"Para los que están ahí abajo yo estoy cayendo rápidamente
pero en realidad asciendo lentamente. Su abajo es mi arriba…” (Texto de los
hermanos Bazo)
La Cia 10&10 danza llega a los teatros del Canal con su
última propuesta, Precipitados una reflexión poética sobre el suicidio y
cómo visibilizar una problemática social que en muchos entornos aún sigue
siendo un tabú.
Paralelamente hay una metáfora
del suicidio en la creación artística. ”¿El acto de crear no es un
suicidio? ”Dejarse caer, precipitarse, romperse, desangrarse.
En cada acto escénico morimos. En cada apertura de telón renacemos”.
Tras la pieza un silencio abismal en el público segundos
antes de romper a aplaudir con la intensidad que merece tal acto de valentía.
El suicidio es una de las principales causas de fallecimiento en nuestro país y en muchas partes del mundo. Es un acto voluntario de aquel que decide acabar con su sufrimiento. En Precipitados vemos cómo diferentes decisiones y maneras de quitarse la vida conformar un cuadro amargo y a su vez lleno de ternura y compasión, en el sentido más literal de la palabra de acompañar sin juzgar.
Inés Narváez,
Mónica Runde y Elisa Sanz a cargo de la dirección cuentan con los textos y el
apoyo a la dramaturgia de Quique y Yerai Bazo, Pablo Messiez e Itziar Pascual, que como si se tratase de un acto de sincronicidad
casaban con la propuesta de las creadoras antes incluso de ponerlas en común.
“Hay una cosa que nos sorprende muchísimo y es que a los dramaturgos que les pedimos texto, cuando nos llegaron había uno que describía el espacio y hablaba de un mar de charol negro como el suelo que habíamos pensado, otro hablaba de cancelación y nosotras ya habíamos pensado en el trabajo de la luz…entonces creamos una maya que va como de un principio a un fin donde hay muchas dramaturgias solapadas y que después hacen un todo y a veces se conforman en un todo continuo , como en otros trabajos nuestros, y en este vimos que tenía que haber esos parones, por eso ves historias, porque morían, entonces no fue adrede pero fue algo que surgió según íbamos avanzando en los ensayos sobre esa maya que ya habíamos construido”.
Hablamos con el elenco y nos confiesan que ellos mismos han
experimentado, durante los ensayos y el proceso de creación, la exclusión, el
abandono, el rechazo que aparece interpretado con las imágenes grupales de un
momento dado de la pieza. “Investigar sobre el bullying y el rechazo, y experimentarlo
en nuestra propia piel de una manera inmersiva con el resto de los compañeros”. “En otras ocasiones obviamente hemos tenido que tomar distancia, no trabajamos
con la memoria emotiva, sino con el trabajo de campo, la plástica, la estética,
el cuerpo y sus lecturas”.
Ocho situaciones distintas que les llevan a quitarse la
vida a través de diferentes métodos a través de diferentes personajes, actuales
o no, imaginados o históricos, que habían elegido ese mismo recurso, y el
porqué se querían ir.
En palabras de Inés Narváez; “Elegimos muy bien los intérpretes
que tenemos, entonces tenemos claro el caldo pero que ellos y ellas lo
terminan. Nosotras les damos pautas, les contamos el movimiento va por aquí o
por allá, pero prácticamente todo es improvisado. Mañana será distinto y es una
de las cosas que nos interesan. En ese sentido sí que generamos un cierto tipo
de personaje con ciertas características que luego cada bailarín tiene que dar
forma. Luego se une, Beatriz, nuestra iluminadora, que también suma una capa
más a todos nuestros personajes creando algo muy coral”.
Tres espacios simbólicos dividen la sala para contar la
historia desde diferentes perspectivas, con la luz como un personaje más en la
ecuación, Mónica Runde, interprete de la cía desde sus inicios y cocreadora de
la misma, aparece como contrapunto de los personajes de deciden precipitarse a
la muerte.
“Hemos intentado hablar
de esas tres posiciones frente a estos hechos como son los que se quedan
lamentando las pérdidas, de los que deciden irse y también es un homenaje a
aquellos que se han ido, cercanos o no".
“Lo importante de este proyecto es dar visibilidad a un problema social, que tenemos que mirar de frente, que no tenemos que ocultar, y que nosotras y nosotros con lo que sabemos hacer exponemos y valoramos que esto es realmente un problema y que tenemos que afrontarlo, que tenemos que mirar más a las personas que tenemos alrededor, preguntar, contar nuestros problemas para que esto no siga continuando” Elisa Sanz.
Precipitados es un acto de amor, un homenaje a modo de ritual, y una exposición de la problemática del suicidio desde la belleza. Es un regalo para el espectador y una reflexión más que necesaria.
Dirección, dramaturgia, escenografía, vestuario, espacio sonoro y videoescena: Inés Narváez, Mónica Runde y Elisa Sanz
Textos: Quique y Yerai Bazo, Pablo Messiez e Itziar Pascual
Coreografía e interpretación: Alberto Almazán, Luis Carlos Cuevas, Paloma Díaz, Dacil Gonzalez, Inés Narváez, Mónica Runde, Elisa Sanz, José Luis Sendarrubias y Gonzalo Simón
Diseño de Iluminación: Bea FD
Músicas: Amos Blanco,Chopin, Faure, Manuel Penella, Pergolesi, Mónica Runde y Tchikosky
Coproductores: Teatros del Canal y 10 & 10 Crea S.L.
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