Los Teatros del Canal presentan una relectura de la obra de
Fernando de Rojas en una producción de Fundarte de Miami en colaboración con
Teatro El Público de La Habana.
Ambientada en un barrio habanero, el director cubano Carlos
Díaz propone una versión irreverente, carnavalesca y muy transgresora de los
amores de Calisto y Melibea adaptada por
el dramaturgo cubano Norge Espinosa.
Se nos presenta como “la intención de regresar al clásico
para encontrar en su esencia un retrato vigente de nuestras urgencias y
anhelos, esta producción nos muestra la
lucha entre el deseo y la carne, la moral y el dinero, la realidad y la
hechicería. La fábula de la vieja casamentera nos recuerda que esas fuerzas
siguen en conflicto, y que seguimos siendo parte de esa batalla, incluso en la
era de la virtualidad. Y que la Celestina, hábil en sus mañas de bruja y
negociante, camina aún entre nosotros.”
En esta ocasión la historia original de la tragicomedia de La Celestina no solo se respeta en sus elementos esenciales, sino que se contextualiza en un diálogo entre dos culturas que comparten una herencia común pero también experiencias propias. La obra original, escrita por Fernando de Rojas en 1499, narra la historia de Calisto y Melibea, dos jóvenes que se enamoran a través de la intervención de la astuta y manipuladora alcahueta Celestina, quien lleva a cabo todo tipo de intrigas para que se consuma su pasión. La obra examina la corrupción de la sociedad y las pasiones humanas, desvelando un juego de poder, deseo y traición. Esta vez con una obra transgresora, irreverente y llena de connotaciones eróticas.
FUNDarte continúa con su misión de promover los intercambios culturales internacionales y, en esta ocasión, se ha asociado con los Teatros de El Canal para mostrarnos una pieza teatral muy particular basada en una mirada contemporánea al clásico del Siglo de Oro. El erotismo, la sensualidad y el subtexto político, señas de identidad de Carlos Díaz, se fusionan con el folclore afrocubano y la tradición ibérica vista desde la otra orilla. El proyecto cuenta con un elenco de actores cubanos establecidos en Madrid y Miami, la dramaturgia y dirección escénica de Teatro El Público, y el equipo creativo y de producción de FUNDarte.
La introducción de elementos afrocubanos en la puesta en escena crea un puente entre las tradiciones de la península ibérica y la cultura cubana. Este cruce cultural no solo aporta una nueva dimensión estética y musical, sino que también enriquece el contenido político y social de la obra, haciendo que los conflictos que se presentan en la historia resuenen de manera más universal.
Una de las características más destacadas de la adaptación es el tratamiento del erotismo y la sensualidad, elementos que ya estaban presentes en el texto original de Rojas pero que son enfatizados de manera mucho más directa y expresiva en esta versión. Carlos Díaz, conocido por su capacidad para tratar temas sensuales y emocionales de manera visceral, da rienda suelta a estos elementos, permitiendo que el deseo de los personajes se manifieste no solo a través de sus palabras, sino también a través de sus cuerpos y sus gestos. Gestos de una carga sexual evidente, Los personajes actúan a veces como animales en celo en busca de su satisfacción.
Este erotismo en La Celestina no se limita a lo físico, sino que se presenta como una fuerza capaz de alterar las relaciones de poder entre los personajes. La sensualidad se convierte en un campo de batalla donde los deseos de los jóvenes se enfrentan a las restricciones impuestas por las normas sociales y religiosas. Celestina, en este sentido, es la gran estratega, utilizando su conocimiento de la sexualidad y el poder para manipular a los demás y alcanzar sus propios fines. Hay un momento en que Celestina acaricia con furor los genitales de Melibea dejando ver que lo que mueve al mundo es en realidad el sexo y el dinero.
Otro de los aspectos fundamentales de esta adaptación es el
subtexto político que permea la obra. En su versión, Carlos Díaz no solo relata
la historia de amor de Calisto y Melibea, sino que también coloca las tensiones
sociales y económicas que estructuran la vida de los personajes. El contexto
histórico del Siglo de Oro español, marcado por una profunda desigualdad social
y económica, se refleja en las relaciones entre los distintos personajes. En
esta adaptación se incluye además elementos de la realidad cubana, al grito de
¡Viva mi Cuba libre¡.La lucha entre las clases sociales y un reflejo de las desigualdades dentro la
sociedad se ven en esta adaptación de una manera evidente.
La puesta en escena utiliza una serie de recursos visuales y sonoros para intensificar estos elementos sensuales. La música, inspirada en el folclore cubano, acompaña las escenas más íntimas y crea una atmósfera cargada de tensión y deseo, mientras se escuchan ecos de ritmos africanos. El uso del color negro, la iluminación y el vestuario también juega un papel importante en la creación de un ambiente erótico que subraya la lucha interna de los personajes. Y es evidente que el color blanco del vestuario de nuestros dos jóvenes, que se nos presentan puros e inocentes, destaca sobre el negro de los demás. A destacar la propuesta de vestuario y escenografía de la diseñadora cubana Celia Ledón Acosta. La artista, graduada en Diseño Industrial y Dirección de Arte, entrega su concepto a una puesta donde resaltan las piezas singulares y de alto vuelo, contenidas entre un relato clásico y una visión muy contemporánea.
El trabajo actoral es impresionante y poderoso. Nuestra
Celestina ocupa el espacio escénico con una fuerza volcánica y brillante y el resto de los actores no se queda atrás.
Todos al compás del devenir de su destino. Brillantes e hipnóticos
Leticia Martín, actriz internacional residente en
España, tiene una extensa carrera en teatro, cine y televisión. Se graduó en la
Escuela Nacional de Artes de Cuba y ha trabajado con reconocidos directores. Ha
recibido premios como el Premio Revelación en los Premios Ercilla (España) y el
Premio al Mejor Actor de Compañía en Cuba.
Georbis Martínez, actor cubano graduado en interpretación y premiado por su actuación en teatro y cine. Ha trabajado en producciones destacadas y ha recibido varios premios, incluyendo el Premio Caricato Mejor Actuación de Reparto.
Betiza Bismark, graduada de la Escuela Nacional de
Teatro de La Habana, ha trabajado en teatro cubano y español, así como en cine
internacional. Ha participado en producciones como Yuli y Guava Island, además
de formar parte de populares series españolas.
Rone Reinoso, actor y músico cubano, es conocido por
su interpretación en el musical Tina sobre Tina Turner y por su trabajo como
doblador y cantante en producciones como La Sirenita.
Carlos Busto es un actor cubano graduado en Arte
Teatral, que ha participado en producciones teatrales, cinematográficas y
televisivas, obteniendo varios premios por su trabajo actoral.
Grisell Monzón es una actriz cubana que ha trabajado
en teatro, cine y televisión, participando en compañías como El Ciervo Encantado
y Trébol Teatro, y ha sido premiada por su actuación en el montaje Hembra.
Carlos Alejandro Halley, actor y cineasta cubano, ha
destacado en el cine con papeles protagónicos y también como guionista y
director. Su cortometraje Un chino cayó en un pozo ha recibido varios premios
internacionales.
Rodrigo Gil, actor cubano que se trasladó a Madrid,
es conocido por sus papeles en series como El rostro de los días y Hijos de
Pandora, y ha participado en películas y obras teatrales recientes.
En resumen, estos artistas tienen carreras destacadas en
diversas disciplinas artísticas y han obtenido premios importantes tanto en
Cuba como a nivel internacional y ese saber hacer lo trasladan a escena
La obra de Carlos Díaz (La Habana, 1957) se describe a
menudo como única e inesperada. La compañía que fundó en 1992, Teatro El
Público, ha estrenado más de 40 obras en los últimos 30 años y se ha convertido
en una institución de La Habana. La obra de Díaz interpreta los textos
enfatizando la sensualidad, expresividad y cubanía de los relatos. Sobre la
adaptación del texto, Norge Espinosa es un dramaturgo, poeta, crítico y asesor
dramatúrgico cubano de Teatro El Público. Para esta compañía ha escrito textos
originales y adaptaciones de autores como Racine, Chejov, Fassbinder, Ibsen y
Shakespeare, entre otros.
Esta Celestina es una propuesta teatral, valiente y fresca
que logra recontextualizar el clásico de Fernando de Rojas en un lenguaje
contemporáneo y universal. La obra no solo mantiene los elementos fundamentales
del texto original, sino que los potencia mediante una puesta en escena cargada
de erotismo, sensualidad y una visión crítica de las estructuras sociales y
económicas que configuran nuestras vidas.
La intervención de los elementos de la cultura afrocubana,
el uso del folclore como un medio de expresión, y la interpretación excepcional
de los actores, contribuyen a dar una nueva dimensión a una obra que, a pesar
de su antigüedad, sigue siendo relevante hoy en día.
Dramaturgia: Norge Espinosa
Puesta en escena: Carlos Díaz
Reparto:
Leticia Martín – Celestina
Carlos Busto – Calisto
Grisell Monzón – Melibea
Rone Reinoso – Sempronio y Pleberio
Georbis Martínez – Pármeno y Lucrecia
Betiza Bismark – Areúsa
Carlos Alejandro Halley – Elicia
Rodrigo Gil – Tristán, Centurio y Sosias
Escenografía y vestuario: Celia Ledón
Diseño de iluminación: Richard Rodríguez
Ayte. de dirección y producción: Manuel De Durán
Producción general: FUNDarte Inc. www.fundarte.us
Una producción de la Comunidad de Madrid y FUNDarte estrenada en el Festival Iberoamericano del Siglo de Oro de la Comunidad de Madrid – Clásicos en Alcalá 2023
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