Teatro: Filomena. Teatro Lara

Una tormenta que deja la ciudad colapsada parece un buen punto de partida para una comedia de enredo. Pero esta Filomena va mucho más allá, hurgando en las intimidades de nuestra propia sociedad, en la podredumbre de la política, en el poder de los medios de comunicación para hacer tambalear los cimientos de una ciudad, mucho más que las toneladas de nieve. Pero no se asusten, este montaje es pura comedia desternillante, con personajes caricaturescos que se ríen de su propia realidad. Parece que esta Filomena es aún más destructiva que la que nos visitó hace año y medio.

Todos los que estábamos en Madrid en los primeros días del 2021 recordamos con nitidez lo que ocurrió. Estábamos avisados, todos los meteorólogos nos avisaban de lo que se nos venía encima. Pero como suele pasar, la realidad superó a la ficción y Madrid colapsó. Este podría ser el punto de partida para hablaros de esta impecable comedia, que usa Filomena como pretexto para construir una ingeniosa historia de corrupciones políticas, periodistas poderosos, amores imposibles y un sinfín de situaciones que hacen que la nevada sea la menor de las catástrofes de aquella noche. Una comedia con una gran crítica política, que deja entrever todas las incompetencias que se cometieron esos días, pero que también nos plasma los tejemanejes de los partidos políticos o lo peligroso que es el poder dependiendo que quien sea el que lo ostente, aunque el susodicho nunca haya querido el puesto. La política es como la nieve: desde fuera parece limpia y pura, pero cuando profundizas, tarde o temprano, encuentras mierda.



Ramón Paso y su compañía vuelven a convertirse, un verano más, en los reyes de la cartelera. En su décimo aniversario, se han pasado los últimos meses metidos en el Teatro Lara con tres montajes en cartel, lo que hace que Ángela Peirat haya cedido su puesto en este montaje a la joven Mireia Zalve. Además de esta ingeniosa comedia sobre la caótica situación que generó la nevada Filomena en la ciudad de Madrid, Paso y sus chicas han estrenado estos meses "El secreto" y "El abanico de Lady Windermere", lo que les deja un año más sin vacaciones de verano (y ya son muchas). Pero por si este trío de comedias no fuese suficiente, en los próximos meses regresan "Baldosas amarillas" al Lara y "Sueños de un seductor" y "Usted tiene ojos de mujer fatal... en la radio" al Teatro Reina Victoria. Siempre es un buen momento para volver a disfrutar de estas grandes obras.



Es un placer acudir a refrescarnos al teatro y recordar aquel frío helador de los primeros días del pasado año, cuando la nieve dejó toda la Comunidad de Madrid sumida en el caos. Pero más allá de los recuerdos que se nos vengan a la memoria, vamos a disfrutar de una gran comedia, con un elenco impecable. Una desternillante historia, que como ocurrió en la realidad, se fue volviendo más insostenible con el paso de las horas. Ramón Paso ha escrito y dirigido esta sátira política, en la que ha utilizado la nevada para ahondar en los vergonzosos vicios de nuestros mandatarios. Paso domina como nadie las historias de este tipo. Partiendo de un hecho aparentemente banal, el autor lo convierte en una surrealista historia, en la que los continuos giros en el argumento nos van descolocando a la vez que no podemos parar de reír. 

Como en todos sus montajes, Ramón sabe pulir cada personaje al detalle, para sacar de ellos el máximo que nos enganchemos a todos ellos. Desde lo evidente, Paso perfila cada personalidad para llevar casi a la caricatura, consiguiendo que en sus piezas los personajes sean esenciales, la base sobre la que construir esa historia aparentemente cotidiana que acaba en el mayor de los esperpentos. Un alcalde con pocas luces, una ayudante que es la que controla todo, una parlamentaria de lo más friki y una prostituta demasiado sincera. Cuatro personajes entrañables, cargados de estereotipos que los hacen muy reconocibles y cercanos, personas más allá del cargo, relaciones que sobrepasan lo institucional, situaciones que traspasan los límites de lo real...



Como ya hemos dicho, la historia transcurre durante la noche en que Filomena dejó toda la ciudad de Madrid cubierta de nieve. Al ayuntamiento acuden el alcalde, un peculiar personaje que no se entera de nada, llamado Agustín, y su mano derecha en el consistorio, la eficiente y calculadora Julieta. Lo que ellos desconocen es que la gran nevada que colapsa la ciudad no será, ni de lejos, el mayor de sus problemas a lo largo de esa interminable noche. Mientras intentan valorar la situación y ver como capean el temporal, reciben una llamada de una colaboradora para soltarles la bomba: el concejal de urbanismo acaba de tener un accidente mortal a la salida de un conocido prostíbulo de la ciudad, La teta feliz. Por si esto no fuese suficiente, el despacho del alcalde se va convirtiendo en el camarote de los hermanos Marx, con la llegada de una concejala del grupo mixto, de una prostituta... y de una periodista a la que el propio alcalde quiso conceder una entrevista.



Como ocurre en toda comedia que se precie, todo lo que puede salir mal, saldrá peor, y cada minuto que pasa van solapándose las desgracias para el alcalde, su ayudante y todos los que se ven salpicados de una u otra manera por esta situación. La situación se va tensando y con ello va creciendo la comedia, hasta llegar al caos absoluto que desemboca en las situaciones más desternillantes de la obra. Los cuatro personajes van haciéndose cada vez más esperpénticos, lo que le da un grado de comedia mayor. El alcalde, se nos muestra como un pobre hombre superado por la situación y que no se entera de nada. Por contra su eficiente colaboradora tiene que ingeniar excusas cada vez más estrambóticas para todos los incidentes que van surgiendo. La concejala del grupo mixto, Rita, es una soñadora que solo piensa en hacer el bien desde su escaño fruto de una múltiple coalición. Y por último está la histriónica, chabacana y pizpireta prostituta, que desde su entrada en escena hace que todo suba de ritmo y que las situaciones resulten aún más desmelenadas.


Como suele ocurrir en los montajes de la compañía PasoAzorín, uno de los puntos fuertes es la composición de los personajes por parte de Ramón Paso y las interpretaciones de sus actores. En este caso son Sergio Otegui, quien interpreta al alcalde Agustín, Ana Azorín, dando vida a la modélica Julieta, Inés Kerzan, en el papel de la idealista concejala del grupo mixto, y Ángela Peirat o Mireia Zalve como la extravagante prostituta. Un elenco que funciona a la perfección, con Otegui y Kerzan mucho más pausados y despistados, con una Ana Azorín que va desmelenándose conforme avanza la obra y una Mireia Zalve (en el pase al que acudimos a ver la obra) que es un torbellino que arrasa con todo desde que entra en escena. El elenco se compensa a la perfección, cada uno de ellos sabe medir su peso en la obra, su tempo y sus momentos clave. Un trabajo preciso de ceración de los personajes y de trabajo en equipo, para que todo fluya con naturalidad.


Sergio Otegui sorprende a todos con su creación del atolondrado y despistado alcalde Agustín. Un personaje pausado (por momentos parece que va fumado, lo que da mucha más comicidad a la interpretación), vulnerable, ingenuo, que llega a dar lástima al tiempo que se le coge cariño. El actor demuestra un dominio absoluto de la comedia, con un personaje tontorrón, torpe, engañado por su propio partido, al que Otegui llena de una gran vis cómica desde la mesura y la sencillez. Una interpretación soberbia que se convierte en una caja de sorpresas por la cantidad de pequeños matices que nos regala.

Junto a él tenemos a su inseparable Julieta, a la que Ana Azorín impregna de su vitalidad habitual. Ana crece conforme su personaje se desespera. Desde el dominio absoluto de la situación en un primer momento, su personaje va perdiendo esa confianza y la actriz ganando en presencia. La capacidad para la comedia de Azorín es innegable, y en esta ocasión vuelve a mostrar su saber hacer con un personaje más comedido que otros que le hemos visto, pero quizás mucho más cambiante. Inés Kerzan cumple como la tímida concejala soñadora que solo quiere hacer las cosas bien. La actriz tiene momentos brillantes con sus pérdidas de voz, que nos dejan escenas muy divertidas. Por último tenemos a Mireia Zalve en el papel de la entrañable y alocada prostituta que llega al ayuntamiento para ponerlo todo patas arriba. La joven actriz hereda un papel hecho a medida de Ángela Peirat (había momentos que era inevitable recordarla) pero defiende perfectamente. La actriz es todo vitalidad y frescura, lo que sube la apuesta de un personaje ya de por si muy enérgico y vivaz.


Como suele ocurrir en la mayoría de sus montajes, la parte técnica es secundaria en los montajes de Paso. Una mesa, unas sillas y unas banderas son suficientes para crear el despacho del alcalde. Como Ramón domina la Lola Membrives a la perfección, se adueña de todo el espacio de la sala, haciendo entrar y salir a los personajes por todos lados. Tenemos que resaltar la iluminación de Carlos Alzueta, que creando distintas tonalidades según el tempo de la función. El vestuario corre a cargo de Ángela Peirat, que sabe como dotar a cada personaje de una personalidad propia.



Ramón Paso y la compañía PasoAzorín Teatro nunca defraudan. Siempre que he ido a verlos (creo que no me he perdido ninguno de sus montajes) he salido feliz después de haber pasado un buen rato. Paso domina la comedia como pocos y sabe sacar de cada actor todo lo que lleva dentro, por eso sus montajes resultan eficaces y muy divertidos. Otra de los puntos fuertes de este prolífico director es su afilada pluma, para dejar crítica social velada, o no, en cada una de sus obras. En su primera pieza de "contenido político" vuelve a triunfar, con un duro repaso a los mandatarios que se preocupan más de su propio bien que del común. Una vez más, PasoAzrín hace de una historia una comedia con mayúsculas. Ideal para refrescarse en estos días de calor.

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Teatro: Teatro Lara. Sala Lola Membrives
Dirección: Corredera baja de San Pablo 15.
Fechas: Del 7 de Mayo al 10 de Septiembre. Viernes y Sábado a las 20:15.
Entradas: Desde 10€ en Teatro Lara

REPARTO


Sergio Otegui
Ana Azorín
Inés Kerzan
Ángela Peirat/Mireia Zalve


EQUIPO TÉCNICO

ESCRITA Y DIRIGIDA POR: Ramón Paso

PRODUCCIÓN EJECUTIVA: PASOAZORÍN TEATRO

DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN: Inés Kerzan

ILUMINACIÓN: Carlos Alzueta

VESTUARIO: Ángela Peirat

DISEÑO GRÁFICO: Ana Azorín

PRENSA Y COMUNICACIÓN: María Díaz

AYUDANTE DE DIRECCIÓN: Ainhoa Quintana

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