Estamos ante una obra en la que todo se difumina. El cine con el teatro, la realidad con la ficción. Un escritor en busca de su guion soñado, una obra que engulle a su autor hasta hacerle partícipe de ella. Y nosotros que lo vemos y también somos parte de ello, porque en este universo todo es posible, dentro de esta obra la vida y la obra se difuminan, lo real y lo imaginario son lo mismo, el autor es protagonista y el protagonista es el que dirige la vida del autor. Un ingenioso juego que nos atrapa desde antes incluso de comenzar la función, desde que entramos en la sala y nos sumergimos en su mundo.
Teatro: Interior día. Teatro del Barrio.
Fernando Muñoz Jaen
Anahí Beholi,
Fernando Muñoz,
Los Números Imaginarios,
Luis Sorolla,
Miguel Valentín,
Montse Simón,
Teatro del Barrio
Una película contada en director para los espectadores. Una obra de teatro sobre la creación de una pieza audiovisual. Una inteligente obra en la que se muestra el proceso de creación de un autor. Una comedia trágica sobre la legitimidad de la voz narrativa. Estamos ante un proyecto muy personal y atrevido, un montaje que nos mete de lleno en la mente del creador para acompañarle en el proceso de escritura de un guion (o de varios), asistiendo a sus dudas, a sus miedos, a su incapacidad para discernir lo que es real de lo que es parte de su creación, obsesionado con el proyecto consigue difuminar realidad y ficción. Un fantástico proceso al que asistiremos de forma activa.
Esta producción de Los Lúmenes formó parte de la segunda edición de Abril Imaginario, el interesante proyecto conjunto de Los Números imaginarios y El Umbral de Primavera, y regresa a la cartelera madrileña un año después, esta vez al Teatro del Barrio. Una pieza autobiográfica, o quizás simplemente una parodia de autoficción, pero en cualquiera de los dos casos una impecable obra que nos muestra todos los entresijos del proceso creativo. La pieza teatral y la película se mimetizan, consiguiendo crear un ambiente misterioso, con pinceladas surrealistas, en que las dos obras invaden la vida del autor, se despliegan por toda la sala, para crear un momento único, lleno de misticismo, en el que todos somos parte de esta creación.
En este universo de autoficción todo gira alrededor de Miguel Valentín, autor, director, intérprete y eje central de la historia. Con la ayuda de Caterina Muñoz Luceño en la creación y dirección, Valentín nos invita a navegar por su mundo, por sus inquietudes y sus frustraciones, por sus ideas y sus proyectos. Una pirueta formal y conceptual que nos mueve sin rumbo desde el inicio por el proceso de creación del propio autor, para ir desgranando la complejidad de la escritura, la dificultad de la composición de los distintos elementos de la pieza, para acompañarle en el laberinto que supone ir encajando todas las piezas necesarias para la composición de la obra.
Miguel Valentín es un creador muy particular, que busca, desde sus dos compañías, moverse por las fronteras, transitando esos lugares menos habituales de la creación escénica. Con Los Lúmenes se dedica "a la investigación de la confluencia de cine y teatro". Tras la pieza que nos ocupa ha estrenado, en la sala El Umbral de Primavera, su segunda obra "Todo va a salir bien". Junto a Martina Novákova ha creado la compañía Valentín y Novákova, que "propone experiencias participativas en espacios no convencionales".
La obra nos sirve de prisma para conocer los distintos lugares desde donde se puede abordar la escritura de una obra. En esta ocasión vemos como Miguel está trabajando de forma simultánea en la escritura de tres guiones. Poco a poco iremos conociendo las obsesiones del autor, desde la historia de un astronauta hasta el Lejano Oeste Americano. En su proceso de creación y asentamiento de sus ideas, habla con un amigo y con su chica, para contarles sus avances y sus dudas. La realidad y la ficción se van difuminando conforme avanza la obra, o quizás deberíamos decir durante el metraje de la película. Una obra que nos habla del rodaje de una película, o una película contada sobre las tablas de un escenario, lo que si es seguro es que en este montaje se fusionan el lenguaje teatral con el audiovisual, una de las líneas maestras de la obra de Valentín.
La historia nos traslada a un plató de cine independiente, en el que nos van saludando los protagonistas conforme entramos en la sala. Algo diferente intuimos que va a pasar. En un espacio muy fragmentado, en el que se representan varios de los lugares por los que transcurrirá la película, comenzamos el viaje, como no podría ser de otro modo, con los títulos de crédito. El autor nos explica que está escribiendo varios guiones y mientras nos lo cuenta (a nosotros y a sus allegados) va entrando en cada uno de ellos, hasta no saber si es el autor el narrador o sus propios personajes. La casa del autor (escenario del tercero de sus guiones) comienza a transformarse, primero se convierte en un desierto, luego en un transbordador espacial, incluso en un agujero negro. El autor se convierte en sus propios personajes, la realidad se confunde con la película. ¿Logrará llegar a discernir los límites entre su vida y la de sus personajes? ¿Dónde está la ficción y donde la realidad?
El montaje nos muestra las distintas perspectivas en el que ámbito de la creación de ficción que ha habido a lo largo de la historia. Un análisis de las voces que han marcado la narrativa, los enfoques que se daban, el tipo de personajes que se trataban y el tratamiento que a estos se les daba. La conclusión, como ya imaginábamos, es que el perfil es el de un hombre blanco heterosexual (lo que deja claramente sesgado el discurso). Los cánones que marcan nuestros universos de ficción han sido muy limitados, lo que hace que estemos condicionados en nuestras vidas por aquello que nos enseñaron como "lo normal". Es el momento de abrir el objetivo, de empaparnos de otras miradas, de reeducarnos, de volver sobre nuestros pasos para analizar lo aprendido y poder cambiar, dejar de lado nuestros cimientos para reconstruirnos. También debemos comenzar a pensar en colectivo, para que esa nueva visión del mundo sea mucho más rica, y podamos salir del egocentrismo que tanto nos condiciona.
Y en este periplo entre la realidad y la ficción veremos a Luis Sorolla, Montse Simón, Anahí Beholi y el propio Miguel Valentín. Entre los cuatro graban y actúan, recrean esos oníricos mundos que ha creado el autor y se meten de lleno en todas las acciones propias de la grabación. En un trabajo de elenco impecable, todos ellos asumen diferentes roles, entran y salen de escena, graban las escenas y las impresiones del público, se deslizan por los diferentes parajes, nos hablan y nos involucran en el proceso creativo. La sala entera se convierte en plató y los cuatro intérpretes son capaces de manipularlo para que tengamos diferentes puntos de vista de la misma realidad (los juegos de cámara son uno de los mayores aciertos del montaje).
Todo esto transcurre en una aparentemente sencilla escenografía, diseñada por Blanca Bescós, en la que vemos la recreación del despacho del autor, el sofá de su, una pequeña mesa y muchos elementos por el escenario que luego serán parte esencial de la pieza escénica. Otra pieza clave de la obra es la iluminación y los vídeos, obra de Gabriel Piñero, que nos meten de lleno en la obra y se convierten en uno de los elementos estructurales del montaje. Por último no queremos dejar de hablar del impecable y envolvente diseño sonoro de Nando Jiménez, responsable también de la música original.
Estamos, en definitiva, ante una obra diferente, en el que la realidad y la ficción se fusionan para hacernos pensar sobre el propio hecho de la creación escénica. Miguel Valentín, en su afán por cambiar la forma tradicional de representar la realidad, nos enseña a mirar de otro modo, a ver las cosas desde un prisma diferente, a ser capaces de analizar las cosas desde otro lugar. Esta pieza de autoficción nos invita a la reflexión, pero también es formalmente un experimento impecable que nadie debería perderse. Una obra para dejarse llevar y disfrutar sin condiciones.
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Teatro: Teatro del Barrio
Dirección: Calle Zurita 20.
Fechas: Del 8 al 29 de Abril. Sábados a las 13:00.
Entradas: Desde 16€ en TeatroDelBarrio.
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jueves, abril 20, 2023
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