Teatro: Cuentos a Nadia. Teatro del Barrio

A veces nos quejamos sobre nuestra vida, cosas que aparentemente nos superan y nos hacen agobiarnos y pensar en que todo nos supera. Al conocer historias como la de Nadia deberíamos avergonzarnos de pensar esas cosas, ser conscientes de la suerte que tenemos por vivir en un país en el que los derechos de las personas no son vulnerados sistemáticamente. Esta historia sobre dos mujeres afganas es desgarradora, brutal, pero también un ejemplo de valentía, de fortaleza, de lucha ante la adversidad. Un relato necesario, una mujer que todo el mundo debería conocer y admirar, ya que su historia es de un mérito extraordinario



Tras su estreno la pasada temporada en el Centro Dramático Nacional (estuvo apenas tres días en la sala Mirlo Blanco del Teatro Valle-Inclán), llega estos días al Teatro del Barrio esta conmovedora y desgarradora obra sobre la historia de real de la activista y escritora Nadia Ghulam, que sobrevivió al régimen talibán en su Afganistán natal, haciéndose pasar por un hombre. Tras la función del Jueves 1 de Febrero tuvimos ocasión de asistir a un interesante coloquio en el que participaron el equipo artístico de la obra y Estrella Galán, directora de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado). Una charla en la que el público agradeció la generosidad de Nadia al contar su relato y se interesó por la labor que sigue realizando desde Cataluña para ayudar a las mujeres afganas.


La Compañía Los de la Baltasara y Sanra Produce nos presentan esta demoledora pieza en la que se entremezclan la realidad y la ficción para presentarnos una realidad angustiosa y dolorosa, impensable en nuestro mundo, pero algo bastante cotidiano en Afganistán desde la llegada al poder de los Talibanes. Lo que hizo Nadia fue un acto de valentía máxima, una exposición continua (durante más de diez años) interpretando un papel, siendo un hombre, del que no podía desprenderse ni dentro de su propia casa para no ser descubierta, ya que si así hubiese ocurrido, la habrían matado a ella y a su familia. El relato es realmente estremecedor, y aunque parezca impensable, bastante cotidiano en aquel país. Las conocidas como Bacha Posh (niña vestida de niño) viven en la clandestinidad, teniendo que ocultarse bajo una apariencia que no es la suya, para poder salir a la calle, ir a trabajar, estudiar, o tantas otras cosas que les son prohibidas a las mujeres con el régimen talibán.



Con la situación tan convulsa que vive el mundo con las guerras de Ucrania y Gaza, nadie recuerda ya la conmoción que causó, allá por el mes de Agosto de 2021, el regreso al poder de los talibanes a Afganistán. Nosotros lo recordamos, pero las mujeres siguen viviendo en una cárcel, privadas de todo tipo de derechos y obligadas a permanecer en sus casas, sin poder trabajar ni estudiar. Esta historia, que nos parece de otra época, es dolorosamente habitual para ellas. Las organizaciones que trabajan en la zona sostienen que la situación no ha hecho más que empeorar en estos dos años y medio. Las mujeres, como viene siendo habitual en este tipo de regímenes, siguen siendo las más afectadas.

Estrella Galán cuenta que "el olvido de la situación en Afganistán por los medios de comunicación no significa que la situación se haya resuelto. Cerca de 28 millones de personas siguen atrapadas en una crisis humanitaria sin precedentes con las mujeres y niñas como principales víctimas. La comunidad internacional mira hacia otro lado y no hay corredores humanitarios que permitan a las personas poner su vida a salvo de manera segura. Es urgente que España y el resto de los países de la UE agilicen la salida y acogida de las personas afganas que están sufriendo un auténtico terror. Urge garantizar una salida segura de Afganistán".



El texto creado por Elena Tur (que se encarga también de la dirección) y Nadia Ghulam es una conferencia performática en la que se comparte con el público, se le hace partícipe de la historia, para que seamos aún más conscientes de las barbaridades que nos cuentan. Una obra que entremezcla la realidad y la ficción para darnos la visión de dos mujeres que consiguieron salir de su país para llegar a Europa y poder, a duras penas, trabajar y reconstruir sus vidas. El relato del testimonio de real de Nadia se entrelaza con la historia de Qamar, una ficción nacida de una noticia que sirvió de punto de partida para crear al personaje. Dos mujeres nos hablarán de las dificultades de la guerra, pero también de los escollos que sufren las personas refugiadas en España, de las trabas para ser reconocidas como tales. Un diálogo en el que las dos nos contarán su vida, para acabar reflexionando sobre la guerra, sobre su país y sobre la vulnerabilidad de las mujeres en todo este tipo de conflictos.



Pero vayamos a lo que veremos en escena. Dos mujeres, Qamar y Nadia, serenas y tranquilas, nos miran y nos cuentan su vida. Las dos sobrevivieron a la barbarie que fue la guerra en su Afganistán natal, ambas se tuvieron que vestir de hombres para poder salir a la calle durante el régimen talibán y consiguieron salir del país y llegar a Europa, donde nadie les puso las cosas fáciles, y tuvieron que vivir un largo periodo de ostracismo, sin identidad y sin patria. Comienza Qamar, contando como sufrió en su Kabul natal los desastres de la guerra y como fue obligada a vestirse de hombre para sobrevivir. Ella pudo salir del país para contar su historia y decidió no volver más.

Si estremecedor es el relato de Qamar (que aunque parte de un hecho real, sabemos que es ficción), cuando es Nadia la que nos cuenta su historia, se nos hiela la sangre. Ella nos habla con cariño de su madre, que fue la que le dio la fuerza para actuar como lo hizo, con las historias y cuentos que le contaba de su país (recogidos en el libro "Contes que em van curar"). Uno de estos relatos es el que utiliza Nadia para dar comienzo a su historia real, mucho menos tierna que los cuentos de su madre pero muchísimo más asombrosa. De este modo conoceremos el sufrimiento, el dolor, la angustia, el miedo que cada día recorría su cuerpo y el de su familia, cuando al salir de casa vestida de hombre no sabía si iba a regresar. Después del relato, Qamar y Nadia, actriz y refugiada, la real y la inventada, se harán  preguntas, muchas de ellas de difícil respuesta, como mujeres refugiadas.



En escena veremos compartir escenario con la propia Nadia Ghulam a la fabulosa Pepa Zaragoza, que se convertirá en Qamar y hará las delicias del público con su ruptura de la cuarta pared y su interacción con el público. Ella será la encargada de interpretar la parte más lúdica y divertida de la obra, hablando de la crudeza de lo vivido, pero con un tono relajado y hasta con toques de comedia. Todo como preámbulo para el relato real de Nadia Ghulam, que nos cuenta su vida con una firmeza y una seguridad encomiables. Es de valorar la soltura con la que nos habla del horror, de la incertidumbre por la constante amenaza de la muerte, por la crudeza de una vida cimentada desde la supervivencia más arriesgada. También nos regala deliciosas reflexiones sobre su familia, sobre su madre afgana, sobre su padre catalán, sobre los que se fueron y sobre los que aún están en Afganistán. Una vida de película (no se muy bien si de terror o de intriga, pero si que acaba con final feliz) que Nadia nos cuenta de forma cruda, directa, desnuda, sin dejarse nada, para intentemos entender lo que es la vida de una mujer afgana.


Aunque claramente secundaria, la sencilla escenografía diseñada por Mónica Borromello (que se ha encargado también del vestuario) nos traslada a los lugares que va transitando Qamar en su periplo por intentar conseguir un trabajo al llegar a Europa. El cuidado tratamiento de la iluminación a cargo de Ion Anibal nos mueve por una atmósfera de penumbras que encajan a la perfección con la historia. Todo el relato de las dos mujeres se complementa con la música original y el espacio sonoro creado por Nacho Bilbao, que se convierten en un personaje más de la obra.



En definitiva, estamos ante una obra que debería verse en institutos, en centros culturales, en plazas de pueblos, para que todo el mundo conociese la historia de Nadia. Una vida de lucha, escondida tras una apariencia que no es la suya, para poder sobrevivir en un mundo de hombres. Y poder salir del país. Y seguir luchando desde la distancia. Y ayudar desde la comodidad de su Cataluña de adopción. Todo un ejemplo de personalidad, de fortaleza, de compromiso con las mujeres de su país y con la idea de que la educación es la base para poder cambiarlo todo. Necesitamos muchas más Nadias en el mundo. Háganse un favor un vayan a verla, saldrán impactados.

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Teatro: Teatro del Barrio
Dirección: Calle Zurita 20.
Fechas: Del 1 al 4 de Febrero. De Jueves a Sábado a las 19:30. Domingo a las 13:00.
Duración: 50 minutos.
Entradas: Desde 16€ en TeatroDelBarrio.


Ficha artística

Dirección: Elena Tur
Ayudante de dirección: Luis Felipe Blasco
Dramaturgia: Elena Tur y Nadia Ghulam
En escena: Nadia Ghulam y Pepa Zaragoza

Diseño de iluminación: Ion Anibal
Diseño de escenografía y vestuario: Monica Borromello

Música original y espacio sonoro: Nacho Bilbao
Clarinete y voz en off: Muhammad Mohsin Noori
Nana: Farnhaz Aria

Diseño gráfico: Mario Olmos
Producción ejecutiva: Manuel Sánchez y Pepa Zaragoza
Ayudante de producción y para todo: Javier Galán
Prensa: María Díaz
Compañía: Los de la Baltasara
Producción: Sanra Produce


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