Aquel que se distinguió en la corte de
Felipe IV como poeta dramático, el que pareciera en ocasiones haberse evaporado
entre el arte de Lope y Calderón, el autor de "El Lindo Don Diego", esa majestuosa
obra de figurón y lo "Primero es la honra", me preguntaba que habría pensado al
presenciar la versión de su obra palatina "El desdén con el desdén". Sí, les hablamos de Agustín Moreto.
Una versión arriesgada, insólita y
para muchos aficionados al teatro clásico poco esperada. Llegábamos al Teatro
de la Comedia, esperando los prolongados soliloquios de Moreto, las
repeticiones y el juego entre protagonista y antagonista, siendo el resto un
acompañamiento de los mismos y nos encontramos con una versión novedosa, ágil e
inteligente de la mano de Carolina África. De un modo magistral, ha sabido
actualizar un texto del Siglo de Oro sin que pierda la esencia de lo que Moreto
quería contar y transmitir. Pareciera como si África nos hubiese acercado ese
verso de modo certero, para que todo un público pudiera entender
lo que en cada sílaba se quiere contar. Una versión estudiada y trabajada con
mimo hasta el punto no de mejorarla quizá, sería un atrevimiento por nuestra
parte, mas bien de interiorizar un texto, hacerlo suyo y compartirlo con
nosotros.
A su lado, Inaki Rikarte que da un paso
al frente y dirige con denuedo esta puesta en escena en la que dará mayor
énfasis al juego actoral, el dinamismo y el movimiento llevando al límite si
bien a los actores, mas aún a los personajes. En una trama en la que el
secreto, la picardía, el descaro, la sátira serán los protagonistas de una
trama que nos hará reír y sonreír desde nuestras butacas, en tanto peor lo
pasan los personajes. Donde la línea entre el amor verdadero y el
amor propio será tan fina que no sabremos distinguir hacía donde camina tanto
desdén.
Se lo contamos:
Carlos, conde de Urgel, viaja a Barcelona junto al conde de Fox y al príncipe de Bearne, invitados por el conde de Barcelona que quiere ver a su hija Diana casada como obligación de nacimiento, pero no pretende contrariar su voluntad. Ella es una dama esquiva y reacia a enamorarse. Carlos, que no encontraba a Diana especialmente guapa, se enamora de ella precisamente porque se ve rechazado. Decidido a conquistarla, diseña una estrategia que llevará a cabo con ayuda de su criado Polilla: intentará vencer la resistencia de la dama pagándole con la misma moneda: en su caso un desdén fingido, porque ya la ama.
Inaki Rikarte se acompaña de un elenco que afortunadamente cada vez toma mas peso y presencia en la escena clásica madrileña, en una mención especial a Helena Pimenta por hacerlo posible. La Joven CNTC no deja de sorprendernos, fascinarnos cada día mas y presentarnos nuevas aristas, con una energía y talento que va in crescendo en cada función.
En este caso Nicolás Illoro interpretará a Carlos el Conde de Urgel, un maravilloso trabajo por parte del actor en un bello juego dramático, desafiado por los desaires de Diana, sorpresivamente se enamora de ella y con la ayuda de Polilla decide pagarla con la misma moneda, será el suyo un desdén fingido ya que el amor ya le ha vencido, compañerismo y escucha en escena con su compañera Irene Serrano en el papel de Diana, una dama esquiva, incrédula, un tanto mimada por su padre y caprichosa para con el resto que entiende lo peor que le puede pasar a una mujer es enamorarse. Y es quizá aquí donde Moreto no resolvía la cuestión y se produce el juego dramático, si Diana está mas enamorada de sí misma y de su amor propio que de los desafíos de Carlos. Trama en la que Irene Serrano se desenvuelve como pez en el agua, y se mueve coherente en escena en un perfecto trabajo de dicción y verso.
El personaje mas bufonesco es para Moreto en muchas ocasiones el que acaba siendo uno de los protagonistas y en esta ocasión no es diferente, Polilla interpretado por un soberbio Mariano Estudillo, es el enlace entre Carlos, sus mentiras justificadas y el público, todo lo sabe como aquel que ve, oye y calla, con sus sentidos puestos en todas las situaciones y partes, si bien, en este caso no calla, mas bien opina y dirige la jugada produciéndose situaciones hilarantes en tanto que a cada batalla ganada de Carlos, parece ser una victoria de Polilla con el que seremos cómplices durante toda la función. La honestidad del actor en escena, guardando un cuasi segundo plano, a la sombra de Carlos hace que las escenas tomen mayor interés si cabe.
Es en esta versión donde el resto de elenco toma mayor protagonismo del habitual dotándoles de mayor contenido, con un fondo que da entidad a los personajes y mayor presencia a los actores. De este modo la enamorada Cintia interpretada por Antea Rodríguez renunciaría a Carlos, no sin antes plantar cara a su señora, Fenisa (Aisa Pérez) y Laura (Alba Recondo) que nos transmitirán que aquello de que el amor es el peor de los males, no va con ellas. Actrices necesarias en los saltos temporales y que dotan de dinamismo una función de casi dos horas de duración.
Completan el elenco Juan Vera, Pau Quero, José Luis Verguizas, y Paco Rojas. En definitiva un diosecillo que hace las veces de Cupido, tres caballeros y el padre de la dama compinchados para que Diana acepte a uno de ellos, sin que se produzca una competición entre ellos, su objetivo es que elija a uno de ellos como marido.
Si les decimos que la escenografía es
trabajo de Mónica Boromello, ya saben que se trata de un trabajo imaginativo,
embaucador y lleno de matices, donde cada elemento tiene un trasfondo y un
significado. Entre la competición y la festividad nos movemos en este caso, permítannos
que les dejemos descubrir a ustedes cada matiz. Ikerne Giménez en diseño de
vestuario, el espacio sonoro trabajo de Luis Miguel Cobo y Felipe Ramos
en iluminación completan un equipo que hace de esta una obra imprescindible.
Sin olvidar, por supuesto una asesoría de verso del mas alto nivel trabajo de
Vicente Fuentes.
Si Diana se casa lo descubrirán de la
mano de la Joven CNTC, les animamos también a que lean a Moreto y que disfruten
como nosotros de esta maravillosa obra del Siglo de Oro.
Ah! Si piensan que aquello del teatro
en verso es algo lejano, como ya les dijimos Carolina África e Inaki Rikarte lo
han acercado un poquito mas a nuestros días. Anímense.
----------------------------------------------------------------------El desdén, con el desdén
Teatro: Teatro de la Comedia
Dirección: Calle Príncipe.
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