Con motivo del décimo aniversario de su estreno, el Pavón Teatro Kamikaze rescata, con su elenco original, La función por hacer. Una obra que comenzó a representarse en el hall del Teatro Lara con apenas público, pero que ha conseguido convertirse en uno de los referentes de la escena teatral española de los últimos años, cosechando innumerables éxitos, entre los que se incluyen siete premios Max.
Basada en Seis personajes en busca de autor de Pirandello y adaptada de forma audaz al teatro del siglo XXI por Miguel del Arco y Aitor Tejada, la acción comienza con un artista que le muestra a su novia un retrato en el que ella no se reconoce y que origina una discusión sobre arte. Sin duda, un texto cargado de humor y situaciones de pareja cotidianas que raya la banalidad. El público no sabe lo que se le viene encima.
Pocos minutos después desde el inicio de la acción, cuatro personas irrumpen en la sala, dejando atónitos a todos los presentes y exigiendo ver al autor de la obra que está siendo representada. Los actores de la obra inicial intentan por todos los medios expulsar a estos «intrusos» y hacen partícipe a un incrédulo público de su decisión, dándole la oportunidad de seguir viendo la obra inicial o adentrándose en una historia con una carga dramática mucho más potente que la que se está desarrollando.
Estos cuatro desconocidos, que se hacen llamar a sí mismos «personajes», exigen contar su historia, la que ha sido escrita por el tan buscado autor y que les aboca a «revivir», una y otra vez, la misma situación dramática, en la que el odio, el dolor y la muerte se convierten en los protagonistas de esta nueva historia. El autor les ha concebido en su imaginación para más tarde abandonarles en un cajón huérfanos incluso antes de haber podido conocer su destino.
A partir de este momento, realidad y ficción se convierten en uno. La actriz de la obra principal, recelosa, encuentra muchas más dificultades para asimilar la intromisión que su compañero de escena, quien queda fascinado desde un principio con la nueva historia. Finalmente, ambos comparten el mismo entusiasmo y aprovechan el drama que está siendo contado para su propia satisfacción.
Todo esto desemboca en un debate sobre el proceso creativo, la construcción del personaje y de si éste se crea desde las características y experiencias personales del actor o si por el contrario, está lleno de vida. Una polémica digna de cualquier escuela de interpretación, pero con el valor de añadir ciertos aspectos trasladables a la vida cotidiana, porque, ¿qué sucedería si nuestra historia ya estuviese escrita?, ¿si por mucho que intentáramos cambiar el rumbo de nuestras vidas, estuviéramos predestinados a vivir una y otra vez el mismo dolor? Es inevitable que el espectador se plantee hasta qué punto es consciente de la manera en la que se enfrenta a la realidad, si sabe quién es o si es capaz de pensar más allá de las pautas que le han impuesto.
Sublime adaptación con un elenco coral que incluye a Israel Elejalde, Manuela Paso, Raúl Prieto, Cristóbal Suárez, Teresa Hurtado de Ory y Nuria García, éstas en sustitución de Bárbara Lennie y Miriam Montilla a partir del 3 de julio, que son capaces de mostrar las bajezas del ser humano y hacer una denuncia aplastante de la diferencia entre lo verdadero y lo real, sin limitarse únicamente al escenario principal, sino moviéndose como pez en el agua entre el patio de butacas y unos «palcos» creados especialmente para la ocasión. Cabe destacar los diálogos frescos pero a la vez contundentes que dejan al espectador con ganas de más, aunque desde el principio se deja entrever el maltrecho final de los personajes, poniendo otra vez de manifiesto una innegable atracción –cuanto menos, malsana– por el morbo.
La historia gira
en torno a una escenografía sencilla, casi minimalista, en la que el público se
integra de manera perfecta y termina formando parte de la obra como un «personaje»
más. Es un claro ejemplo de que no se
necesitan grandes despliegues para que una obra funcione, ya que el texto y el trabajo
actoral, sumado a una excelente dirección, son más que suficientes para
enganchar al público de principio a fin.
Estamos ante una obra en la que el espectador se enfrenta a un reto poco frecuente, que le exige el esfuerzo de dilucidar dónde se encuentra realmente la historia dentro de los distintos planos que se le presentan con gran solidez teatral.
Teatro: El Pavón Teatro Kamikaze
Dirección: Calle Embajadores 9
Fechas: De Martes a Viernes a las 20:00, Sábados a las 19:00. Domingos a las 20:30
Una crítica muy acertada que se ajusta mucho a lo visto por mí.
ResponderEliminar