La crueldad de los asesinatos y de los vivos que se quedan heridos para siempre por el recuerdo de sus seres queridos desaparecidos. El dolor y el perdón, quizás deban ser caras de la misma moneda, a lo mejor el uno es necesario para aliviar el otro. Esta radiografía de los dos periodos san sangrientos de la historia reciente de nuestro país nos pone frente a la realidad del dolor y del sinsentido del asesinato, en este caso por dos ideologías antagónicas. La muerte en el centro, como eje central para explicar lo que somos y para explicar de donde venimos.
Teatro: RIF (de piojos y gas mostaza). Teatro Valle-Inclán.
Teatro: Carsi. Teatro Abadía
El teatro visto de puertas para adentro. Eso es lo que nos plantea esta obra que gira en torno a la figura de este peculiar actor llamado Carsi, que es más que nada una excusa para hablar de la profesión del actor y de los entresijos de una compañía teatral. Porque nada es lo que parece, no todo es tan bonito como aparece en escena, no suelen llenar la vida de aplausos fuera de la escena, más bien de duros golpes por los kilómetros hechos en las giras, por las audiciones fallidas, por la constante búsqueda de un nuevo proyecto que sacar adelante. Y todo esto intentando que las cuentas salgan, que el teatro sea una forma de ganarse la vida, no un simple entretenimiento con el que pasar el rato. Esta última pata, parece la más complicada de cuadrar, en un mundillo en el que todo es innovación y vanguardia, pero que demasiadas veces no se valora el trabajo de los actores.