Del 22 de marzo al 14 de abril
podemos disfrutar de una de las experiencias neoyorquinas mas originales e
irreverentes sin salir del centro de Madrid, donde el lujo, la elegancia y el
postureo se darán cita para hacernos disfrutar al máximo.
Durante unos días dejaremos de envidiar a las protagonistas de Sexo en Nueva York ya que tendremos la pastelería Magnolia Bakery en el interior del hotel, para hacer
las delicias del que desee sumergirse en las calles de Manhattan y adentrarse
en la pastelería favorita de Carrie Bradshow. Un espacio que abrirá todos
los días de 10 a 20h.
Con su Bingo Brunch
llegan al Barrio de las Letras, sesiones de DJs, brunch y bingo, una mezcla proveniente de la
Gran Manzana. Los sábados y domingos una drag queen será la magistral maestra
de ceremonias en las que el chef de la Embajada Americana durante el mandato de
Obama nos deleitará con sus selectas creaciones.
De jueves a sábado de 17:00 a 22:00
directo de East Village llega el afterwork mas reconocido en Nueva York,
Death & Co., un icono de la revolución del cocktail en el mundo
entero, combinados elaborados por el mismo equipo de bartenders presentes en la
prestigiosa coctelería.
Y aquí no falta nada, con The New York Show llegamos a la
parte mas irrevente, cabaretera y artística de todas, las noches de jueves a
sábados de 23 a 02h una propuesta del universo Yllana en un escenario
clandestino en el que recorreremos los barrios mas emblemáticos de la Gran
Manzana.
Seagram´s New York Hotel. La
31. La mesa de la sorpresa. La mesa del viaje a Nueva York. La entrada a la
ciudad de los sueños en Madrid.
En el imponente Gran hotel
Inglés del viejo Madrid de la calle Echegaray. Fusión de lo nuevo con lo añejo.
Del maravilloso Venencia en frente con la Nueva York traída. Lo innovador con
lo clásico. El ayer y el mañana de la mano del universo Yllana.
Y empieza el espectáculo… Pero antes unas delicatesen gastronómicas directamente de la gran manzana. Sin gusano. Manzana roja. Manzana ardiente. La gran manzana neoyorquina a pocos minutos de casa.
Un lujo a tu alcance. Y empiezan a aparecer los comensales, el
público de esta inesperada función. De un musical cabaretero donde todo vale y
vale todo.
Y llega Concha, el actor
José, las chicas youtubers, las instagramers, los blogueros, los modelos, los
móviles, y todos se hacen auto fotos o selfies, y todos ríen, y parece que se
divierten. Pelito en pecho y sonrisas por doquier. Y fotos. Y más fotos. ¿ Pero
va a salir Yllana?.
Relájate, disfruta. Estás en Nueva York, déjate llevar y sé
receptivo. Y eso hago. Que soy muy bien mandado. Así que por fin el maestro de
ceremonias da comienzo al show. Resulta que la 31 está en Harlem, el barrio del Teatro Apollo, del afroamericano,
y no sé por qué razón me vienen a la cabeza los chicos de los Harlem Globetrotters. Pero ciñámonos al show, que se nos escapa el metro.
Y es que de la mano del maestro de ceremonias, nos
van llevando de estación a estación a Times Square y sus musicales, al Madison
Square Garden y sus deportes. A Wall Street y sus brokers, A fifth Avenue, al Bronx, al gospel, a Magnolia
Bakery y sus cupcakes.
Realmente la fórmula es
sencilla y efectiva a la vez. Nos llevan de parada en parada y nos muestran
algo típico neoyorquino con la fórmula del musical.
Cercano y espectacular, como me comenta José, el actor, que anda
emocionado. No menos que Concha, que se va a dejar la batería con tanta foto y
auto foto.
El espectáculo va in crescendo. Aparece Lady Gaga y lo da todo.
Diva en un mundo luminoso, y superficial también, me lo parece. El público está
entregado. Arden en excitación ante la llegada del maestro transformado en drag
queen. Todo a la sombra y al calor del gyn tonic,
del postureo, del lujo, de la no preocupación aparente.
Números musicales que se
suceden sin previo aviso, sonrisas cada vez más blancas, amistades que se van
creando al son de la música. Y cuando llega el “New York New York” como cierre colectivo, ya no hay quien lo pare.
Como nos diría Frank
Sinatra desde su púlpito, “voy a hacer un excelente comienzo”. En la vieja
Nueva York. Si puedo hacerlo allí, puedo hacerlo en cualquier parte. Esa es tu
responsabilidad, Nueva York, Nueva York.
Una catarsis se crea en el salón inglés. El público se desmelena y
canta con ellos, cantamos todos.
Disfruta
de Nueva York en el improvisado viaje, en la penúltima parada del metro. Con la
penúltima copa y una sonrisa en el rostro abandono el Gran Hotel Inglés con la
sensación de haber estado un ratito en otro mundo, en otra ciudad y también, en
otro planeta.
Teatro: Gran Hotel Inglés
Dirección: Calle de Echegaray, 8
Fechas: 21 de marzo al 14 de abril
Entradas: Desde 19€ en Seagram´s NY Hotel
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