Salimos de la sala con la sensación de haber realizado un viaje en el tiempo, un regreso a la infancia, a esos relatos que escuchabas en los pueblos y que han ido configurando lo que eres hoy en día. Un divertido e ingenioso puzzle para intentar comprender de donde venimos, lo que somos, hacia donde vamos. El complejo mundo en el que vivimos analizado desde la perspectiva del pasado, una manera de tomar impulso para entendernos como individuos y como sociedad.
No podía ser más apropiado el título de "Obra infinita" para este proyecto de la compañía de teatro contemporáneo Los Bárbaros, que nos convocan para narrarnos, a modo de cuento, la historia de... perdonar pero estoy intentando ordenar toda la información que he captado con todos mis sentidos después de asistir a la representación. En la función tendremos muy distintas sensaciones, estará muy presente el olor a madera, el sonido del bosque, el fuego, la palabra. Mi cabeza es un hervidero, un laberinto de ideas inconexas que buscan conectarse, y ahora toca preguntarse...
Esta nueva producción del Centro Dramático Nacional nos trae al Teatro María Guerrero uno de los proyectos más transgresores e interesantes del panorama nacional: Los Bárbaros ("Obra inacabada", "Mutantes", "Atlántida", "Las explicaciones"). Un proyecto bajo la dirección de Javier Hernando y Miguel Rojo en el que "abordan conceptos en torno al poder, la imaginación y la identidad. Su trabajo fluye desde lo cotidiano hasta lo inesperado y poético, creando espacios para el diálogo y diluyendo las fronteras entre la realidad y la ficción. Aspiran a crear un corpus de trabajos donde una misma cuestión sea tratada desde perspectivas y formatos diferentes. Fluctúan entre el espacio teatral, el espacio público y el del museo". A lo largo de su trayectoria han seguido tres líneas de trabajo a la hora de desarrollar sus producciones, de este modo nos ofrecen obras de corte teatral, piezas-taller participativas y piezas únicas creadas en espacios particulares y que se representan una sola vez.
En esta nueva producción Los Bárbaros nos proponen un tributo a lo tradicional, una obra sobre memorias, cuentos y canciones. Una compleja pieza que, con todos los mimbres de sus trabajos anteriores, nos habla de comunidad, de nuestra idea de lo común, de pensamiento social, de acción política, de cómo nuestra tradición puede marcar el camino para el cambio en nuestra forma de vivir. Todos esos cuentos, refranes, moralejas, canciones que van pasando de padres a hijos, de generación en generación, para construir nuestra identidad. Este nuevo salto al vacío al que nos invitan es una revisión a lo que somos, una visión nostálgica de nuestras costumbres, una revisión de todas esas tradiciones que nos configuraron como somos. Una mirada al pasado para intentar entender el presente y aventurar el inquietante futuro que nos espera.
¿Quién es el protagonista? ¿Juan, unos guisantes, los actores como narradores, nosotros como público? ¿Y el antagonista? ¿Una niña, un gato negro, unas brujas, unos cuervos, un lagarto? La incidente desencadenante... ¿Cuál era? Pensando que se trata de aquella circunstancia cuya irrupción viene a romper el equilibrio en el que se desarrolla la obra ¿Era cuando Juan entró en el Congreso? ¿O cuando apareció en el bosque? Siento no poder aclararos esto que yo misma me pregunto, pero sí tengo claro que esta compañía creó un momento de comunidad, algo muy necesario en esta realidad tan individual que nos está tocando vivir. Así que asistí a un encuentro íntimo entre los actores y el público, donde todos en la sala Princesa del María Guerrero nos veíamos las caras y nos sentíamos parte de algo que estábamos creando juntas.
Esta "Obra infinita" ha sido escrita por Javier y Miguel, Henando y Rojo, y aborda todas esas temáticas que les rondan por la cabeza desde sus inicios, cuestiones como la importancia de lo cotidiano (una reunión de amigos compartiendo unas cervezas y contando batallitas), la fuerza de lo inesperado (un palo que suena como una flauta o una cuchara con un agujero que no sirve para tomar sopa), la necesidad de lo poético (el sonido del fuego o de un caldero en ebullición) y el diálogo en el que fluimos y en el que se diluyen las fronteras entre la realidad y la ficción.
Para ellos, "la condición de texto infinito hace referencia al conjunto de cuentos populares como un intento de la humanidad por dotarse de un modelo narrativo polivalente e ilimitado, en conexión con las más radicales preocupaciones del ser humano y de la sociedad. Esta pieza se llama "Obra infinita", en palabras de sus autores, "porque es una obra de memorias y oralidades, de cuentos populares y canciones, que atraviesan el tiempo y pueden imaginar el futuro. Pero no es una obra sobre la nostalgia, costumbrista, sobre cuentos de antaño, aldeas en donde jamás hemos vivido o paraísos que nunca existieron. En cambio, sí es una obra de posibilidades, de relatos disidentes, de momentos especiales en los que la escucha crea comunidades. Porque sabemos desde hace tiempo que los cuentos nos cuentan y de eso va esta propuesta: de la vida juntos".
Esta compañía se aproxima a la problemática de la sociedad contemporánea con un cuento, donde nos narran paraísos que nunca existieron, atraviesan el tiempo, imaginan el futuro en un nostálgico relato, porque saben que los cuentos nos hablan de nosotros, de comunidad, de familia, de grupo. Una pieza que nos invita a escuchar palabras entrelazadas con gran fluidez, a zambullirnos en historias que expresan emociones, que nos hacen reflexionar, nos proponen compartir, reunirse, cuidar el fuego cuando estamos a oscuras. En definitiva, nos enseñan a convivir con nuestro entorno y con nosotros mismos, en un ejercicio de análisis y puesta en común de lo que somos como sociedad.
"Los cuentos populares son el material con el que decidimos construir este montaje, igual que se elige la primera piedra para construir una casa. Son parte fundamental de la pieza. Diría que pequeñas cestas llenas de sabiduría, en ocasiones disidente, que propone formas de ser y de solucionar problemas que, aunque son antiguas, también son nuevas. Es algo vivo que está en constante cuestionamiento y reestructuración, y así nos acompaña desde el principio de los tiempos" señala Miguel Rojo, para quien el ideario de Los Bárbaros supone una forma de provocar preguntas y de generar otros contextos: "trabajamos en torno a la sociedad contemporánea, el poder y las formas de relacionarnos, situándonos entre la realidad y la ficción. Nos gusta el humor, la imaginación, la memoria y las cosas invisibles. Entendemos el teatro de una manera bastante amplia".
Y todo este viaje a nuestras tradiciones lo disfrutaremos de la mano de un elenco fabuloso, que nos lleva de la mano como narradores y protagonistas, como intérpretes y compañeros de viaje. Ellos son Jesús Barranco, Rocío Bello, Cris Blanco, Elena H. Villalba, Diego Olivares, Alma P. Sokoliková y Macarena Sanz. A ellos hay que sumar la fantástica escenografía "mutante" creada por Cecilia Molano, que se convierte en un personaje más de este nostálgico cuento. Un gran acierto, para conseguir esa sensación de comunidad que busca la pieza, la distribución del público de forma circular rodeando a los actores y al espacio escénico. Para la creación de este ambiente íntimo y cercano son fundamentales la cuidada iluminación de Miguel Ruz y el envolvente sonido de Felipe Lara. Déjense llevar por este onírico y particular viaje a la esencia misma de lo que somos. Acompañen a Los Bárbaros en este montaje que busca contar y cantar, cuidar y curar las palabras, a través de historias que puedan explicarnos el mundo.
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