Enredos, entretenimiento y mucho postureo es la propuesta que versiona y dirige Eduardo Vasco. Una carta de presentación desenfadada y naïf, que estará en la Sala Max Aub de Naves del Teatro Español hasta el 28 de Enero. Si bien, un poso irónico y ciertamente crítico a una sociedad superficial y vana que impregna la obra, del mismo modo que así lo hacía Carlo Goldoni en Le smanie per la villeggiatura pieza que abría Trilogia della villeggiatura estrenada en Venecia en 1761.
En escena la lamentable educación sentimental de hombres y mujeres que Carlo Goldoni describía en el S. XVIII y que Eduardo Vasco ha decidido llevar a los años veinte para acercarnos más si cabe los usos y costumbres de una sociedad en la que prima la superficialidad y el consumismo. Un forzado decoro social, donde no importa que seas feliz, basta con parecerlo. El último modelo, ese vestido Prêt-à-porter que solo tu quieres llevar.
Irnos a otro lugar, porque allí seremos más felices, todo futurible siempre es mejor que la realidad y la rutina porque el ensueño no es ahora, no es aquí. El presente está para ser infelices, será dentro de unos meses en otro lugar que quizá no puedas pagar o puedas pagar a plazos y a regañadientes durante otros seis meses. Allí, ese es el momento en el que serás feliz. Todo por decir que estuviste en otro lugar que no es este, es otro.
Los días previos a la partida caóticos a más no poder , existe cortesía entre las familias burguesas de la ciudad, pero es tal la delirante competencia que todo atisbo de armonía desaparecerá sin dejar rastro. Leonardo y su hermana tienen el peso de la trama principal, pese a tener deudas y pocos posibles para hacer frente a ellas, no se resignan a quedarse sin vacaciones. Vittoria patalea, llora, se enfurruña y peor aun si aun cabe, la familia de su vecino Filippo, y su bella hija Giacinta, lo tienen todo a punto para partir hacia un verano de ensueño. Mientras tanto Fulgencia y Leonardo en un tandem caricaturesco y desternillante. Giacinta en sus modos mas astutos, y sibilinos.
Un telón panelado por el que veremos entrar y salir a divertidos correveidiles, a criados del todo alcahuetes. Criadas con mucha sátira y mucho subtexto. Un elenco que se mueve divertido en escena con suma elegancia, entre el chascarrillo y el art deco. Versiones de canciones italianas y creaciones del propio Vasco durante la función con actores de dicción perfecta y pleno conocimiento del oficio. Mar Calvo como Vittoria, Celia Pérez la viuda Fulgencia, Elena Rayos en la piel de Giacinta, Manuel Pico el criado Paolo, Rafael Ortiz como Leonardo, Jesús Campo representa a Filippo, Alberto Gómez Taboada como Guglielmo. Destacable el trabajo de José Ramón Iglesias como el vividor Ferdinando con una presencia escénica foco en cada aparición, y Anna Nácher como la criada Brígida.
El anhelo de lo que no tenemos presente a lo largo de la pieza. Por eso nos caen bien, y empatizamos con todos ellos. Junto a la superficialidad, la competición por la moda y el egocentrismo, existe entre las risas un vacío que nos interpela a todos y desde el que tanto Goldoni como Vasco parece han querido tratar con cuidado.
Lorenzo
Caprile en el trabajo de vestuario lo dice todo sin palabras, el estatus, el
quiero y no puedo, el contexto social serán elementos vívidos en cada puntada, en cada elección.
Una delicia que se une al diseño de espacio escénico y atrezzo de la mano de
Carolina González y diseño de iluminación trabajo de Miguel Ángel Camacho.
De Carlo Goldoni
Versión y dirección Eduardo Vasco
Con Rafael Ortiz, Elena Rayos, José Ramón Iglesias, Mar Calvo, Alberto Gómez Taboada, Jesús Calvo, Celia Pérez, Manuel Pico y Anna Nácher
Diseño de espacio escénico y atrezzo Carolina González
Diseño de vestuario Lorenzo Caprile
Diseño de iluminación Miguel Ángel Camacho
Adaptación y composición de canciones Eduardo Vasco
Ayudante de dirección José Luis Massó
Una producción de Teatro Español y Noviembre Compañía de Teatro
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