Teatro: Otelo. Naves del Español

Prodigiosa y artesanal la singular versión que estos días se ha podido disfrutar de este gran clásico de Shakespeare. Una pieza original y divertida, genuina y diferente, que nos deja atrapados en la butaca de principio a fin. Una historia de sobras conocida que en este montaje va un paso más allá, con actores haciendo de auténticos prestidigitadores para encajar cada una de las piezas que conforman esta preciosa obra.



El virtuosismo con el que los actores se mimetizan con las marionetas es impresionante, llegando a convertirse casi en una prolongación de ellos mismos. Este singular montaje creado por dos actores para compartir el escenario con marionetas y objetos es un bello ejercicio tanto estético como actoral. Actores que se fusionan con las marionetas para crear un universo singular, que destila ternura y coraje, frescura y magnetismo. Un ejercicio que busca potenciar la puesta en escena del montaje, y damos fe que el resultado es primoroso, haciendo de la obra una historia mucho más atractiva y potente, sobre un texto ya por todos conocido.


Esta producción de Viajeinmóvil es una delicia para el espectador por su contundencia y su plasticidad. Todo en esta pieza es impactante, bello, original. La compañía está durante este mes por partida doble en las Naves de Matadero. Tras este impactante montaje nos presentarán "Lear", del 12 al 16 de Mayo. Una lástima que montajes como estos permanezcan tan pocos días en cartel, así que no lo piensen y corran a comprar sus entradas, les sorprenderán. Viajeinmóvil se definen a si mismos como "un colectivo de actores, músicos, escenógrafos, diseñadores, productores y técnicos dedicados al estudio y creación del teatro ligado a la materia. En dos palabras, se trata de Teatro Total, con el único requisito de instalar la materia al centro de la escena. Es un teatro que se crea tanto en el escenario como en el taller y que se nutre de ambos". Hasta la fecha todos sus espectáculos, desde su creación en 2005, tienen un denominador común: la utilización de marionetas, la animación de objetos y la presencia de escenografías móviles.


La adaptación de la obra de William Shakespeare corre a cargo de Teresita Lacobelli, Jaime Lacobelli, Jaime Lorca y Christian Ortega, responsables también de la dirección del montaje. Aunque cueste decirlo tratándose de la obra a la que nos referimos, la historia queda en un segundo y toda nuestra atención se centra en la prodigiosa dirección de los actores y las marionetas. Hay veces en que es el conjunto en si lo que nos llega, como en este caso, un montaje diferente y sublime que hace que cada escena se nos quede grabada en la retina



Como ocurre en todos los espectáculos de la compañía, son los objetos el punto de partida sobre el que se cimenta la obra. Lo material como punto de partida de la obra, pasando por encima incluso de la propia narración. Esta unión de actores con marionetas imprime un ritmo pausado y delicado por momentos, ágil y vertiginoso en determinadas escenas, colosal en todo momento. Las secuencias son de una plasticidad asombrosa, con una acción desenfrenada que contrasta con momentos de pausada y tierna intimidad. Todo ello tamizado por el humor y la sorpresa de la ingeniosa propuesta de marionetas. Una mezcla de realidad y fantasía, de objetos y actores, de humos y tragedia.


Para la compañía "el verdadero tema de Otelo es el feminicidio, no los celos. Creer lo contrario, es endulzar la obra reduciéndola a una tragicomedia de malos contra buenos. El asesinato de Desdémona no se puede suavizar elevando el crimen a una dimensión romántica: "Hablad de mi como alguien que amó demasiado, alguien que por celos, quedó preso de la locura", dirá Otelo al final de la pieza". De esta manera nos plantean temas tan necesarios como la violencia de género, el feminicidio o las relaciones personales, dando una visión diferente del clásico, desde un prisma más actual. Es el esfuerzo por acercar la tragedia clásica al público del siglo XXI, poniendo "el acento en el carácter popular que la caracterizó desde sus primeras presentaciones en 1604 y que con el correr de los siglos fue perdiendo". 



En esta búsqueda por actualizar el clásico, la propuesta gana al introducir esta impactante combinación de actores y marionetas, que hacen difuminar la realidad con la ficción, lo humano con lo artificial, lo narrado con lo onírico. Un preciso ejercicio de ingeniería teatral, en el que todo encaja a la perfección para conseguir un resultado impactante, contundente y brillante. La obra busca "lenguajes escénicos que propicien una nueva mirada de un texto universal" pero llevándolo un paso más allá, en el que lo material y lo visual sea lo que nos adentre en el contenido real de la propuesta.


Los actores encargados de este meticuloso y preciso trabajo son Nicole Espinoza y Jaime Lorca. Ambos están impecables en su propuesta, tanto como actores como al mando de las marionetas. La precisión con la que ejecutan cada movimiento, cada cambio de registro y cada giro en su interpretación, es realmente encomiable. La rigurosidad con la que ejecutan cada movimiento no les resta ni un ápice de soltura a la hora de interpretar, manteniendo el ritmo y sin parar de participar, de una u otra manera, en todo el montaje. Un impresionante trabajo que merece ser reseñado por la dificultad añadida que entraña el hecho de tener que cambiar de registro en cuestión de segundos, teniendo que hacer también los cambios de vestuarios, escena y personaje.



Todo ello se enmarca en una sencilla escenografía que los actores moldean a su gusto para que en cada momento todo pueda cambiar, según las necesidades de la obra. Con una simple cama, con la que consiguen recrear diversos escenarios, consiguen que todo gire en torno al elemento central, el cual llega a pasar desapercibido ante la propuesta visual y plástica de las marionetas. El impecable diseño de vestuario corre a cargo de Loreto Monsalve, que hace un trabajo excelso para crear toda la indumentaria de los personajes y que puedan encajar con actores y marionetas. La iluminación ha sido diseñada por Tito Velásquez, que le da una tonalidad sombría a toda la obra. El diseño de sonido es de Gonzalo Aylwin y la música de Juan Salinas, perfectos acompañamientos para toda esta impecable propuesta.


En definitiva, estamos ante un montaje poderoso y muy atractivo para el espectador, tanto por su originalidad como por la destreza de los actores a la hora de manejar las marionetas y su interacción con ellas. Una compañía, Viajeinmóvil, a la que hemos conocido con este montaje y a la que seguiremos muy de cerca, sin ir más lejos en unos días de nuevo en las Naves de Matadero con "Lear". Divertido, impactante, ingenioso, potente. Un montaje que no dejará indiferente a nadie. VOLVAMOS A LOS TEATROS. LA CULTURA ES SEGURA.

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Teatro: Naves del Español
Dirección: Paseo de la Chopera 14.
Fechas: Del 5 al 9 de Mayo. De Miércoles a Domingos a las 19:30.
Entradas: Desde 20€ en NavesMatadero


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