La revancha, la reivindicación, el odio esperado en
una obra por aquellos represaliados que exigen reparación y justicia, que se
reconozca su condición y se de voz a las víctimas de las represión.
No
encontraremos odio, ni reivindicación de ningún modo revancha, más bien será la
memoria, que no el perdón el hilo conductor de una lucida puesta en escena,
reflejo de una realidad que aún en la actualidad se sigue constatando, el dolor
de los familiares que trabajaron siendo presos políticos en el Valle de los Caídos.
A
muchos de esos familiares se les habrán pasado por la cabeza cientos de ideas
para restituir la dignidad de sus familiares y es esta la representación de una
elucubración, una idea más a cerca de como vengar la muerte de un abuelo enterrado
en el Valle de los Caídos.
Pilar
Gual e Ion Arretxe idearon un relato, una ficción que acabaría con años de
desvelo y que quizá devolvería la dignidad a todas aquellas personas que habían
sido humilladas por el bando vencedor. Gual ha tenido la valentía y el arrojo
de llevar adelante esta puesta en escena impulsada por el respeto y el homenaje
a su compañero Ion Arretxe.
Ion Arretxe
cuya única arma siempre fue la palabra dio forma a un texto directo, adentrándose
en el foco y símbolo de confrontación y conflicto histórico.
Se lo
contamos:
Mariana, trabaja como responsable de limpieza del Valle de los Caídos con un único fin, tiene un plan que llevar a
cabo, vengar la humillación que supuso para su abuelo trabajar como preso
político en la construcción del monumento. Pero en el camino surge un gran
obstáculo. Mariana se enamora de uno de sus enemigos a vencer. El público cómplice de su plan, será testigo a su vez de su lucha interna, su historia personal y la de su familia que, como la de
otras muchas familias, fue marcada por un país separado por la guerra.
Los presos que allí trabajaron dejaron palabras clave, anotaciones, y cargas de
dinamita que hoy Mariana está dispuesta a activar.
Chema
Rodríguez Calderón dirige con maestría una compleja puesta en escena, equilibrar
un texto con una carga emocional tan potente no era tarea sencilla. Calderón consigue
resolverlo aprovechando los recursos y la versatilidad de una maravillosa Pilar
Gual que dará vida a Mariana. Si bien, nos interesó y nos mantuvo atrapados el
relato vital del personaje, el amor hacia su abuelo, a los recuerdos que han
marcado su esencia y lo que Mariana es hoy.
Gual
llena el escenario con su sola presencia, entre arrebatos de ira, y gritos
velados, susurros y miedos, que parecen transmitir mucho mas que un relato sobre memoria histórica, parece querer reconciliarse con algo fuera de nuestro alcance, emociones fuera de toda sinopsis. Pero debemos continuar, mediante el humor y acompañada por su voz cuando nos mira a los ojos
cantando, transmitiendo la derrota del vencido.
Un monólogo, una conversación con ella misma en ocasiones donde la actriz se mueve ágil y eficaz en escena. Acompañada por un resolutivo Gabriel Andujar, en un discreto y necesario segundo plano. Será el enemigo del que Mariana se enamora, con él surgirán incipientes contradicciones, una historia demasiado débil para acabar con una empresa tan importante como la que estamos viviendo con Mariana.
Un monólogo, una conversación con ella misma en ocasiones donde la actriz se mueve ágil y eficaz en escena. Acompañada por un resolutivo Gabriel Andujar, en un discreto y necesario segundo plano. Será el enemigo del que Mariana se enamora, con él surgirán incipientes contradicciones, una historia demasiado débil para acabar con una empresa tan importante como la que estamos viviendo con Mariana.
Escenografía
protagonizada por cuatro ángeles custodios serán testigos del que ya es el plan de todos junto con Gual, trabajo de Belen Zahera, dando espacio y prioridad a la palabra en una puesta
en escena intimista y cercana. Miguel Magdalena en un correcto trabajo de espacio
sonoro junto a Diego Velazquez en diseño de iluminación que nos mecerá entre
los pensamientos y las realidades de Mariana.
Puede
que ni siguiera sea un juego de realidad
lo que se plantea, quizá haya sido únicamente un sueño que tuvo una noche
Mariana, como reflejo de aquellas noches en vela que tantos han pasado ideando
como dignificar la memoria de sus familiares víctimas de la represión
franquista. Solo queda que sean ustedes mismos los que lo comprueben.
La muerte escondida.
Teatro: Teatro del Barrio.
Dirección: Calle Zurita,20
Fechas: .22, 23, 27, 28, 29 y 30 de diciembre
Entradas: 12€ Web de Teatro del Barrio
Fechas: .22, 23, 27, 28, 29 y 30 de diciembre
Entradas: 12€ Web de Teatro del Barrio
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