El Teatro
Español nos brinda la posibilidad de disfrutar de una de las obras menos
conocidas de Federico García Lorca. Se trata de Diván del Tamarit un pequeño poemario publicado póstumamente, varios años después del asesinato del poeta granadino.
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Nada
más salir de disfrutar del Diván del Tamarit mi primer pensamiento fue que
después de muchos años de ir al teatro no deja de sorprenderme y maravillarme
como cada cierto tiempo una pequeña joya te encuentra y te atrapa. Y lo digo
así por que siempre he sido de la opinión que este tipo de obras no se buscan,
te encuentran a ti.
No hay
duda que es garantía de éxito representar una obra de García Lorca, pero del
mismo modo no deja de ser arriesgado hacerlo con una de las obras más complejas
y menos conocidas del autor granadino.
Yo quiero que el agua se quede sin cauce.
Yo quiero que el viento se quede sin valles.
Como decía, El Diván del Tamarit es una obra póstuma, la inició
allá por 1931 y la acabó en el verano de 1935 siendo publicada después de su
muerte.
Tamarit era el nombre de una propiedad que la familia de los
García Lorca tenía en Granada (también llamada de San Vicente).
Se trata de un pequeño poemario compuesto por gacelas y casidas
unas piezas muy populares en la tradicional literatura medieval árabe. Las
gacelas son breves composiciones que en su mayoría tratan de temas amorosos aunque
también aparece la muerte; y se caracterizan por una enorme musicalidad. Por su
parte las casidas, son algo más extensas. En ellas el poeta comparte con un amigo
el amor y el desamor hacia su amada.
para que tú no vengas,
Tanto en unas como en otras predominan la pasión y la angustia, el
amor y el desamor, entremezclado con la naturaleza de esa Granada que siempre
llevó en su corazón, la muerte, y la lucha entre el amor carnal y el
espiritual. Pero el eje sobre el que gira todo es el deseo y el amor y su inevitable
otra cara, que no es otra que el dolor ante la pérdida de la persona amada.
Además de la propia obra, otra de las sorpresas es el escenario donde
se representa ésta. Se trata del Salón de los
balcones (Andrea D'Odorico) en la segunda planta del Teatro. Una
pequeña sala que desprende magia por todas partes. Sobresaliente el trabajo de todo
el equipo artístico y técnico. Impecable la
escenografía de Anna Domingo que nos traslada a uno de esos
patios de la Granada de principios del siglo pasado con sus plantas y flores y
el correr del agua. Perfecto el espacio sonoro de Sara Mérida que
casa muy bien con la iluminación de Sara Lamadrid que es la
responsable también del original y evocador vestuario. Por su parte Chema
Sabarga es el encargado de los arreglos musicales. No quería acabar sin hacer
mención al maravilloso trabajo de expresión corporal.
Me he perdido muchas veces por el mar
con el oído lleno de flores recién cortadas,
con la lengua llena de amor y de agonía.
Abel Ferris es el encargado de la adaptación, la dramaturgia y la dirección
de la obra. Es director del Colectivo La Petite Morte. Respecto a este
montaje indica que “El proceso creativo ha sido una exploración constante
entre lo onírico y elevado de la palabra lorquiana y el tratar de esbozar una
estructura dramática que sirva de vehículo a la propia poética de las imágenes”.
Y continúa señalando que “Nuestra puesta en escena plantea que los
cuerpos y las voces habiten un espacio de evocación, donde la memoria y el
presente se funden en un tiempo poético en el que la música en directo, juega
un papel fundamental desde una relectura contemporánea del folklore para
establecer un juego con el tiempo entre el recuerdo y el deseo de bailarle a lo
prohibido. La mirada del voyeur que deja de mirar atrapada en el deseo para
convertirse en caricia”.
En
cuanto al elenco está formado por Teresa Alonso, Víctor
Carrera, Ariane Elizalde, Abel Ferris, Ana Oviedo, Ana Moreno, Jon Muñoz, Chema
Sabarga. Notable el trabajo de todos ellos que requiere una
especial complicidad dada la intensidad de los temas tratados en el poemario.
Dan muestra de una enorme versatilidad al tener que hacer frente a diferentes
disciplinas como la interpretación de música en directo o el canto, así como las
distintas coreografías y la ya mencionada expresión corporal.
Ignorante del agua,
voy buscando
una muerte de luz que me consuma.
En definitiva un gran descubrimiento del que podemos
disfrutar hasta el próximo día 20 de abril pero que indudablemente volverá a
representarse dado el éxito de crítica y público que estoy seguro va a cosechar.
Simplemente imprescindible. PURA MAGIA
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Teatro: Teatro Español. Salón de los
balcones - Andrea D'Odorico
Dirección: Plaza de Santa Ana C/ Príncipe,
25.
Fechas: Del 10 al 29 de abril.
Martes a domingo a las 18.30 horas.
Entradas: 10 €.
Ficha artística y técnica.
Autor: Federico García Lorca.
Versión, dirección y dramaturgia: Abel Ferris.
Elenco (por orden alfabético): Teresa Alonso,
Víctor Carrera, Ariane Elizalde, Abel Ferris, Ana Oviedo, Ana Moreno, Jon Muñoz,
Chema Sabarga.
Ayudante de dirección: Suheila Duque.
Espacio escénico: Anna Domingo.
Diseño vestuario e iluminación: Sara Lamadrid.
Espacio sonoro: Sara Mérida.
Arreglos musicales: Chema Sabarga.
Fotografía y vídeo: Carlos Pascual.
Una producción de La Petite Mort / Abel Ferris.
Victor M. Seoane