El azar de una calurosa jornada reúne a Bouvard y a Pécuchet, solitarios, modestos empleados de oficina, para mostrarles que son dos almas gemelas perplejas en el caos de la vida moderna, y así se va desarrollando una farsa filosófica escrita por Gustave Flaubert. y que nos expone la estupidez de la condición humana.
Inspirado en esta novela, Darío Facal nos cuenta la historia de dos tipos, aparentemente muy distintos, que se conocen a la salida de un partido de futbol y deciden irse a vivir juntos, uno porque tiene sitio en su piso y busca un amigo, y otro porque necesita donde quedarse. Es así como comienza Elogio de la estupidez, título homónimo al tratado de Erasmo de Rotterdam.
Mario y Agus deciden hacer un pacto “Nada de mujeres en el piso compartido” pero como es de esperar, por el perfil de narcisista del personaje de Agus, Bárbara no tardará en instalarse en casa. Y aunque en un principio rechaza la propuesta de Agus de volverse a ver tras una sesión intensa de sexo, al final se une al clan. Drogas legales e ilegales, fast food, raves, fiestas en el piso, y una serie de situaciones que definen bien la atmosfera de una juventud bastante perdida, conforman el escenario de esta propuesta.
“A ver, lo que quiero decir es que los sumisos estáis bien entre heterobásico y heterobásico, pues un sumiso sentimental mola, así para descansar y eso…”, el personaje de Noa, la chica que cree ser una influencer a pesar de sus escasos seguidores en redes.
La aparición de Noa en una fiesta es otro punto de
inflexión en la trama. Mario se enamora de ella y ella se encapricha de Agus,
pero como dicen por ahí “el que la sigue la consigue” y ésta, buscando un
hombro en el que llorar irá poco a poco intimidando con Mario. La aparición de
este personaje femenino, ya cuando no esperas que aparezca otra actriz, es un
acierto. Aporta diversión y agilidad a la trama. La verdad es que forman un
cuarteto gamberro y bien definido cada uno en su perfil, desde la ternura de
Mario, la inteligencia de Bárbara y la disfunción emocional de Agus que
conquista al espectador arrancando carcajadas.
En el
"Elogio de la Estupidez" Erasmo de Rotterdam hace una crítica mordaz
de los vicios de la sociedad que le tocó vivir sirviéndose de una inmensa
erudición y de un finísimo sentido del humor.
Elogio de la estupidez es a la vez un canto de amor y desprecio hacia el cuñadismo internacional, la ignorancia y la necedad humana; una sátira desproporcionada que, incapaz de saber hacia dónde apuntar, dispara en todas las direcciones posibles. Una divertida y grotesca celebración del repertorio de nuestra propia estupidez.
Coincidiendo con Erasmo, Darío Facal, director de infinitud de obras como La realidad, Punk and Love o Invernadero, entre muchas otras, retrata sobre todo con el personaje de Agus, el cuñadismo al que nos tienen acostumbrados algunos personajes que nos son familiares. Personajes que parafrasean lo que leen, haciéndose con el estoicismo y otras teorías como suyas propias, de una manera dogmática, y respondiendo ante las situaciones que les propone la vida de una manera irresponsable y naif pero que curiosamente, en el caso de este individuo en particular ,nos parece entrañable y nos arranca una sonrisa, porque en el fondo estamos todos en el mismo barco y no es difícil sentirse identificado con él en parte.
Elogio de la estupidez es una sátira que recorre las contradicciones que la mayoría
de nosotros tenemos que afrontar en esta época de crisis y fanatismo. Y todo ello con mucho
humor y con ligereza, no hay atisbos de arrogancia o pretenciosidad bajo la
propuesta y se agradece.
Agus
Ruiz, Bárbara Santa-Cruz, Mario Alonso y Ana Janer conforman el elenco de esta
divertida comedia generacional donde se reflejan conflictos que a muchos nos
son familiares como la locura de los precios al alquilar, la inestabilidad en
las relaciones de amor y amistad, la ignorancia, la desconexión emocional, las
apariencias proyectadas en las redes versus las inseguridades de la realidad o
la sexualidad.
Hablamos
con Agus Ruíz que nos cuenta cómo empezó para él y cómo ha
sido el proceso: “Yo estaba en Santander y me llamó Darío, con el que ya había
trabajado antes, y me comentó que quería contar conmigo para una comedía que
escribiría acerca de la estupidez inspirado en la novela Bouvard y Pécuchet de
Flaubert …mírate cosas de Jackass para tu personaje y mírate los videos de un
artista visual que se llama Jan Hakon Erichsen que destruye espaguetis y globos
llevando al limite la física de estos elementos”.
“Hemos
modificado mucho el material, algunas de las escenas que fueron saliendo se
desecharon y hemos estado afinando hasta el último momento. Tenemos muy buenas
sensaciones, cada día se llena el patio de butacas y estamos muy contentos,
hemos hecho muy buen equipo”.
Música tecno, luces estroboscópicas, imágenes muy
sexualizadas recrean la atmosfera de
esta producción no apta para asustadizos y sí muy recomendada para quien quiera
gozar. Y si tocara, reflexionar ¿Es la
especie humana estúpida por naturaleza? Como decía el señor Winston Churchill
“La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser, el humor los
consuela de lo que son”
Texto y dirección: Darío Facal
Con: Agus Ruiz, Bárbara Santa-Cruz, Mario Alonso y Ana Janer
Diseño de espacio escénico: Darío Facal
Diseño de iluminación y audiovisuales: Raquel Rodríguez
Diseño de vestuario: Gadea Barceló
Diseño de espacio sonoro y música: Álvaro Delgado
Ayudante de dirección: Andrea Casamitjana
Una producción de Teatro Español y Metatarso Producciones
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