acercando el teatro clásico a todo tipo de público, dándole una línea mas urbana, mas cercana.