La experiencia clown se puede describir como un viaje. Hay que preparar la maleta con cuantos más cachivaches mejor, intentar cerrarla, no poder, meter más cosas, intentar cerrar la maleta, meter más cosas, meter más cosas, más cachivaches.
Y te das cuenta que puedes cerrar la maleta justo en el momento en el que sacas de ella un escudo, imperceptible y pesado a partes iguales, que ocupa mogollón en la antedicha, dificulta el viaje y hace mas pesada la carga.
En ese momento, en este caso, comienza el viaje a Oumuamua 2.0., una onomatopeya, un asteroide, un dislate en toda regla y nosotros hemos decidido que nos vamos con Lucrecia Pérez Tereshkova nieta de Valentina Tereshkova, la primera mujer que viajó al espacio.
Javier Ariza dirige una pieza en la que el protagonismo del
personaje se sitúa en paralelo a la reivindicación y a la excusa para llegar a Oumuamua. Para Ariza, un Seat 600, una nave,
un avión, siempre es una buena excusa para llevarnos a otros mundos de manera
delirante. Pero ante
todo la experiencia del teatro de calle, de hacer grande y manejar la
técnica de lo ridículo. Saber cual es el color de la risa mirando al
público de cerca. El aura de Philippe Gaulier
transita en escena, la gamificación del hecho teatral, el juego como motor en
el proceso creativo y el placer como objeto y objetivo mismo. El buen hacer de Javier Ariza y Ruth Garreta
les hizo ganadores del precio Mejor Reír 2021 y premio del Jurado del Festival
Encinart.
En escena Ruth Garreta en la piel de Lucrecia. Ella es, la antihéroe, la azafata de vuelo a la que se le hace largo el viaje si no saca su retahíla de cosas aprendidas porque ella es azafata pero ante todo artista. Lucrecia canta como un primor, mimo nivel experto porque dió unas clasecitas unos diitas, bailar ni les cuento, sabe hasta cosas de cuando estuvo en la India. En realidad creo que es experta en ninguna cosa, pero las sabe todas, hasta idiomas. Jerigonza de altos vuelos. Lo low cost, lo imperfecto, lo que no importa y a nadie le interesa, es importante aquí, es importante para Lucrecia y así con ella de la mano también lo es para nosotros, al menos durante un ratito.
Teatro gestual, monólogo, la ruptura de la cuarta pared, tanto que allí la teniamos sentada junto a nosotras, fonomímica, clown, teatro de objetos. Ruth Garreta se mueve cómoda en el teatro físico, con movimientos de tiempo medido, ágil en una creación de personaje, en la que Lucrecia despliega carácter, humor a raudales y sin duda la inteligencia del que sabe mirar al pasado, recordar y reconocer. Parece no haber gravedad en escena, todo parece posible, se da sentido y se amplifica el texto de Miren Sanz Fika.
Una mujer de caracter que a ratos nos enternece porque todo es compatible y una tiene muchas aristas. Garreta convierte en posible la reivindicación desde la risa, y la honestidad mas absoluta, sin existencia de juicio. Nos muestra de nuevo como no hay que tener cara de enfadada para ser vehemente y continuar la lucha.
Memoria histórica en escena, el recuerdo de las que ya no están, la reivindicación del lugar que nos corresponde en el espacio y añado también en el tiempo. Una historia que ha arrebatado la voz, el puño y la letra a tantas mujeres que fueron y que piezas tan necesarias como esta continúan poniendo en valor. Cosmonautas, investigadoras, científicas, son el subtexto, la mujer como epicentro como núcleo y motor de la Compañía Ruth Garreta, animando al espectador a tener un papel activo. Además, las sorpresas no cesan desde que entramos en la sala.
Es todo tan ecléctico que aun no hemos tenido tiempo ni de pestañear,atención plena de todo lo que ocurre en la sala por parte de la actriz pero también por parte del espectador. Ha conseguido que todos seamos uno con ella y tenga sentido, porque además la nave se ha quedado sin oxígeno y lo están solucionando y si ella se queda sin oxígeno, nosotros también ¿lo entienden? y el domingo no había ningun médico en la sala. ¡Un jaleo!
Que todo parezca tan sencillo, que lo ridículo tenga tanto valor, solo se consigue con tantas horas de trabajo, de estudio y amor al oficio como transmite Garreta.
La ocupación de la mujer en el espacio, el conocimiento del propio cuerpo y del lugar que ocupamos en el mundo, tener la conciencia de que la calle, el espacio público también es nuestro. Garreta lo muestra a la perfección viajando a Oumuamua y conquistando el espacio. ¡Porque nosotras también tenemos derecho a ocupar lugares que no nos corresponden!
Es destacable la belleza plástica en el trabajo de diseño de iluminación por parte de Edu García, generando una bellísima fotografía sobre todo en la llegada a destino junto con el trabajo de sonido de la mano de Ral García. Vestuario ecléctico, a ratos elegante, a ratos burlesque, clown cabaretero, donde no falta ni el traje espacial con botas y escafandra todo a juego.
Si me lo permiten, les haré una pregunta ¿les suena Pepe
Viyuela? y ¿Pepa Plana?. No nos engañemos es una pregunta trampa a él creo que
sí le conocen. Ella es una payasa que en 2022 ha ganado el premio Nacional de
Circo del Ministerio de Cultura y Deporte y recibía el premio reivindicando la
impertinencia de la payasa. Ruth Garreta es de esas imprescindibles que con los referentes femeninos silenciados en la esfera cómica y creando nuevas posibilidades, continúan en la lucha por dar valor al universo payaso.
Si sigues pensando que todo esto no es para ti, que no te interpela… solo puedo decir Oumuamua.
Si Oumuamua existe o es una
invención, investíguenlo, vengan a descubrirlo. Nosotros ya estamos esperando el estreno en Madrid de su obra ¿Playa o Monte?, les mantendremos informados.
Cósmicamente recomendable.
Uomuamua
Teatro: Sala de Teatro AZarte
Dirección: Calle San Marcos, 19
Fechas: Desde: 15 de enero a 26 de marzo de 2023
FICHA ARTÍSTICA.
Dramaturgía: Miren Sanz Fika
Dirección : Javier Ariza.
Interpretación : Ruth Garreta.
Espacio Escénico: Edu García.
Sonido: Ral García.
Voces en off: Miriam Monlleó, Caroline Horton y Nathan Whittle.
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