Teatro: Freak. Teatro del Barrio

La sexualidad, y más en lo que concierne a las mujeres, siempre ha sido un tabú. Por eso es tan necesario que se hagan montajes como este, en el que se habla sin tapujos de experiencias sexuales, de situaciones íntimas de dos mujeres (una adulta y otra adolescente), narradas de forma directa, sin miramientos si falsas vergüenzas. Nos reciben a la entrada del teatro dos mujeres sentadas en un sofá que asisten impertérritas a que el público acceda a la sala y tome asiento. Lucía, la chica adolescente. Cristina, la mujer madura. Ambas vestidas de tul transparente muy sugerente, que nos deja entrever sus cuerpos. Sus miradas nos escrutan mientras entramos, como si fuésemos invitados al salón de su casa. Se capta un ambiente íntimo, nos tienen que contar algo importante...





Durante este mes de Febrero el Teatro del Barrio ha recuperado algunos exitosos montajes que arrasaron en su momento y que tienen una temática claramente afín a lo que programan. Espectáculos como "La plaga", "Freak" o "Ingovernables" (que se podrá ver este fin de semana) hablan a las claras de temáticas distintas, pero todas ellas necesarias. Centrándonos en la que ahora nos ocupa, "Freak" es la primera obra de la británica Anna Jordan que se estrenó en España. Lo hizo en el ambigú del añorado Pavón Teatro Kamikaze, y ahora llega al Teatro del Barrio, donde acaban de prorrogar al mes de Marzo tras agotar entradas en todos los pases de Febrero.


El texto de Jordan ha sido traducido de forma impecable por Paula Amor y Luis Sorolla, consiguiendo que sea más cercano, que nos llegue como algo propio, algo íntimo. Un interesante relato para despertar el interés en hablar sin vergüenza de un tema como el sexo y las relaciones sexuales, algo que todos deseamos pero que en muchos momentos ocultamos. Se busca una reflexión sobre la figura de las mujeres en la sociedad desde dos lugares muy diferentes (en este caso fruto de su edad) y las trabas que en cada caso se les pone a su libertad sexual. La dirección la asume Paula Amor, que consigue engancharnos desde el primer momento, con la mirada fija de las protagonistas desde el diván cuando accedemos a la sala.


Empieza la "confesión" Cristina, interpretada por Lorena López, que se encuentra en un momento de su vida dónde necesita que la adrenalina se dispare en su cuerpo. Tanto es así que se declara adicta a todo lo que se lo genere, ya sean las drogas, el alcohol o el sexo. Ha decidido vivir la noche en su mayor esplendor y nos cuenta, como si fuésemos sus íntimos amigos, el placer que le produce la música electrónica, los bailes sensuales en el centro de la pista. Chupitos y más chupitos de tequila en la barra del bar, rayas de cocaína, sexo esporádico y gafas de sol a la mañana siguiente. Tanto exceso la ha llevado a perder el control de su propio ser, pero era tal el enganche que tenía por sentirse deseada y amada de forma salvaje por cualquier hombre, que no le importaba que estuviese casado o soltero, en presencia de la mujer o novia, incluso a pleno día, en un restaurante o en una discoteca, todo vale cuando te ciega el deseo.


Se sentía importante cuando los hombres giraban la cabeza a su paso y se excitaban solo con mirarla, eso a Cristina le producía el mayor de los placeres, como si una luz divina le hiciese saltar todas las células de su cuerpo. Ella se somete, deja de un lado sus propias preferencias por satisfacer las de los hombres que se acercaban para tener sexo con ella, como si de la mismísima diosa Venus se tratase.

En la sala el público se inquieta al ver y escuchar lo que nos cuenta Cristina, los detalles de la vida de una mujer madura que disfruta de un sexo libre, con prejuicios y tan salvaje que le hace perder el control, y como los hombres de la historia aprovechan esa vulnerabilidad para satisfacer su propio deseo animal, abandonando sus principios éticos y morales.


Este relato que nos cuenta Cristina sobre sus experiencias está plagado de detalles oscuros y autodestructivos. Esta sórdida historia se entrelaza con el monólogo de la joven Lucía, interpretada por Lara Serrano, repleto de espontaneidad, frescura y humor. Lucía es tímida y se avergüenza de lo que cuenta, casi nos habla como quien comparte un secreto con sus amigas sobre el bello púbico, los penes, las vaginas, las tetas, las masturbaciones, las diversas posturas sexuales o los sitios donde poder tocarse sin ser molestados. "Busco porno en Google y veo a mujeres besando a otras mujeres, a mujeres vestidas de colegial, a mujeres en posiciones que nunca hubiera imaginado; veo oral, anal, y otras cosas que me dejan un poco revuelta... Después me quito la ropa y estudio cada centímetro de mi cuerpo en el espejo", su despertar a la sexualidad desde la inocencia conlleva que se asombre con cada paso que da, con cada puerta que abre, con cada vía de investigación que comienza. 


Como público, nos sentimos confidentes de sus inquietudes y dudas, nos hace echar la vista atrás y volver a la adolescencia que vive ella, con esa maravillosa inocencia que nos dibuja con una sonrisa en las mejillas y hace que empaticemos con su edad. Todos recordamos cómo fue nuestra primera vez, con quien lo hicimos, si nos gustó o no, que llevábamos puesto aquel día, donde fue, quien fue la primera persona a la que se lo dijimos, o si guardamos el secreto durante años. Lucía nos cuenta cómo iba aprendiendo a percibir el deseo que le podían generar los cuerpos de otras personas, y como ella también podía dar placer a otros. La sensación de que uno ya no es el mismo después de la primera vez. Relaciones sexuales que comienzan a ser lo nuevo en tu vida, algo con lo que experimentar, profundizar con ritmos, sensaciones y personas distintas, indagar en tu sexo o en el contrario. La joven nos provoca ternura al ver como, asustada, no sabe diferenciar si lo que hace al dar y recibir placer está bien o mal. Notamos su vergüenza, como se siente culpable, y es que todavía existe mucha moral caduca y poca información sexual.


Dos mujeres separadas por los años, con necesidades vitales y sexuales distintas. Dos momentos vitales muy diferentes, dos monólogos de vivencias dispares sobre un mismo tema, tan conocido y a la vez tan vetado. La autora nos hace entrar en el blanco y negro de los sentimientos que experimentan Cristina y Lucía, y es que la experiencia de la una contrasta con la inocencia de la otra, y esto nos hace entender que en temas tan íntimos como las relaciones sexuales todos podemos equivocarnos, meter la pata, ignorar lo que está bien, saber lo que de verdad deseamos. En las relaciones y en el sexo, todos estamos en un continuo aprendizaje, no hay quien se salve.



Queremos destacar, como momento más entrañable del montaje, cuando vemos a Cristina y a Lucía superar sus diferencias personales y abrirse a contarnos lo que les une. Un momento de unión, de superación, de avance. La curiosidad por experimentar deseo hacia si mismas o hacia otras personas. Esto les lleva a cometer supuestos errores, a juzgarse, a culpabilizarse, a tropezar varias veces en la misma piedra, a dejarse manipular por otros, a auto engañarse. Ellas consiguen su propósito, meternos en sus vidas como si fuesen la nuestra, para que consigamos comprender lo que sienten, haciendo que cada frase nos golpee con fuerza, nos resuene en nuestro interior. 


Este es un montaje directo, comprometido, necesario. En él conoceremos la vida de estas dos mujeres, pero también indagaremos en lo que es un tema tan universal como el sexo y las relaciones íntimas. Un tema este siempre tratado con pudor, con vergüenza, estigmatizado, pese a que todos gozamos de él y lo necesitamos en nuestras vidas. Es esta una obra necesaria para que profundicemos más en las relaciones íntimas, para que cada uno analice en que punto se encuentra, para que sea consciente de su sexualidad y lo que quiere hacer. Un auténtico aprendizaje que nos abrirá los ojos en muchos aspectos, tanto de nuestra vida como de nuestro entorno y de las distintas maneras de relacionarnos.

Reseña escrita por Cruz Molina.
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Teatro: Teatro del Barrio
Dirección: Calle Zurita 20.
Fechas: Del 27 de Febrero al 26 de Marzo. Domingos 27/02, 6/03 y 13/03 a las 18:00. Sábados 19/03 y 26/03 a las 13:00
Entradas: Desde 16€ en TeatroDelBarrio.

FICHA ARTÍSTICA

Autoría: Anna Jordan
Dirección: Paula Amor
Elenco: Lorena López y Lara Serrano

Dirección de producción: Rosel Murillo
Producción ejecutiva: Paula Amor
Iluminación: Antiel Jiménez
Escenografía: Antiel Jiménez
Diseño de Sonido: Paula Amor / Antiel Jiménez
Vestuario: Daniel Torres Cano
Ayudante de Dirección: Marta Matute
Diseño gráfico: Lucía Tobajas
Fotografía: Luz Soria
Prensa: Amanda H C – Proyecto Duas
Distribución: Caterina Muñoz


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