Teatro: Polvorones. Teatro Lara

Las disparatadas aventuras de cuatro mujeres que no tienen muy claro lo que quieren en la vida nos llevará a enredos de todo tipo, en los que lo cotidiano y lo extraordinario conviven y se entrelazan para llegar a situaciones de lo más surrealistas. A mitad de camino entre una un episodio de "Sexo en Nueva York" y una de las primeras películas de Almodovar, las alocadas peripecias de estas amigas nos harán un pasar un buen rato, riéndose de muchos de los estereotipos creados en torno a las mujeres.



Tras su estreno en Noviembre de 2016 hasta esta vuelta al Teatro Lara, el recorrido de esta comedia en torno a las relaciones sentimentales de cuatro amigas ha sido largo y muy diverso, tanto en el elenco como en los lugares en los que ha sido programada. Vuelven al lugar donde empezó todo con el reparto original, tras su paso por el Teatro Nuevo Alcalá, para que volvamos a disfrutar con estas peculiares mujeres y sus aventuras sentimentales.



FORJA nos presenta esta comedia sobre la amistad, con el tan manido "con amigos así no hace falta enemigos" sobrevolando la obra en todo momento. Juan Carlos Mestre ha escrito y dirigido (con Ana Pascual de ayudante de dirección) esta historia llena de situaciones cotidianas, en las que podemos vernos reflejados, en un ácido retrato de la sociedad en la que vivimos. Historias y personajes de nuestro alrededor, relaciones que hemos podido tener, aventuras amorosas tantas veces contadas, personas de una sociedad marcada por la velocidad y el estrés, en el que todo pasa demasiado rápido, incluso los amores y las peleas, sólo permanecen las amigas, que pese a todo, siguen unidas.
Juan Carlos Mestre ha participado como actor en montajes como "El mercader de Sevilla", "El triciclo" o "Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?", pero como autor es su segundo montaje, tras el interesante musical para toda la familia "EÑE o los reinos del dragón", en el que rompe con los estereotipos de género. En "Polvorones" nos habla con mucha ironía y sarcasmo sobre la amistad que une a cuatro mujeres del siglo XXI, y los "altibajos" que sufren sus relaciones.


Las cuatro mujeres que habitan esta historia están cinceladas desde el más puro de los absurdos. Sus características (tanto físicas como psicológicas) se llevan al extremo, para crear situaciones absurdas, alocadas, que todas ellas llevan con la mayor normalidad. Una cleptómana, una hippie, una despechada por su marido y la otra cabreada con el mundo, cuatro perfiles antagónicos que nos llevarán por lugares comunes, pero en situaciones de lo más "especiales". Una amiga le confiesa a otra que se acuesta con su marido con toda la naturalidad, esta acaba pegándole con una sartén llena de conejo con tomate al promiscuo, otra niega una orientación sexual que las otras dan por evidente, varias intercambian (sin saberlo) amante... Una serie de situaciones más o menos cotidianas pero tratadas desde la más absoluta de las comedias, para llevar todas las situaciones al límite y reírnos de esas realidades que nos rodean y también de nosotros mismos. 


Ya en los preámbulos de la obra, en la presentación de los personajes, nos damos cuenta de que estamos ante un montaje peculiar, que intenta sacar punta de las situaciones más cotidianas. Una vez iniciada la obra conocemos a estas amigas, tan diferentes como divertidas en sus peculiaridades. Mónica (Mónica Vic), Paqui (Paqui Horcajo) y Jazmín (Jazmín Abuín) aparecen sentadas en un restaurante mientras esperan a Marta (Laura Toledo). 

Mónica es la más sosegada de las cuatro, la más tranquila y segura de si misma, ejerce de "madre del grupo" aunque en el fondo se encuentra muy sola. Paqui es la única casada de las cuatro, aunque su matrimonio es un desastre (como iremos descubriendo a lo largo de la obra). Esta situación familiar la convierte en la más "atacada" de las cuatro desde el primer momento, se muestra vulnerable y muy insegura, y sus amigas lejos de ser una ayuda se convierten en parte del problema. Jazmín es la amiga hippie del grupo, todo alegría y buen talante, que intenta mediar entre todos los conflictos con su positividad, hasta que un hecho que le afecta directamente la pone "un pelín" irascible. Por último Marta es la tonta del grupo. Vive por y para su cuerpo, es "un poco ligerita de cascos" y no se entera de lo que pasa a su alrededor. Es el prototipo típico de la chica guapa y tonta (tan manido en cine y televisión).


Las escenas grupales marcan el comienzo y el final de la obra, mientras el resto de las escenas nos muestran a las chicas por parejas, en escenas en las que van dirimiendo sus problemas y liando nuevas tramas, en un entramado de historias que se enredan entre si para dar como resultado una comedia llena de sketchs con mucho ritmo y un par de escenas de lo más surrealistas. Cada una de las escenas nos resuelve un poco la trama pero también nos va mostrando el pasado de las protagonistas, por lo que es una buena manera de conocerlas, en este ir y venir por las distintas etapas de las relaciones que existen entre ellas. Una interesante e ingeniosa forma de ir estructurando la historia y a cada una de las chicas.



Todo comienza en una cena en la que Mónica, Paqui y Jazmín quieren aclarar con Mónica por qué siempre se queda el dinero del bote. Lo que parecía una conversación banal y sin importancia, hace que desate un tsunami dentro de la tranquila velada. Marta indignada empieza a soltar trapos sucios, con lo que empiezan a volar los puñales por encima de la mesa, con Jazmín refugiándose en el alcohol e intentando mediar entre sus amigas para que la cosa no se vaya de las manos y no haya demasiadas víctimas... Un contundente comienzo que nos muestra a las claras como va a ser el devenir de la obra, porque como dice Mónica "Todas tenemos nuestras cositas".


           

Las cuatro actrices están muy bien en sus respectivos papeles, que les vienen como un guante, parecen escritos para cada una de ellas. No se como habrán encajado las otras actrices que han pasado por los distintos personajes, pero las originales están de dulce, unas interpretaciones cargadas de fuerza y comicidad. Cada una de las actrices desarrolla su personaje en dos capas, una interior (mostrando sus problemas) y otra exterior, más social (la relación y los conflictos con sus amigas).

Laura Toledo ("La voz dormida", "Ana el once de Marzo", "Teoría y práctica sobre los principios mecánicos del sexo") está muy divertida en su papel de guapa y tonta que no se entera de nada. Sus confusiones cada vez que quiere utilizar una palabra "culta" son geniales. Dota a su papel de una ingenuidad que mezcla con su efervescencia sexual, para crear un cóctel explosivo. Paqui Horcajo ("Trilogía de la revolución", "El proyecto Youkali", "Las hermanas García") está muy convincente en su papel de mujer desbordada por su vida. La escena en la que cuenta como acaba de golpear a su marido con la sartén es de lo mejor de la obra. Mónica Vic ("Our town", "En el baño", "La caja") es la que más cambia de registro a lo largo de la obra, desde un principio serio y cortante (para esconder su soledad) a un final mucho más "suave". Dejo para el final a Jazmín Abuín ("Goodbye España", "Una corona para Monroe", "El libro de la selva") porque para mi ha sido el descubrimiento de la obra, ya que no la había visto y me deslumbró su actuación, cargada de ternura y "buen rollo". Su escena del metro es simplemente memorable (no les digo más, ya lo descubrirán).



El sencillo espacio escénico ha sido diseñado por Lucía Moreno, que centra la historia en torno a un sofá y pequeños elementos que lo acompañan. Un elemento que aparece y desaparece según la escena, algo práctico para desarrollar una historia que transcurre en espacios muy distintos.  Por su parte la ingeniosa iluminación, fundamental para el cambio de situaciones y de los distintos ambientes, corre a cargo de Nacho Diago. En lo que concierne al vestuario, diseñado por Arantza G. Argüello, ayuda a marcar diferencias entre cada uno de los personajes, desde la "ceñida" Marta hasta la hippy de Jazmin. Un recurso más para apoyar la creación de unos personajes tan cercanos pero a la vez tan diferentes unas de otras. Por último hay que destacar que las coreografías han sido creadas por Javier Sánchez, mientras que Javier Flores asesoró a las actrices en body combat.  




Una comedia para reírnos de nosotros mismos y de la sociedad en la que vivimos, porque más allá de que las protagonistas sean mujeres, las historias son universales y podemos vernos claramente reflejados con las situaciones y los personajes. Poco más hay que decir de este montaje que se embarca en su tercera temporada y que no ha cosechado más que éxitos desde su estreno. Una historia con continuos enredos, que nos plantea muchos temas de actualidad desde la comedia más absurda.

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Polvorones
Teatro: Teatro Lara
Dirección: Corredera de San Pablo 15
Fechas: Sábados a las 23:15
Entradas: Desde 12€ en teatrolara atrapalo, taquilla.com. Del 6 de Abril al 29 de Junio.


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