Nave 73 se llena de realismo mágico en escena, hipérboles en su máxima expresión, en una versión en la que Orlando de Virginia Woolf se constituye como una pieza de tema universal que no acusa el paso del tiempo. Una biografía sardónica, crítica con condicionamientos sociales y que remarca las diferencias de género de una época, de las que parte, gran parte aun están vigentes.
Speaky twins en la dramaturgia compone un collage de expresiones íntimas, de lo mas individual a lo más social se dan cita en esta pieza controvertida y compleja al mismo tiempo. En esta versión, Orlando vivirá los inevitables cambios sociales desde la Transición Española hasta la actualidad.
Ana Cavilla toma las riendas en la dirección de la mano de un elenco sincronizado como una máquina bien engrasada, en el que destaca el trabajo de teatro gestual, cinestesia constante con una sincronización perfecta por parte de las actrices y actor que integra esta pieza. Movimientos medidos en los que no hay espacio a la improvisación. Distintos géneros, diferentes aristas y contextos, el paso de una vida y el cambio de sexo. Si bien, siempre inexorable e impertérrita una misma identidad.
Con Orlando viviremos el amor, la huida, la crítica, todas ellas condicionadas por un acontecimiento mágico e inesperado en el que Orlando se despierta siendo una mujer. Será en este momento en que comience a tomar conciencia de que ya nada es lo mismo. Las convenciones sociales han cambiado, sus modos y formas tienen que ser modificados ya nadie se dirigirá a él del mismo modo, y todas sus posesiones estarán en peligro por el hecho de ser mujer. Mientras todo esto sucede, él no ha cambiado, únicamente ha cambiado su sexo.
Pinceladas de belleza plástica en escena, actores que se desdoblan y son otros, mirada introspectiva y sonora, oxímoron latente y de flecha certera, llegando al espectador en forma de sensaciones, manteniendo la curiosidad de lo que está por venir o lo que está por cambiar en el propio Orlando. Vemos como cambian los demás con respecto a él, pero no somos capaces de saber que siente ella en lo mas profundo de su ser. Alicia Lescure, máscara neutra, al servicio del yo, sin ser nadie en concreto, es una identidad que va meciendo, acomodando, danzando en escena, contando una vida, viviendo una historia llevándonos de la mano por un sueño del que no despertaremos igual. Al despertar tomaremos conciencia de que todo ha cambiado pero seguimos siendo la misma persona.
Susana Álvarez y Carlos Pulpón acompañan a Orlando de manera cercana, inteligente, compañerismo en escena pasando de un primer a segundo lugar sin que sea llamativo. Diferentes personajes para actriz y actor que llegaron al público por su aura en escena, él destacando en los diálogos con Orlando, ella hipnotizando al espectador en su parte mas dulce e introspectiva.
Un trabajo de diseño audiovisual de primer orden que toma presencia y se torna protagonista de la mano de La Dalia Negra, paneles en movimiento que los actores utilizan para dar sentido y ritmo a diferentes contextos unido al trabajo de escenografía de Paula Castellano junto al diseño de iluminación de la mano de Paloma Cavilla.
Una obra, íntimamente recomendable.
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Dirección: Calle Palos de la Frontera 5.
Fechas: Del 5 a 27 de Marzo. Sábados y Domingos a las 19:00h.
Entradas: 14 € en Nave73.
Ficha artística:
- Dirección: Ana Cavilla
- Ayudante de dirección: Lucía González
- Intérpretes: Alicia Lescure, Susana Álvarez, Carlos Pulpón
- Producción: Camino Tejero
- Diseño de escenografía: Paula Castellano
- Diseño de iluminación: Paloma Cavilla
- Diseño de espacio sonoro: Ojo Último
- Diseño de audiovisuales: La Dalia Negra
- Construcción y diseño de utillería: EmpapelArte
- Dramaturgia: Speaky Twins
- Una producción de: La Perra Creaciones y Paloma Ilumina con la colaboración de Arte4 Estudio de Actores, CTE y RESAD
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