El amor, los idilios, personas que se entrometen para intentar sacar tajada de las situaciones sentimentales. La obra de "La Celestina" trasciende el mundo de la literatura para convertirse en todo un fenómeno social. La figura de esta vieja mujer que consigue engañar a todo el mundo ha saltado de las páginas para servir de denominación a todo aquel que intercede en una relación amorosa. En este caso disfrutaremos de esta pieza desde una posición especial, lo viviremos de dentro, como parte de este clásico de la literatura.
Pocas veces nos encontramos con una relación tan estrecha entre el título de una obra y el nombre de la sala donde se representa. El burdel a escena es una sala muy peculiar, original y sorprendente, que desde luego no deja indiferente a nadie. No añadiremos mucho más para que lo descubráis por vosotros mismos. Una experiencia diferente que aporta un plus al hecho en si de la obra teatral.
Para los que nos apasiona el teatro clásico es de agradecer que se hayan atrevido con, probablemente, una de las obras más representadas, La Celestina, escrita hace más de quinientos años y atribuida, por lo menos en su parte principal, a Fernando de Rojas. Atrevimiento en un doble sentido, tanto por la obra, como una vez elegida esta decidir que parte de la historia adaptar. Todo ello con el condicionante de las especiales características de la sala.
En ambas decisiones acierta Doriam Sojo (director y responsable de la adaptación), no se puede discutir la grandeza de la obra y la gran capacidad que ha tenido para condensar una obra tan extensa en unos intensos ochenta minutos, sin que se quede corta la obra ni falte nada de su esencia. La obra se centra en las dificultades que encuentra Calixto para que la relación con Melibea fructifique y como, aconsejado por su criado Sempronio, utiliza la mediación de Celestina. Un interés del primero y una participación de la segunda "desinteresada".
Respecto a la adaptación de la obra, se ha respetado en gran medida el espíritu del texto original. Encontramos un lenguaje verbal y gestual muy diferente tanto cuando hablan Calisto y Melibea (Ambos de la nobleza) y cuando lo hacen Sempronio y Celestina. De igual modo, cuando hablan Calisto y Sempronio el lenguaje es muy diferente a cuando Celestina intenta persuadir a Melibea, independientemente de pertenecer a distintas clases sociales.
A lo largo de su vida, Celestina practica muchos y muy variados oficios, como el de costurera, hechicera o alcahueta, pero el oficio que más la ha definido, que aparece en innumerables ocasiones, llegando incluso a aparecer en el título, es el de Puta Vieja. Pese a ello, Celestina es independiente, lejos de estar sometida o condicionada, la gente la necesita a ella más que a la inversa; todos la buscan, la llaman, la necesitan. Es una mujer independiente a pesar de su oficio y de su edad. Aquí es donde radica el gran acierto de la obra, al romper con la tradición propia de la época y mostrar a una mujer que piensa por si misma y que se sale del papel que en aquella época estaba reservada no sólo a la mujer, sino a una mujer vieja y pobre.
También se refleja a la perfección -como en el texto original- la crítica a la Iglesia y al poder de la clase dirigente y por extensión a la sociedad. Una sociedad falsa que mientras a lo largo del día no duda en condenar a la mujer prostituta en su triple faceta de mujer, prostituta y pobre, por la noche no tiene el menor problema en ir en su búsqueda en un acto de incoherencia e hipocresía.
Resulta paradójico que un personaje marginal como Celestina sea el centro de la historia y el hilo conductor del relato, teniendo un papel determinante no solo en la relación entre Calisto y Melibea, sino también entre el resto de los personajes que deambulan por el relato.
Como indicaba al principio, el mayor acierto además de la elección de la obra (representar la Celestina en un "burdel" no deja de estar cargado de ironía), es el modo tan original de aprovechar las peculiaridades de la sala. De hecho nada más entrar te sientes transportado a un mesón del siglo XV.
Las singularidades de la sala no impiden el constante ir y venir de los personajes, que junto a la ayuda de un monitor que nos va guiando por los distintos escenarios y momentos de la obra, la hacen muy entretenida para los apasionados del teatro clásico y muy recomendable para aquellos que se quieran iniciar en un tipo de teatro que puede parecer más serio y sin embargo resulta muy divertido.
En cuanto al reparto, lo conforman cuatro actores que interpretan cinco personajes, donde destacan Irene Miranda Outon, en el papel de Melibea, y Héctor Gutierrez en el papel de un divertido Sempronio, que consigue hacer un personaje que se convierte en el punto cómico de la obra, en la que es una interpretación llena de grandes momentos, de uno de los habituales en los montajes del Burdel a escena. Por su parte Silvia Vivó se mete en el papel de la Celestina, esa mujer que nos embauca con todo lo que dice, que es capaz de hacernos dudar de todo. El papel principal sobre el que gira la obra, que la actriz lo modela a su antojo. En el papel de Calisto tenemos a Juan Carlos Gandoa, el enamorado al que todos llevan por distintos derroteros.
Teatro: El burdel a escena
Dirección: Calle Sombrerería 3
Fechas: Martes a las 20:00.
Entradas: Desde 13€ en elburdelaescena, atrapalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario