Dos conceptos del arte y de la vida. Dos actrices y dos actores construyendo con soltura este palíndromo escénico: Rosa Merás (Tratante de Arte), Adrián Navas (Arto), Daniel Jaén (Samsa)y M.ª José Palazón (Vita).
La puesta en escena (Rosa Briones) minimalista, gira entorno a un objeto/escenario que bien podría ser una escultura/arquitectura sacada de otro museo. La propuesta se apoya en imágenes grabadas y cuidados efectos de luz y sonido (Cristina Santoro y Lía Alves).
El autor de la dramaturgia Francisco Javier Suarez, plantea muy bien algunos aspectos propios no sólo de nuestra época: La dificultad para definir unos tiempos convulsos, para desentrañar la naturaleza del arte y su función en la sociedad…
Este contexto sirve para hacer un repaso a los temas universales que acompañan al hombre desde siempre, pero con una visión completamente actual, juvenil, y con desafíos tan de hoy como los que se derivan de la crisis del medio ambiente, la desigualdad y un capitalismo desbocado.
Además, “Arde ya la yedra” plantea todos los debates filosóficos en torno a la naturaleza del Arte contemporáneo. A su relación con la historia, a su necesidad de transformarnos y no dejarnos indiferentes frente al desastre de una naturaleza cruel y maltratada. A su carácter provocador... esto es la vanguardia. No olvidemos que el Arte lleva en crisis más de cien años.
“La sociedad que se entrega a lo que no ofrece resistencia…No vulnera nada”- Como la escultura de un perro pulido.
Los jóvenes de esta obra nos presentan la juventud como sabiduría, como un nuevo entusiasmo y no al revés. Es lo viejo lo que ha cedido al conformismo y ha perdido la esperanza.
Y es en la voz de la joven y maravillosa
Vita (interpretada con una verdad y una fuerza que contagian por M.ª José Palazón) desde donde se nos
lanzan sentencias como ventanas que nos abren la mente a la reflexión:
- “Allí donde está el
dolor también está lo que nos salva”.
Por momentos la obra recuerda al Samuel
Beckett de “Esperando a Godot”. La mujer mecenas (Rosa Merás) habla y habla con su móvil y con nadie en un monologo
autocomplaciente y neurótico sin querer diferenciar el dinero de
la belleza.
- “¿Quién se come a quien en el mundo del Arte?”- nos dice la Mecenas.
Samsa (Daniel Jaén) un joven despistado por laberintos de palabras, se queda en ellas solamente, buscando la luz. Y Arto (construido de forma natural y muy auténtica por Adrián Navas) descubre que está “harto” de su vida gris y repetida y busca junto a Vita, una vida mejor y un poco de arte, ya que estamos. Me ha gustado mucho con que sutileza y elegancia resuelven el juego de la seducción estos dos actores (Mª José Palazón, Vita y Arto, Adrián Navas), es otro detalle más de su buen hacer.
En fin, la obra habla de nosotros, tal como éramos antes quizás, en un debate que nos hacía falta escuchar…
¿Es el sol capaz de improvisar?
No lo sé, pero merece la pena ir a comprobarlo.
-----------------------------------------------------------------------
Propuesta escénica: Rosa Briones
Dramaturgia: Francisco Javier Suárez
Ayudantía de dirección: Virginia Rodríguez
Secretaría de producción: Guillermo Dorda
Reparto: Rosa Merás, Mª José Palazón, Adrián Navas y Daniel Jaén
Escenografía y atrezzo: José Luis Raymond
Diseño iluminación: Cristina Santoro y Lía Alves
Espacio sonoro y diseñador audiovisual: Gastón Horischnik
Diseño de vestuario: Natalia Esgueva
Locución: Fernando Adrián Nequecaur, Raquel Cubillo y Guillermo Dorda
Distribución: TERRITORIOVIOLETAS.L.
Audiovisual: Centro de Documentación Teatral
Diseños: Pepa Muñoz y Silvia Pereira
Agradecimientos: Teatro Municipal de Coslada, Auditorio Pilar Bardem de Rivas Vaciamadrid
No hay comentarios:
Publicar un comentario