Verano, en la Sala Roja de los Teatros
del Canal, medidas impecables en los protocolos de seguridad, medición de
temperatura, separación, mascarilla obligatoria en el teatro. Todo puesto a
punto, para que podamos disfrutar del espectáculo.
Un público expectante, esperando al
elitista y refinado cuarteto de cuerda con el que durante una hora y media
aproximadamente disfrutaríamos del repertorio clásico más solemne. Concierto para violín en Mi menor, Opus 68.
Felix Mendelssohn, Vuelo del Moscardón. Nikolái Rimski-Kórsakov, Tocata y Fuga.
Johann Sebastian Bach...y entran en escena, pero claro al mas puro estilo
Yllana un pintoresco y extravagante cuarteto sardónico, haciendo alarde de una
finura un tanto destartalada e hilarante, con un repertorio donde Los Beatles y Police también
iban a tener cabida.
Y es que Juan Ramos y David Ottone lo
han vuelto a hacer, en la dirección artística han acercado al público un género
que a todas luces parecía sernos ajeno.
La ética, el talento, copiar sin pudor
las creaciones de otros serán algunos de los temas que se ven reflejados en
Maestrissimo (Pagagnini 2). The Opera
Locos nos abrió los ojos, aprendimos, que la música es universal, que no hay género
elitista y que se puede llegar a todos los públicos con el talento y voluntad
del que sabe hacerlo porque el público siempre demuestra que está encantado de
recibirlo. Nos pudimos reír de los egos y en Pagagnini pudimos ver la parodia
del encorsetamiento en el que se encarcela el género clásico.
En Pagagnini, ya habíamos
interiorizado la idea, y el género como les decimos, ya es nuestro también, con
la humildad del que lo mira sin saber y dejándose llevar por el buen hacer de
cuatro grandes músicos, Eduardo Ortega, Jorge Fournadjiev, Isaac M. Pulet,
Jorge Guillén “Strad” . De los tres primeros pudimos disfrutar en Pagagnini
junto con Ara Malikian en un despliegue de vis cómica y teatro gestual de alto
nivel utilizando la música como lenguaje universal.
Jorge Fournadjiev divertidisimo en el papel de músico en segundo plano con la complicidad del público que junto a él sabe todo lo que puede ofrecer él y su instrumento sin necesidad de los ególatras violines siempre quitándole protagonismo a su violonchelo. Moverse en escena con un instrumento así, el juego de "tocar a ciegas" junto a las castañuelas componen un trabajo sorprendente por parte de Fournadjiev.
Jorge Guillen "Strad" se ha convertido en un músico esencial cuando hablamos de acercar la música instrumental al gran público. Strad interpreta a un músico que se quiere a sí mismo, se aprecia y venera a partes iguales, le gusta el reconocimiento del público y de todo el que pase por allí, un piropo a él nunca le viene mal, así se mueve enérgico en escena y se hace ver como buen protagonista. Fuera del personaje Guillen transmite el compañerismo del virtuoso que bien conoce el género y sabe quedar en segundo plano para mayor lucimiento de sus compañeros en escena. Un trabajo espectacular por parte de Strad.
Eduardo Ortega e Isaac M. Pulet, el talento y la copia. Dos músicos que interpretan en definitiva, varios dilemas, la historia de la música y varios encuentros directos entre ellos de una comicidad envolvente.
Maestrissimo parte de la misma idea que
Pagagnini pero da mas importancia al estilismo de los personajes, diferenciándose también del espectáculo precedente en la propia historia. Así han decidido
situarse en un contexto indeterminado del tiempo entre los Siglos XVII y XVIII.
Se lo contamos:
Maestrissimo es un
espectáculo «allegro e molto vivace» a mitad de camino entre el concierto de
cámara, la comedia satírica y el retrato de época, en el que se muestran, al
más puro estilo Yllana, las aventuras y desventuras de un cuarteto de cuerdas
en un período indeterminado entre los siglos XVII y XVIII (Barroco y
Neoclasicismo).
Un músico de relleno,
un segundón sin apellidos pero con un talento descomunal, intentará progresar
en el escalafón y alcanzar el título de maestrissimo. ¿Serán su talento y su
genialidad suficientes como para hacerse un hueco en un mundo tan jerarquizado?
¿Conseguirá el prestigio que por derecho se merece?
En la misma línea que
Pagagnini, pero con una entidad propia, Maestrissimo deleitará a los
espectadores con una cuidadísima estética y unos personajes divertidísimos,
abordando temas como la ética, la creación, la originalidad y el valor del arte
en la sociedad, al mismo tiempo que repasa momentos cumbre de la música
clásica.
Un público intergeneracional entregado a
conseguir el título de Maestrissimo, con aplausos, campanillas o lo que este
cuarteto tuviera a bien solicitarnos. Niños y niñas entre el público integrados
como así padres y abuelos en este concierto de cámara tan peculiar. Porque ante
todo lo prioritario es el divertimento y sin duda lo consiguen, con un público
que participa y rie a carcajadas tal y como Yllana nos tiene acostumbrados.
Tatiana de Sarabia en el trabajo de
escenografía y vestuario genera un trabajo impecable inspirándose en la moda
palaciega del siglo XVII, otorgando una clara personalidad propia a cada
personaje. Generando un todo escenográfico donde instrumento, músicos y público
constituyan una sola unidad estética. El maquillaje creación de Sara Álvarez da
continuidad a la misma idea de sencillez pero recordardo a la estética del
siglo XVIII.
Por último
destacamos el trabajo de Fernando Rodríguez Berzosa en el diseño de
iluminación, luces y sombras que matizan los momentos más cómicos, con las
piezas que seducirán a un público atento a cada movimiento.
Un
espectáculo que finalizaba con un público puesto en pie aplaudiendo un trabajo imponente
y que sin duda les recomendamos.
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Maestrissimo
Teatro: Teatros del Canal
Dirección: Calle de Cea Bermúdez 1
Fechas: Del 25 de Agosto al 6 de Septiembre
Entradas: Desde 14,25€ en teatroscanal. De Martes a Sábado a las 20:30, Domingo a las 19:30
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