Llega a la Sala Negra de los Teatros del Canal una
obra fruto de la colaboración de dos de los principales autores y creadores del
panorama teatral español. Del trabajo conjunto de Alberto Conejero y Xavier
Albertí surge En mitad de tanto fuego.
Siempre me han interesado las historias sobre personajes
digamos secundarios. Personajes que por esa condición no sólo no tienen la
condición de héroes sino que son perfectos desconocidos para la gran mayoría de
las personas.
Quizás sea debido a la enorme sombra de los personajes
“principales” que les acompañan o a la tendencia del ser humano en muchas
ocasiones a simplificarlo todo.
Lo cierto es que ni la vida ni la historia de esas celebridades
ni la propia historia serían lo mismo sin ellos.
Precisamente en uno de esos personajes menos conocidos
centra su atención En mitad de tanto fuego.
Partiendo del canto XVI de la Ilíada de Homero, y con
la guerra de Troya como telón de fondo, Alberto Conejero ha construido la historia
de uno de sus protagonistas Patroclo.
Ya desde el principio el texto nos atrapa
"No estoy aquí para contar la guerra de Troya. Esta es la historia
de
mi carne, allí donde coincidieron la muerte y el amor”.
Eso sí que es empezar con intensidad.
Se nos presenta a un Patroclo atrapado entre las dos
caras de Aquiles, el hombre y el héroe de guerra.
Patroclo le propone a Aquiles que le deje luchar con
su armadura para que los troyanos le tomaran por él. Aquiles aceptó pero le
pidió a Patroclo que no se dejara llevar por la búsqueda de la gloria de la
victoria.
Aunque en un principio Patroclo parecía haber
adquirido las dotes para la batalla de Aquiles, incluso llegando a matar a
Sarpedón (hijo de Zeus), lo cierto es que a pesar del intento de tomar los
muros de Troya hasta en cuatro ocasiones, acabó cayendo en combate.
Apolo animó a Héctor a unirse a la batalla, quien
al ver como Apolo golpeaba a Patroclo en la cabeza, rompía su lanza y le
quitaba la armadura dejándolo totalmente indefenso, momento que aprovechó para
clavarle una lanza en la espalda.
Gracias a este soliloquio podemos saber más
sobre la faceta humana de Aquiles sin duda un aspecto poco o nada conocido.
En mitad de tanto fuego es una visión del caos,
la destrucción y el desastre que suponen las guerras, a través de la historia
de amor de Aquiles y Patroclo. Las sociedades avanzan y se desarrollan e inevitablemente
la guerra y la violencia juegan un papel esencial.
El texto de Alberto Conejero nos muestra el sinsentido de la guerra, es
un canto a la vida, al amor. Detrás de la guerra sólo hay muerte, dolor y
destrucción, por el contrario detrás de la vida y el amor hay deseo, pasión,
esperanza…
A semejanza de la Ilíada, En mitad de tanto fuego está dividida en
cantos. Con la idea de darnos a conocer la historia algo más en profundidad y ponernos
en situación, tanto desde un punto de vista histórico como desde un punto de
vista personal. Se trata de contar la historia desde otra perspectiva, una
forma distinta a como se ha hecho hasta ahora.
"No hay monstruo más horrible que un héroe de guerra"
Como decía la obra es una oda al amor, la amistad, la libertad, el deseo
y la pasión.
Alberto Conejero es el autor de la dramaturgia. Alberto es dramaturgo,
poeta, licenciado en Dirección de Escena y Dramaturgia por la RESAD y doctor
por la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido galardonado con el Premio
Nacional de Literatura Dramática 2019 por La geometría del trigo. Con
una dilatada carrera plagada de premios y éxito de crítica y público es responsable
de obras como Troyanas, Fuenteovejuna, Amor de don perlimplín con belisa en
su jardín o la inolvidable La piedra oscura.
Todo esto lo ha compaginado con la dirección
del Festival de otoño de la Comunidad de Madrid.
La obra según Conejero es “un alegato
antibelicista, pero también una muestra más de la impotencia del arte ante la
guerra. Porque ningún poema, ningún cuadro, ningún fantasma que regresa del
campo de batalla ha evitado una nueva guerra y, sin embargo, estaríamos perdidos
del todo sin escribir, cantar, bailar sobre la guerra. El arte como memoria y advertencia.
La contradicción de rescatar la belleza, nuestra humanidad, en mitad de tanto
horror”.
Y añade; “Esta obra es también un intento de contar la
historia de otro modo, que es imaginar el futuro de otro modo. El rescate de
una alegría posible. El canto de un personaje que fue, ante todo, carne
enamorada y deseo. Un deseo libre y disidente”.
Alberto Conejero muestra al público su singular visión
de un poema épico, una visión que desprende belleza, amor, misterio, penumbra y
pasión, mucha pasión. Y lo hace en un trasfondo tan poco dado a todo eso como
es una guerra, y ahí es donde radica su genialidad.
El texto derrocha ternura, poesía, y amor. En definitiva, el lado más
sensible y tierno de Aquiles y Patroclo.
En cuanto a la dirección es obra de Xavier Albertí; director
de escena, dramaturgo, actor, compositor, pedagogo y gestor cultural. Le
descubrí posiblemente tarde, hace unos años en el Teatro de la Comedia con la maravilla
de Caravaggio, Vermeer y Velázquez.
A
partir de ese momento se convirtió en uno de los autores a los que no pierdo de
vista. Tuvimos la oportunidad de disfrutar el año pasado de Don Ramón María del
Valle-Inclán en el Teatro Español y evidentemente tampoco defraudó.
Hace
unos días en otra reseña indicaba que hay ciertos autores, actores con los que
tengo un prejuicio positivo, sin duda Xavier es uno de ellos.
Si algo
es bueno y funciona por qué tocarlo mucho y eso es precisamente por lo que ha
optado, si llega la propuesta de montaje de un gran texto y cuentas con un gran
actor, que más se puede pedir.
La
escenografía por la que se ha decantado es el minimalismo llevado a su máxima
expresión, simplemente una silla en una de las esquinas del escenario, para que
más si no se necesita.
Cuando
la palabra es suficiente no es necesario artificio ni adorno, y cuando la
expresión de dicha palabra es sobresaliente para que distraer con objetos
superfluos. Una vez más el trabajo de Xavier sencillamente enorme.
En
cuanto al montaje Xavier Albertí señala “Los mitos siguen sirviéndonos para
entendernos a nosotros; y cuando los mitos son tan potentes como el que estamos
hablando, en qué mejores manos puede estar tratado contemporáneamente que en
las de un dramaturgo poeta o un poeta dramaturgo de la altura de Alberto
Conejero”.
No
quiero dejar de hacer mención a un protagonista más y no es otro que la
iluminación, soberbio el trabajo del propio Xavier Albertí y de Toni Ubach.
Crean una atmósfera de penumbra idónea para lo que en el escenario se está
contando.
Para acabar
que decir del trabajo de Rubén de Eguía. Impecable, sin excesos, sin estridencias,
moviéndose con calma y tranquilidad sobre
el escenario. Pocos movimientos en escena, como si se concentrara para que nada
le distraiga, sólo existe la palabra. Apenas levantar un brazo luego el otro,
sentarse en una silla….
Contenido y apasionado y eso es precisamente lo que
nos engancha a la obra desde la primera frase que indicaba al inicio. Una
interpretación repleta de dolor, dramatismo, desolación, amor y pasión, mucha
pasión.
En definitiva, una pequeña joya en un pequeño recinto
como se deben mostrar las cosas que realmente tienen valor. Indispensable.
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Teatro: Teatros del Canal. Sala Roja
Dirección: Calle Cea Bermúdez 1.
Fechas: Del 25 de Enero al 4 de Febrero. Día 25 a las 20:30, 26 y 27 a las 18:30, 28 y 31 de Enero y 1 y 4 de Febrero a las 19:00, 30 de Enero y 2 y 3 de Febrero a las 20:00.
Duración: 1 hora 15 min.
Ficha artística:
Autoría: Alberto Conejero.
Dirección: Xavier Albertí.
Interpretación: Rubén de Eguía.
Diseño de iluminación: Xavier Albertí
y Toni Ubach.
Ayudante de dirección: Adrián
Novella.
Jefe técnico: Toni Ubach.
Producción ejecutiva: Miramedia
Universe SL.
Coordinación de producción: Elena
Martínez y Roser Soler.
Producción: Miramedia Universe SL y
Grec Festival de Barcelona.
Colaboradores: Teatros del Canal,
Sala Beckett y Ministerio de Cultura y Deporte.
Imágen gráfica: María la Cartelera.
Reportaje fotográfico: David Ruano.
Vídeo: Albert Miret.
Montaje: Miramedia Universe SL .
Distribución: Fran Ávila, Roser Soler
y ElenaArtesEscénicas.
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