Vivimos
en tiempos de metarealidad, un hecho que parece ya imparable. Los más jóvenes
prefieren estar en la soledad de sus dormitorios viendo realidades que nunca
les serán propias porque de hecho, no le son propias a nadie.
Muecas
de felicidad, éxitos tras la pantalla.. del sueño americano, hemos pasado al
sueño youtuber un sueño que ya es universal y quizá fatídico, basado en los
likes que uno cosecha.
Las
marcas pronto se dieron cuenta de un fenómeno que les viene de perlas, para
ellos una publicidad cuasi gratuita, con regalar un producto basta para que
llegue al target deseado y con la mejor sonrisa. Mientras tanto jóvenes en la
soledad de sus casas con su producto recién comprado, viviendo metarealidades.
Tras su
paso por la Sala Beckett de Barcelona, Cristina Clemente nos acerca un texto
actual, directo a la juventud, sin encorsetamientos ni dobleces. Poniendo en
cuestión que las nuevas tecnologías puedan acabar con la literatura, el arte o
la cultura sino que quizá pueda, de alguna manera ser un puente de difusión
entre los jóvenes, en definitiva las nuevas formas de relación en tiempos de
hiperconexión. Un texto basado en experiencias reales de varios bibliotubers
que han conseguido llegar a miles de personas, recomendaciones de libros hasta
como escribir un libro se darán cita, todo a un ritmo frenético y vertiginoso,
que incita mas al entretenimiento que al gusto por la literatura. Como el fast
food, el fast book, leer mucho, muy deprisa, atragantarte, de fácil lectura,
esbozos de ideas. Que agobio, ¡ Vive Dios !
Si
bien, después de ver a algunos de ellos
me pregunto, como será la vida de estos bibliotubers cuando se apaga la
lucecita de la cámara.
Clemente
presenta una idea original y del todo atractiva, una máscara teatral en la que
la actriz protagonista no se dirigirá al público como estamos acostumbrados, en
este caso se dirigirá a sus seguidores. Andrea
tiene tan solo 18 años y 300.000 seguidores en su canal de YouTube “Andrea
Pixelada”, donde se dedica a hablar de libros. A pesar de su juventud, Andrea
tiene claro cómo debería ser la ficción para que el mundo fuera mucho mejor.
Pero todo su mundo tiembla, sus ideales se ponen en cuestión, el día que
descubre una novela que cuenta su propia vida.
Andrea
además de su canal booktuber también da clase de literatura a dos adultos, uno
de ellos ganará un premio con su novela, que será nada menos, que la vida de
Andrea y comienza un metacuadro, en la que se entrelazarán la ficción booktuber
de Andrea y su vida tras la pantalla, dos realidades que no tienen nada que ver
y que pertenecen a una misma persona. Una visión interesante y esclarecedora
del momento actual que pudiera ser el de cualquiera de nosotros y en el que
todos podemos en algunos casos vernos representados.
Andrea
tiene claro como mejorar la realidad y es a través de los libros, teniendo cada
vez mas seguidores, entiende pudiera cambiar la conciencia de todos los que la
siguen y puede quizá que algún día, la lea tanta gente que pueda cambiar el
mundo. No parece saber Andrea, que si no sales a la calle, te unes y luchas el
mundo no cambia tras una pantalla.
Marianella Morena ordena o dicho de otro modo dirige este
caos juvenil, actual, enredado y vertiginoso cisma, que une la realidad con la
ficción, acompañándose de una actriz principal como es Roser Vilajosana vital y de una agilidad necesaria en un papel ciertamente
neurótico y enloquecido, permítanme, ya que nos hablará de sentimientos, y de la
profundidad de las cosas, mientras vemos la impostura frente a sus seguidores,
mostrando un problema que entendemos mas de fondo y que está sucediendo en la
actualidad. Cuando la actriz habla de sentimientos no sabemos si está queriendo
vender el mejor producto para su canal o verdaderamente siente lo que dice. Vilajosana
se mueve serena, entre el rap y literatura.
Ante
ella un halo constante de misterio encarnado en la piel de Mima Riera una mujer tetrapléjica, que nos sorprenderá
en ocasiones, nos desconcertará en tantas otras, porque quizá ella sea la manifestación
de todas las realidades, los éxitos y las ruinas de todas las novelas de Andrea, un personaje
entendemos tan abierto que da pie a múltiples interpretaciones. Acompañadas por
Àssun Planas y Borja Espinosa, un tándem de alumnos de literatura que nos hará reír
pero nos llevará también con su novela,
quizá a la parte mas real de toda la obra, la realidad de Andrea. Actores que
acompañan a Vilajosana permitiendo que sea ella quien lleve las riendas frenéticas
de esta puesta en escena.
Impecable trabajo de escenografía de la mano de Paula Bosch, situándonos
en el cuarto de una adolescente, que pareciera una bohardilla, en
el que pasar las horas, con espacios y subespacios que iríamos descubriendo a
lo largo de la función, magnífico trabajo junto al trabajo de iluminación de Guillem Gelabert y Berta
Riera en vestuario, optando por una idea actual y casual, como no podría ser de
otra manera en este caso.
Una obra que les
encantará a los mas millenials, y de la que los mas entrados en años hemos de aprender
ya que mas allá de juzgar o criticar sus modos, también debemos mirar a la
generación que viene, con una forma de comunicar que ya es imparable.
Teatro: El Pavón Teatro Kamikaze
Dirección: Calle Embajadores 9.
Fechas: Del 24 de abril al 12 de mayo. Martes a Sábados, 20:30 h. Domingos, 19:00 h.
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