¡Maldita sea, qué despertadorcito! Un maravilloso dislate está sucediendo
en Madrid, la comedia castiza, que satiriza e ironiza con ese madrileñismo que
se vuelve cómico, un Madrid costumbrista, de pueblo llano al que echamos de
menos cada vez mas en la escena madrileña.
Entre las nuevas creaciones, teatro
contemporáneo, adaptaciones de teatro clásico por todos conocidas, nos
encontramos cada vez con fuerza a la Compañía
Lírica Ibérica que va mucho mas allá de una adaptación o un divertimento
efímero. Un equipo que se atreve, unos
valientes que contra viento y marea
están poniendo todo el esfuerzo y el alma en darnos a conocer los usos,
las costumbres y la cultura de un Madrid, más reconocible de lo que pudiéramos
imaginar con un ritmo en escena que no
es propio en este tiempo. Una vuelta al teatro de sainete, castizo y
rechulón que nos está haciendo disfrutar de un modo indescriptible, con el
deseo de que continúen por mucho tiempo rescatando esa tragedia grotesca que
cada vez cuesta mas ver en escena. Dicho esto, ahora sí.
Se
lo contamos:
Petra,
es una joven natural de Madrid que está casada con Manolo, un hombre
noctámbulo, mujeriego y vividor que se resigna a perder su vida de soltero.
Ante tal situación, Petra decide elaborar una estrategia a base de celos para
atraerlo al redil conyugal. El padre de Petra, actuará como eje central de la
trama, dirigiendo desde su cama los pasos de la “venganza” que Petra está
llevando a cabo.
A
partir de aquí, una comedia de enredo
que nos moverá de la butaca porque no pararemos de reír con todas la
situaciones que se dan cita, cada cual mas cómica y grotesca. Un público
entregado, expectante durante toda la función pareciera ser también
protagonista, ya que allí estamos cómplices
de Petra para lo que ella mande y necesite de nosotros frente a ese marido
chulesco que no la reconoce, ni la dignifica por el hecho de ser su mujer, por
el hecho de ser.
José
Luis Gago ha demostrado ser un maestro en estas lides, ya pudiéndose considerar
como uno de los mejores actores de género chico y sainete en la actualidad. Es una obviedad, la experiencia en el
oficio y las tablas del director y actor, pero ante todo vemos en cada función
que cree en lo que hace y lo traslada al público, generando sensaciones en el
patio de butacas, no es únicamente la risa, va mucho mas allá, se trata del
reconocimiento y el agradecimiento a una de las personas que conservan y
protegen la cultura, nos permite formar parte de un conjunto frente a la
individualidad de nuestro tiempo. La
labor de Gago está siendo transformadora para el espectador al que está
permitiendo conocer sus propias raíces, una esencia perdida entre redes
sociales. Con él salimos del teatro pensando en agarrarnos del brazo de nuestro
acompañante, en lugar de escribir un whatssap para que ustedes lo entiendan.
En
este caso José Luis Gago dirige de modo
sobresaliente una puesta en escena ágil y fresca donde todo elemento que
aparece en escena tiene un papel fundamental, ya hablemos del atrezzo o del
vestuario de cada personaje generando un todo en escena en una obra que como
ven a cada momento se volvía redonda.
Gago
asume a su vez el papel de Nicomedes un cachazudo padre de familia que entre
perezas y desganos, lo que está claro es que quiere lo mejor para su hija y que
sin duda alguna la adora. Nicomedes que solo quiere descansar un rato mas, se
encuentra con un periplo de consuegros, yerno, y una sirvienta de lo mas digna
y característica alrededor de su cama. El
actor resuelve con una vis cómica del mas alto nivel un personaje que Arniches
parece haber hecho a su medida junto a Natalia
Jara en el papel de Nicanora una mujer con carácter que hará todo lo posible
por ayudar a su hija Petra, la actriz se mueve resuelta en escena, con un
meritorio compañerismo y escucha en
escena mostrando su ya indiscutible experiencia y saber hacer.
A su
lado constante, Eudoxia, interpretada por Sonia
Gascón una actriz a la que hemos descubierto hace poco y a la que seguiremos
en la esfera teatral, con una actuación
propia y característica que aún no reconocemos si es cercana al espectáculo de
revista, al clown...será bonito irlo descubriendo ya que sabemos que será una
habitual de los escenarios madrileños.
En este caso nos hará disfrutar con su gesto y expresión corporal con
sus idas y venidas con Víctor Benedé el
pobre barbero mujeriego que sin comerlo ni beberlo será centro de engaños y
picardías, cada salida del actor en
escena nos hará reir a carcajadas en un papel que se convierte en
imprescindible.
No
faltará en escena ese pícaro que pasaba por allí, que será repartidor y que
generará en poco tiempo las simpatías de todo el patio de butacas interpretado
por Olivia de Pablo.
Juan Polanco en
el papel de Bibiano y Cristina Palomo
harán las veces de los suegros de Petra, un tándem perfecto que resuelven de
modo plausible a los defensores de su
hijo Manolo interpretado por Luis Ángel
Gago, será el actor en el que veamos mas cambios de registro, siendo creíbles y
dotándolos de verdad en escena, un merecido papel protagonista que ha
sabido resolver de modo sobresaliente , aprovechando su juventud para transmitir una frescura que genera una
presencia escénica que casa a la perfección con sus compañeros de elenco.
Y
como no, Petra, la protagonista de este embrollo, interpretada por una maravillosa Carla Postigo, la actriz no llevará sobre
sí el peso de la obra siendo el centro de la función, no les vamos a engañar.
Lo que si les diremos es que hace algo mucho mas importante, poner énfasis y
valor en cada uno de los personajes con los que se va topando, compartir
protagonismo, haciendo a todos los personajes mas igualitarios, mas grandes.
En una obra de la que podríamos hablar de machismo, nosotros solo les
apuntaremos, que nos pareció maravilloso, que el personaje protagonista en nuestro tiempo estuviese cargado de tanta
sororidad.
Sublime trabajo de escenografía en
una casa en la que no falta ni un solo detalle trabajo de Scenarte producciones
S.L. que nos traslada al antiguo Madrid medio burgués, junto al trabajo de vestuario de la mano de Mario
Pera con la misma filosofía, trasladarnos de la manera mas veraz posible al
Madrid costumbrista. Insustituibles
detalles de iluminación que irán descubriendo a lo largo de la función
trabajo José Manuel Gómez Dávila.
Una
obra redonda. Una comedia esencialmente arnichesca.
Teatro: Teatro Amaya
Dirección: Calle General Martínez Campos 9
Fechas: Miércoles, jueces y viernes 20.30h. Sábado 19.30 y 22h. Domingo 19.30h.
Entradas: Desde 14€ en teatroamaya, atrapalo, entradas.com, ticketea. Hasta el 25 de agosto.
Fechas: Miércoles, jueces y viernes 20.30h. Sábado 19.30 y 22h. Domingo 19.30h.
Entradas: Desde 14€ en teatroamaya, atrapalo, entradas.com, ticketea. Hasta el 25 de agosto.
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