Lacura en Teatro del Barrio

Hace unas pocas hora que sentí Lacura muy dentro, una catarsis existencial entre “la cordura” que inexorablemente lleva a “la locura” en una sociedad superficial, que invita a la rapidez, al show, a la ley del mas fuerte y en la que todos y todas nos vemos inmersos. Un experimento teatral que cala en lo mas hondo del ser, de la mente, la cultura impuesta y autoimpuesta, las normas sociales, hábitos ancestrales que nadie se cuestionó y es así como llegamos a este mundo con una mochila en la espalda, mas que con un pan debajo del brazo.

Elementos que no nos permitirán ser nosotros mismos, el miedo, la culpa, la angustia, la frustración son elementos interiorizados, y clavados a fuego en las entrañas y como partes del todo, en la sociedad misma. Entrar en el Teatro del Barrio, supuso en esta ocasión mirarnos en un espejo proyectado en una sala a la vista de todos y todas. Eduardo López en el trabajo audiovisual ha sabido transmitir nuestro yo mas íntimo,  de este modo salimos del teatro sintiendo que vivimos no en un sueño, mas bien en un ensayo, en el ensayo de la propia vida.

Tienes que ser dulce, caer bien a todo el mundo, no sufrir, sonreír y a la vez ser honesta, ágil, eficaz en todo, saber de todo, no ser demasiado fría ni demasiado caliente... hellooo? (como diría la propia Bibiana en escena). Todo tan contradictorio que es imposible no terminar en la frustración mas absoluta, o efectivamente rendirse y decir...Sí, soy una mierda, no puedo con todo.
Un amigo me decía una vez -Muy importante te tienes que sentir para creerte una mierda. Y sonreí, porque es cierto. No somos mas que partes muy pequeñas de un engranaje, y no somos mas especiales que los demás, ni para bien, ni para mal.

La cordura, hacer lo correcto, las voces externas que claman al deber, el deber de casarse, tener hijos, trabajar únicamente por dinero. Y sigues las normas, y estudias y trabajas por dinero, y tienes un coche, una hipoteca y llega un momento en el que eres absolutamente consciente de que nada ha sido realmente decisión tuya y que no eres lo suficientemente simpática por mas que te lo propongas, que no caes bien a todo el mundo por mas que lo intentes. Pero ya es demasiado tarde, has cargado de tantas piedras la mochila que llega un momento en el que no puedes mas. 
La cordura, toda esa de las líneas anteriores, te está volviendo loca y cuando esa locura llega, no tiene tanta gracia.  Caes en lo mas hondo, todo lo ves negativo, por mas que luches contra ello, te sientes sola, deprimida hasta que  un día la cabeza hace “click” y decides resetear el sistema. Comenzar a tomar tus propias decisiones, empezar a sentir, a decir lo que piensas, a no sonreír con todo, a tener miedo y ser consciente, a pedir ayuda y tate! que comienzas quizá no a ser mas feliz, pero sí a ser mas tú misma.


El ser como enfermedad, la sociedad como problema, la ansiedad como enfermedad del Siglo XXI dicen los expertos, pero con la imposibilidad pareciera de poder transformarlo. Ser conscientes, tomar las riendas de nuestra propia vida, es un paso difícil, un camino pedregoso por el que es difícil transitar, nuestros demonios, esos que acechan en estado latente nos obstruirán y destruirán en cada pasito a la autonomía interior. 
Se lo contamos.
Un solo teatral, una comedia de auto ficción que dirige la mirada exterior hacia uno mismo, cuestionando las creencias personales a través de la sátira y el humor. Una actriz encarnando más de siete personajes en distintos estilos teatrales -pantomima, teatro coreográfico, proyecciones, parodia, realismo mágico, musical, stand up comedy- intentando desquebrajar en su argumento la idea social de soledad y separación.


Bibiana Monje autora e interprete se acompaña en la dirección de Enrique Pardo con la ayudantía de Daniel Gallardo. La actriz utilizará a la familia como hilo conductor, para expresar ese cordón umbilical que nos ata a una sociedad de raíces podridas, una familia con la que reiremos hasta llorar, que podría ser la familia de cualquiera de nosotros y que después de las risas deja un sabor muy agridulce, porque habernos visto tan reflejados, quizá no tenga tanta gracia.
Llevamos décadas intentando hablar de la conexión entre lo privado y lo público, del ser individual y el ser social y nadie lo ha expresado de manera tan magistral como Bibiana Monje representando inicialmente una proyección que presentará a la actriz con una comedia de auto ficción donde la música y el collage audiovisual estarán presentes, la actriz jugará de manera armónica e integrando perfectamente a la propuesta “loops” , donde las diferentes frases de los personajes que representa se repetirán como una constante tal y como sucede en nuestra propia vida, decimos algo y la cabeza puede pasar horas, incluso días repitiendo y dando vueltas a una misma frase que se enlaza con otras frases y conversaciones en un totum revolutum.
Una experiencia que lo tiene todo, la actriz llena el escenario, canta, baila en una coreografía serena y con sentido, se desdobla en siete personajes con unos meritorios cambios de registro. Perfecta dicción, gesto y voz en un solo teatral de noventa minutos, donde se acompaña de un vestuario en el que Marta Belmonte, escénicamente hablando, deja al descubierto a la actriz, camiseta y legging negro impoluto, descalza. Venían a la cabeza, la pantomima, el clown, un ensayo teatral.  
El texto y ella misma serán el constante centro de atención, no hay ningún elemento que distorsione el foco. Sentados en el patio de butacas no nos fijamos en la escenografía, porque digamos que es inexistente, solo existen elementos manejados por Monje, que mas aún se acerca al público y le interpela directamente.  La valentía del experimento ya no podía ser mayor. Esto sí que es desnudarse en escena.

Sentir, transitar un camino tranquilo, siendo conscientes que los prejuicios no paralicen, decir te quiero, abrirte, decir lo que piensas, ser una misma...¿Qué miedo eh?... ¿lo intentamos y a ver qué pasa?. Yo después de ver Lacura voy a probar...


La locura mas cuerda que vi nunca, una experiencia teatral imprescindible
             
                

LaCura.
Dirección: Calle Zurita,20
Fechas: Del 17 al 27 de octubre
Entradas: 2x1 el sábado 17 14€  Web de Teatro del Barrio. 

       

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