Dentro del programa de residencias del Centro Dramático Nacional fue escrita Breve historia del ferrocarril español, estrenada el 14 de octubre en la sala de la Princesa del Teatro María Guerrero. Joan Yago es su autor y tomando como eje el ferrocarril español y su evolución nos va contando la historia de España desde el siglo XIX.
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La obra se inicia con la muerte de Fernando VII (padre de Isabel II) y las conocidas consecuencias que tuvo para España; la ley sálica, la guerra entre carlistas e isabelinos.
Breve historia del ferrocarril español viene a ser dos historias en una, o más bien una historia paralela. Por un lado la de las obras para la instalación de la primera línea férrea en España entre Madrid y Aranjuez y su posterior desarrollo e implantación a lo largo de todo el país y por otro lado – y como decía, en paralelo- la historia de España. El “nacimiento” del capitalismo con todos sus componentes, esto es, el poder, la corrupción, la impunidad, el tráfico de influencias…..
Al igual que había ocurrido en el resto de Europa el ferrocarril supuso un salto cualitativo en el transporte de viajeros y mercancía.
Además del enorme cambio y avance que trajo consigo, ya que suponía un acercamiento a la Europa continental desde distintos puntos de vista (económico, cultural, etc,.), fue visto por la clase dirigente de la época como una oportunidad de oro para obtener enormes beneficios sin apenas riesgo.
Sin lugar a duda, la primera pionera y visionaria en cuanto a las enormes posibilidades de la implantación y posterior extensión del ferrocarril fue María Cristina de Borbón aprovechando su cargo como regente de su hija, la reina Isabel II.
Junto a María Cristina el otro gran beneficiario de todo este desarrollo fue el Marqués de Salamanca.
Como indicaba anteriormente es evidente que la implantación de las distintas líneas férreas supuso un enorme impulso modernizador para España y benefició a todos. No obstante, no es menos cierto que benefició a unos bastante más que a otros.
A lo largo de algo menos de las dos horas que dura la representación van pasando lo más granado de la historia de España de la época Agustín Fernandez Muñoz, Prim, Mendizábal, Espartero, El emérito, Corina…
Pero la obra no es exclusivamente sobre los Borbones (tanto pasados como presentes) sino que pone también el acento sobre toda esa gente (anónima o en su caso bastante menos conocida) que también aprovechando la cercanía con el poder obtuvo enormes ganancias. Llama poderosamente la atención la figura del marqués de Salamanca que estuvo inmerso en todos los pelotazos financieros y en todos los chanchullos y en ningún momento se vio salpicado por tanta y tanta corrupción.
Llama la atención el paralelismo entre todo lo sucedido en aquella época y lo que sigue sucediendo hoy día. Es como si la historia se repitiera en bucle. De las primeras comisiones de María Cristina a las comisiones del Ave a la Meca del rey emérito.
Supone en definitiva un acercamiento al inicio y posterior desarrollo del capitalismo en España. Como antes de la burbuja del ladrillo, la privatización salvaje de la sanidad o el abandono de la educación pública, el ferrocarril fue el origen del saqueo de todo lo público para beneficio de unos pocos.
La obra cuenta con multitud de datos tanto políticos como económicos pero no se hace pesado en ningún momento, fundamentalmente porque los hechos son contados con grandes dosis de humor e ironía.
Una obra con un ritmo perfecto; tranquilo y sosegado cuando hace falta (maravillosa la aparición de Corina) y frenético en otros.
Pablo Menor Palomo es el responsable de la escenografía una propuesta sencilla pero perfecta para lo que se quiere contar, donde destacan unas mamparas en corredera al fondo del escenario que permiten ir cambiando a necesidad de la obra y en donde se van representando imágenes y videos a lo largo de la representación. La iluminación corre a cargo de Enrique Chueca, Elvira Ruiz Zurita es la responsable de videoescena. El espacio sonoro es de Pepe Alacid y el vestuario corresponde a Leonora Lax.
El texto es obra de Joan Yago, graduado en Dirección y Dramaturgia por el Institut del Teatre de Barcelona. Ha escrito y estrenado obras de teatro como De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda, Feísima enfermedad y muy triste muerte de la Reina Isabel I, Fairfly Sis personatges – Homenatge a Tomàs Giner, You say tomato, Un lloc comú, Bluf, Sobre el fenómeno de los Trabajos de mierda, La nau dels bojos, l’Editto Bulugaro y la deliciosa Las aves que tuvimos posibilidad de disfrutar la temporada pasada en el mismo teatro.
Es miembro fundador de la compañía de teatro independiente La Calòrica.
Su primera toma de contacto con Breve historia del ferrocarril español nace de una conversación con Xavier Albertí: “él fue quien me invitó a investigar quién se había hecho rico con la construcción de la red ferroviaria española. Justo en aquel entonces –hablo de 2018– los periódicos empezaron a hablar de comisiones que, presuntamente, Juan Carlos I recibió por la adjudicación del tren de alta velocidad a La Meca”, indica el autor.
Según explica Yago, “es entre otras cosas, un homenaje a la memoria liberal y progresista que es tan vieja en España como la propia monarquía. Me gusta pensar que la obra es un cuento, pero que a la vez puede servir como una llamada a la acción. Un ejercicio de justicia, hecho a través de la memoria”. Y añade que “la mirada de quién cuenta la historia no es de alguien que se lo sabe de pe a pa, sino de alguien que lo está descubriendo contigo y está flipando como flipa el espectador”.
La
dirección corre a cargo de Beatriz Jaén. Graduada en Dirección de escena por la
RESAD y licenciada en Publicidad y RR.PP. por la Universidad Complutense de
Madrid. Ha dirigido Yellow Moon. La balada de Leila y Lee, Noches lúgubres,
Madame de Sade o Casada_44 y Así habla el amor, de las que también es
autora.
Trabaja como ayudante de dirección de Alfredo Sanzol desde La ternura. Entre sus últimos montajes con él destacan El bar que se tragó a todos los españoles, El Golem, La dama boba, Luces de bohemia, La valentía o El barberillo de Lavapiés. Como actriz ha estrenado obras como El último romántico, y Cluster.
El elenco lo forman Paloma Córdoba y Esther Isla. Impecables ambas en los distintos personajes que interpretan. Con una enorme versatilidad en la montaña rusa interpretativa que supone la obra. Mención especial la exigencia física requerida pues va alternando momentos más didácticos con otros con un ritmo frenético. Destaca tanto la complicidad entre ambas como la facilidad con que hacen interactuar al público a lo largo de la representación.
En definitiva una obra muy muy recomendable que nos ayuda a entender mejor el germen y desarrollo del capitalismo, así como el origen de la riqueza de algunas de las familias más representativas de la burguesía actual. Todo ello con grandes dosis de humor, ironía y locura. Sin duda una de las obras de la temporada.
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Teatro: Teatro María Guerrero.
Dirección: Calle Tamayo y Baus, 4.
Horarios: Del 14 de octubre al 13 de noviembre.
De martes a domingo a las 18 horas.
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