Salimos del teatro con la sensación de haber asistido a algo especial, una obra fabulosa en todos los aspectos. Versionar textos tan reconocibles como "El Avaro" de Molière es un arma de doble filo, por la cantidad de imágenes que tenemos preconcebidas en nuestra cabeza. Pero este montaje hace saltar por los aires cualquier versión a la que hayamos asistido con anterioridad. Un texto que mantiene la esencia del clásico, pero con tintes de actualidad que nos hacen vibrar, reír, emocionarnos, disfrutar desde el inicio hasta el singular final, con el que el público estalló en un largo aplauso merecidísimo.
Atalaya Teatro es una de las compañías más singulares y laureadas de todo el panorama nacional. Desde tierras andaluzas para el mundo, la compañía sevillana se ha convertido en todo un referente del teatro de investigación. Galardonados con el Premio Nacional de Teatro en 2008 "por la creación de un espacio original de exhibición, producción, formación y reflexión teatral, resultado de una larga trayectoria profesional". Este año cumplen 40 años de carrera, y lo celebran con varias actividades en Madrid. Hace unas semanas presentaron la fascinante "Elektra.25" en los Teatros del Canal, con el público puesto en pie en cada pase. Ahora llegan al Teatro Fernán-Gómez con dos de sus montajes, "El avaro" y "Marat-Sade", con los que el público volverá a vibrar y a ponerse en pie, como ocurrió el día del estreno de la versión del clásico de Moliere.
Para completar este mes "dedicado" a Atalaya Teatro en el Fernán-Gómez, el 14 de Febrero se proyectará "El abrazo del tiempo" un documental sobre la trayectoria de la compañía. Una dilatada carrera que los ha llevado por más de 600 teatros de 50 países del mundo, a lo largo de todos los continentes, y por la totalidad de las provincias españolas. Para finalizar el mes, los días 23 y 24 el director Ricardo Iniesta y la actriz Silvia Garzón darán una masterclass de 5 horas de duración. En su web podemos ver la actividad frenética y la polivalencia de esta compañía, que en estos momentos tienen, además de los tres espectáculos que pasarán por Madrid, seis producciones propias en gira: "Esperando a Godot", "Rey Lear", "Madre coraje", "Así que pasen cinco años", "Celestina, la tragicomedia" y "Ricardo III".
Este montaje que podemos ver estos días es puro teatro, con un contundente trasfondo político saliendo del germen mismo de la obra de Molère. La compañía nos lleva a la esencia misma de este avaro, pero tratado con temáticas de rabiosa de actualidad. El montaje es primoroso, un elenco que funciona a la perfección, con intérpretes capaces de bailar, cantar, gesticular, emocionarnos, fingir voces, pasar de la comedia al melodrama, todo con una naturalidad apabullante, que parece de lo más sencillo y resulta tan difícil ver habitualmente. Una obra de los más Brechtiana, con todos los mimbres que utilizaba el dramaturgo alemán en sus montajes. Todo en esta versión es tan grotesco como sublime, tan ingenioso como estridente, tan divertido como contundente en su crítica. Atalaya ha conseguido crear un teatro muy identificable, un "estilo propio que se basa en la energía del actor (tanto a través del cuerpo como de la voz), la lectura contemporánea de los grandes textos universales, la fuerza expresionista de las imágenes y el tratamiento poético del espacio, la música y los objetos".
En este año 2023 se cumplen los 350 años de la muerte de Moliére y que mejor manera de celebrarlo que representando una de sus obras clave. Si a esto le unimos las cuatro décadas de trayectoria que cumple Atalaya, la coincidencia (o el destino) ha querido que sea este año cuando la compañía andaluza haga su primera versión del dramaturgo francés. Ricardo Iniesta, fundador y alma máter de la compañía, se ha encargado de realizar la adaptación del texto de Moliére "manteniendo la médula espinal del mismo, pero eliminando las partes que peor han envejecido o que resultan más costumbristas e introduciendo algunos elementos del mordaz guion que Tonino Cervi y Alberto Sordi elaboraron para una recreación cinematográfica de la obra de Moliére hace tres décadas". La adaptación también busca, como todos los montajes de Atalaya en torno a textos clásicos, el potenciar un carácter coral de los personajes que acompañan en escena a Harpagón.
Otra de las singularidades de esta pieza es que se concibe en clave musical, aunque no sea un musical propiamente dicho. El trabajo impecable de Ricardo Iniesta en la dirección hace que el elenco trabaje en todo momento en una perfecta sincronía. El director controla todo al milímetro, creando unos personajes perfectamente cincelados, unas escenas coreográficas maravillosas, unos cambios de escena impecables, una escenografía maravillosa desde la sencillez, una iluminación portentosa. Otro de los cambios introducidos por Iniesta en el montaje es la elección de Carmen Gallardo para el papel de Harpagón, lo que debemos aplaudir acaloradamente viendo el resultado y el espectacular trabajo de la actriz. Otra de las señas de identidad de la compañía es la huida de la ambientación clásica, acercándose al expresionismo que hace de cada uno de sus montajes toda una experiencia tanto teatral como meramente visual.
Y después de decir todo esto, pasemos a los pequeños guiños a la actualidad que magistralmente introduce Iniesta en el texto. Pese a que la temática de la obra original resulta muy cercana a la actualidad, el director introduce los desahucios o ciertos guiños a la política como elementos clave de esta "actualización" de la obra. Así nos encontraremos personajes que nos sonarán de lo más familiar, como son los de Froilán, Leonor, Mariano o Cayetana. Pero lejos de estos ingeniosos cambios, la temática que resuena en nuestras cabezas es la del desahucio de Belinda (pretendiente de Cleanto) y su madre. Atalaya vuelve con este montaje a adentrarse en el lenguaje grotesco que también dominan y con el que crean ese universo tan personal. La actualidad se superpone con la obra de Molière, todo en un ambiente circense, en el que todo se precipita en cada escena para conseguir el equilibrio perfecto dentro del caos que induce el continuo movimiento de los elementos escénicos.
Y todo esto lo pone en pie un portentoso elenco que funciona a la perfección, ejecutando cada movimiento, cada mueca, cada coreografía, de manera sublime. Al frente de todos ellos tenemos, como ya hemos dicho antes, a la excepcional Carmen Gallardo, dando vida un tan ruin como entrañable Harpagón (la ternura con la que le habla a su tesoro es genial). Le acompañan en escena Selu Fernández (interpretando a su hijo Cleanto y al comisario), Paula Martínez (dando vida a su hija, Leonor), Enmanuel García (fabuloso su Froilán, interpreta también a Merluzo y al juez), Garazi Aldasoro (Belisa, la pretendiente de Cleanto, y Lubina), Silvia Garzón (Cayetana, la madame argentina), Raúl Vera (dando vida a Mariano y Cristóbal) y Lidia Mauduit (Flecha y Filomena Orquestina). Un elenco fabuloso, que funciona como una máquina perfectamente engrasada, en la que cada uno de los miembros está impecable. Mención especial para Juana Casado y Lucía You, responsables de las coreografías.
Pero no podemos dejar de hablar del fabuloso trabajo de Carmen Gallardo, una actriz con una bis cómica que hace de su Harpagón un personaje delicioso. No es la primera vez que encarna roles masculinos ("Rey Lear", el presentador de "Marat-Sade"), por ello encaja a la perfección en este avaro despiadado, que adora el dinero por encima incluso de sus propios hijos. La actriz está increíble, llevando el peso y el ritmo de la obra sin bajar la intensidad ni un segundo. Una interpretación primorosa que será difícil olvidar. También nos dejaron gran sabor de boca Enmanuel García con su saltimbanqui Froilán, todo un prodigio físico que nos deja hipnotizados con sus movimientos. La tercera interpretación que queremos destacar es la de Lidia Mauduit, todo plasticidad y energía. En las pocas escenas en las que tiene protagonismo se gana la admiración del público, con dos personajes casi antagónicos.
A todo esto hay que añadir la fabulosa parte técnica que hace que todo cobre un sentido aún más especial. El espacio escénico, diseñado por el propio Ricardo Iniesta, es de un ingenio brutal. Ocho puertas que se van moviendo por todo el escenario para componer los distintos lugares por los que transcurre la historia. Algunas de las composiciones que los propios actores van creando con las puertas son pura fantasía. La imaginación llevada a unos extremos que nos dejan sin palabras. Otro de los elementos más destacables de esta parte técnica es la impecable iluminación de Alejandro Conesa, esencial para crear ese ambiente lúgubre, esas penumbras por las que se deslizan los personajes, esos cambios de tono que cambian por completo el espacio escénico. Y el tercer elemento fundamental es el diseño de vestuario de Carmen de Giles y Flores de Giles, un portentoso trabajo entre lo expresionista y lo grotesco, que dota a cada personaje de una presencia singular. Por último debemos destacar la composición y dirección musical de Luis Navarro, y los cánticos y coros creados por Marga Reyes y Lidia Mauduit.
En definitiva, estamos ante una de las mejores obras que hemos podido ver esta temporada. Un prodigio en todos los aspectos, una diversión de principio a fin, teatro con mayúsculas, de ese que se recuerda por mucho tiempo. Una compañía como la Atalaya, con un estilo tan genuino y personal, consigue llegar a la excelencia en aquello que dominan, y en este caso son unos expertos en versionar a los clásicos, desde Brecht a Molière, pasando por Shakespeare, Peter Weiss, Lorca o Bekett. Poco más podemos decir de esta imponente obra, que nos ha sorprendido, divertido, emocionado. El único pero es que se mantenga tan poco tiempo en cartel. Esperamos que vuelvan pronto. Mientras tanto, el día 22 tenemos otra cita con Atalaya para disfrutar de su "Marat-Sadde".
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Teatro: Teatro Fernán-Gómez. Sala Guirau
Dirección: Plaza de Colón 4.
Fechas: Del 9 al 19 de Febrero. De Martes a Sábado a las 20:00. Domingos a las 19:00. Martes y Miércoles, día del espectador.
Entradas: Desde 16€ en Teatro- Fernán-Gómez.
ACTIVIDADES RELACIONADAS
FICHA ARTÍSTICA
CARMEN GALLARDO: Harpagón
SELU FERNÁNDEZ: Cleanto y
Comisario
PAULA MARTÍNEZ: Leonor
ENMANUEL GARCÍA: Froilán,
Merluzo y Juez
GARAZI ALDASORO: Belisa y
Lubina
SILVIA GARZÓN: Cayetana
RAÚL VERA: Mariano y Cristóbal
LIDIA MAUDUIT: Flecha y
Filomena
Orquestina (Coro criados)
FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA
Dirección, adaptación y espacio
escénico: Ricardo Iniesta
Coreografía: Juana Casado y
Lucía You
Composición y dirección
musical: Luis Navarro
Coros y cánticos: Marga Reyes y
Lidia Mauduit
Diseño de luz: Alejandro Conesa
Vestuario: Carmen de Giles y
Flores de Giles
Ayudante de dirección: Manuel
Asensio
Distribución: Victoria Villalta
Producción: Francesca Lupo
Comunicación: Rocío Claraco
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