El trabajador frente al patrón, la lucha del movimiento obrero que marca el devenir de un país, y consecuentemente de su Historia. Una familia marcada en sus distintas generaciones, por momentos clave de la lucha obrera, en la que los poderosos siempre quieren más a costa de los trabajadores. Una Guerra, con su posterior dictadura, una democracia con su oscura transición, incluso en tiempos de la República, los más poderosos han intentado vivir a costa de los que que menos tienen, y en ocasiones los oprimidos han luchado para que esto no siguiese así...
El Teatro del Barrio se ha convertido en lugar singular, en el que se programan todo tipo de montajes, pero siempre con marcado carácter social . Desde obras de marcado carácter social, como "No sólo duelen los golpes" o "Celebraré mi muerte", hasta otras de marcado carácter político, como "Ruz Bárcenas" o "El Rey" (ambas con versión cinematográfica). Dentro de esta diversidad temática, destaca la revisión de la Historia reciente que han hecho con obras como "La Sección", "Gandula, Ley de vagos y maleantes" o el ciclo Mujeres que se atreven, del que hemos podido ver hasta la fecha "Emilia" y "Gloria". Un lugar especial, en el que además de divertirte puedes conocer un poco más de tu pasado reciente, o darte cuenta de lo manipulados que estaban los libros de texto que estudiabas en el colegio.
En esta labor de revisitar lo que ha sido nuestro país en los últimos años, es pieza clave Alberto San Juan, autor y director de esta obra (con Ana Belén Santiago como ayudante de dirección), que lleva años creando espectáculos de este tipo, en los que se pone en duda todo aquello que nos enseñaron, para hacer un análisis mucho más profundo de por qué estamos en la situación actual. La citada "El Rey" es el claro ejemplo de una historia que se nos ha vendido edulcorada, intentando salvar la figura del Rey emérito. En esa misma línea ha tratado la debacle económica de la pasada crisis en "Masacre" o ha hecho una ácida crítica al capitalismo en "Autorretrato de un joven capitalista". Una nueva manera de hacer teatro, en la que hay se cuestionan todas esas realidades que siempre creímos como verdades absolutas, porque todo depende de los ojos con los que se mire, y los de San Juan quieren abrirnos la mirada a muchos de los episodios más oscuros de nuestro pasado.
Esta producción del Teatro del Barrio fue estrenada la pasada temporada en el Teatro Español, con un éxito total de crítica y público (agotaron entradas todas las noches). Una maravillosa historia de amor y lealtad, de creencias que se llevan en el alma, generación tras generación, que nos hacen pensar que el mundo debería ser más justo, que todos deberíamos tener las mismas posibilidades de ser alguien, que no ganen siempre los mismos... Pero esta es también la historia de una familia, fiel a unos ideales, a una manera de ver el mundo y de actuar en la vida, pero ante todo una familia que se mueve por el amor a los suyos, aquellos que siempre están cuando se les necesita, parejas que sufren calamidades y penurias, y pese a todo siguen juntos y enamorados como el primer día.
Esta descomunal historia de amor nos traslada a los primeros años del pasado siglo, para contarnos la vida de Pilar y Luis, dos enamorados que viven de trabajar la tierra, "del hambre necesaria para la existencia del latifundio". Dos personas que cimientan sus vidas en el amor hacia el otro, pero también en la creencia de que se puede aspirar a un mundo mejor, uno en el que todos seamos iguales. Una familia que generación tras generación se ve obligada a defender sus ideales y su amor frente a cualquier injusticia. En la República, en la dolorosa Guerra Civil, contra la dictadura, en la turbia transición o en estos años de "estabilidad", siempre han buscado la libertad, los derechos de los trabajadores, la igualdad de las personas, la necesidad de luchar por una democracia real que aún está por venir. Frente a todos los avatares de la vida, ellos seguirán luchando por su amor, porque saben que es lo único que depende de ellos y que pueden admitir como propio y real, el resto se tambalea demasiado bajos sus pies.
La historia comienza en el Café La Tranquilidad (Barcelona), donde la pareja formada por Luis y Pilar se acerca a una mesa para pedirle una moneda a un hombre. La moneda no se la da, pero a cambio le ofrece su pistola, para que vaya a un banco a coger lo que les pertenece, con la contundente frase "Ve a un banco y coge lo que necesites, es tuyo". Son los años veinte del pasado siglo y con esta "explosiva" declaración de intenciones comienza la música, para meternos de lleno en este viaje generacional por lo que ha sido el movimiento obrero a lo largo del siglo pasado y lo que queda de él en nuestros días. Un convulso recorrido que nos llevará por los momentos más significativos de la historia reciente de nuestro país, de la mano de tres generaciones de una familia proletaria. Personajes anónimos, como los propios protagonistas, se mezclarán con personajes históricos para darnos un interesante esquema de lo que ha sido el movimiento obrero en España, desde su nacimiento a finales del XIX hasta nuestros días, pasando por la Guerra civil, la negra dictadura, las primeras grietas en el franquismo a partir de los años 50, la llamada transición o la victoria del partido socialista, desembocando en el mundo postindustrial y tecnológico en el que vivimos.
Toda esta bella historia viene impregnada por la música del gran Santiago Auserón, que consigue mecernos, guiarnos y enfurecernos en los distintos pasajes de la historia. Aunque las canciones son interpretadas en su mayoría por Lola Botello, con Alberto San Juan a la guitarra y por momentos Luis Bermejo a la batería, el alma de Auserón se nota en toda la obra. Considerado uno de los mejores autores del panorama nacional, Auserón siempre ha sido un artista comprometido políticamente, y en cada uno de los temas que se interpretan en la obra se nota su afilada pluma y su conocimiento de todo lo que cuenta la historia.
Los protagonistas de esta aventura serán Pilar Gómez y Luis Bermejo, dando vida a los sufridos obreros que son castigados con todas las penurias a las que su condición de trabajadores y luchadores les llevan. Alberto San Juan y Lola Botello interpretarán a todos los personajes que se va encontrando la pareja a lo largo de la historia. Las actuaciones de los cuatro son maravillosas, haciendo alarde de sus capacidades para la interpretación, el baile, el canto y los instrumentos musicales. Un auténtico tour de force en el que nos deleitarán con escenas memorables. Por señalar una, que simboliza mucho lo que son estos fenómenos, me quedaré con la escena en el salón de la casa de Sanchinarro, con la conversación entre los cuatro actores, con unos Alberto San Juan y Pilar Gómez sublimes en su verborreico discurso sobre la situación del país, pero con un Luis Bermejo descomunal, con unos gestos, muecas, espasmos, que te impiden dejar de mirarlo, recordándonos su inolvidable monólogo "El minuto del payaso".
Todos están a un gran nivel, pero es lícito hablar con más detalle de Luis Bermejo y Pilar Gómez, que nos regalan dos interpretaciones estratosféricas. La actriz hace un despliegue absoluto de fuerza y sinceridad en escena, al nivel de anteriores trabajos con los que nos deslumbró, como "Emilia" o "Mejorcita de lo mío". La frescura que se mezcla con la sobriedad, la fuerza con la fragilidad, la pasión con el dolor, en una interpretación dividida en las tres mujeres de la familia, cada una con sus propios matices, sus propias inquietudes, pero siempre los mismos problemas y todo marcado por el amor incondicional de todas ellas hacia Luis.
Luis es el impresionante Luis Bermejo, que cada vez que sube a un escenario demuestra que es uno de los mejores actores de nuestro país. En esta ocasión nos regala una actuación cargada de matices, de dualidad, de personajes que se ven superados por su propia situación vital. El simple hecho de ver como se mueve en escena ya transmite todo lo que un personaje necesita. Actor de éxitos como "el Rey", "Urtain", "maridos y mujeres" o "El traje", todos los que le hemos visto en su papel de payaso sabemos que hay pocos como él. El repertorio de gestos y muecas con las que engrandece cada personaje hace que las escenas rocen por momentos el teatro del absurdo y en otros el melodrama.
Con una mínima escenografía (diseñada por Beatriz San Juan, que también se encarga del vestuario), la historia se va desarrollando con naturalidad, con la destreza que los actores imprimen a cada una de las escenas y con la incursión de la música como hilo conductor de todo lo que ocurre. Elementos que entran y salen de escena y que sirven de aopoyo a las brillantes interpretaciones de los actores. Muchas de las escenas se desarrollan en un espacio neutro, en el que cobra especial importancia la iluminación de Raúl Baena, que sabe dar la calidez o el dramatismo necesario a cada ambiente. Sólo los instrumentos musicales y una mesa de escritorio, todo ello en un segundo plano, permanecen inmóviles a lo largo de la obra, y pese a todo se consigue una ambientación total, en la que todos nos vemos en los campos de Extremadura, en las calles de Lavapies, en un salón de un piso de Sanchinarro, o en el mismísimo Congreso de los Diputados, escena esta cargada de emotividad y con una mezcla de realidad y ficción de gran belleza.
Teatro: Teatros del Barrio
Dirección: Calle Zurita 20
Fechas: De Martes a Sábados a las 20:00. Miércoles 2 de Octubre a las 22:30
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