Tres sombreros de copa en Teatro María Guerrero


Se alza el telón en el María Guerrero. Fuera una primavera en pleno esplendor, cielos azules salpicados de nubes claras en la ciudad, dentro un cielo estrellado con el sonido del mar al fondo, y una enorme cama en la habitación de una adorable fonda de cara al mar, al puerto con sus tres luces blancas ( no, dos blancas y una roja ) que nos transporta a esa España provinciana, en la que todo tiene un patrón, y cada conducta unas consecuencias.

                                   
Donde todo ha de ser lo que ha de ser, y donde Don Rosario acoge a sus huéspedes como si fueran sus propios hijos, ( yo quiero ser un padre para todos ). Como debe ser. ¿O no? Sin más preámbulos nos vamos a sumergir en una noche azarosa, distinta, diferente. Una noche en la que nos vamos a plantear presente, pasado y futuro sin salir de esa habitación con vistas al puerto. Y es que Dionisio, un joven apuesto , honrado y decente se hospeda en su hotel favorito de la ciudad de su novia para casarse. Al día siguiente , con Margarita, su novia de toda la vida ( ella sabe hacer unas labores muy bonitas y unas deliciosas tartas). 
¿Qué ocurrirá esa noche? ¿Tendrá Dionisio la vida dirigida, aburrida y planeada que quieren para él , su novia y su futuro suegro Don Sacramento ( la niña esta muyyyy triste ) y que él mismo anhela?. 
De la mano de un maravilloso texto, precursor del teatro del absurdo que cultivó en Europa figuras como Ionesco o Samuel Beckett, Miguel Mihura nos traslada a través de una habitación de hotel a situaciones divertidas, originales, grotescas a veces, absurdas, frescas, mágicas… y que nos llevan a rincones de pensamiento atemporales y totalmente contemporáneos. 
De la mano del teléfono, ¡ Todo un lujo a su alcance ! Natalia Menéndez, su directora, comentaba en una entrevista que esta obra es atemporal, y que tendrá vigor durante muchos años. Una realidad. Lo que nos plantea la obra es la capacidad de elección, inesperada a veces, otras veces no. La vida consiste en tomar decisiones, en elegir caminos, que a veces se salen de lo esperado. Que nos llevan a hacer malabarismos con tres sombreros de copa. Y en esos momentos, ¿ qué hacemos ?, ¿ podemos realmente elegir ? ¿ qué parámetros tomamos para ir por aquí, por allá o quedarnos en el mismo lugar ? .
Quería también hacer un homenaje a su padre, el gran Juanjo Menéndez, que debutó con esta obra en el papel principal de Dionisio, El gran malabarista Antonini. Mujeres barbudas, negros que siempre han sido negros, cazadores de conejos, bailarinas, el señor más rico de la provincia, Don Sacramento, y Paula, como no . Paula nos trasladan en una noche disparatada al mágico Shakespeare, y a otro sueño de una noche de verano. Con una dirección acertada, realizada también con el corazón, Natalia Menéndez nos lleva a un laberinto mágico musical, a un carrusel de idas y venidas, de ángeles y demonios, de risas y llantos hasta el amanecer.
El sol marcará la decisión, la calma y el reposo. El amplio reparto de la compañía trasmite verdad y frescura desde el primer momento, desde la primera escena de Don Rosario hasta los malabarismos imposibles de Paula. Los personajes están bien definidos, son dinámicos y divertidos. El negro vive de cualquier manera, ser rico es algo que es muy bueno, las medallas son lo más. Y Paula, Paula, está triste. A pesar de todo, de ese envoltorio luminoso y desenfrenado, está triste. Mención especial nos merece la pareja protagonista : Dionisio y Paula. Paula y Dionisio. Dos personajes que se encuentran y que nos ofrecen una evolución, un cambio en sus actitudes , ( cada uno quiere lo que no tiene ) y cuando están a punto de conseguirlo… amanece. 
Ese juego infantil que tienen lo comparten con el espectador haciendo con nosotros figuras de arena en la playa. Un bohemio y una bailarina. Hermoso coctel. Y entre parodias a Napoleón, sombreros de copa blancos también, patatas en los bolsillos para ser decentes, bodas que se producen porque todos se casan siempre, bailes, máscaras, caretas que esconden los verdaderos sentimientos, frivolidad escondida tras la tristeza, que busca también la comodidad, lo anodino, van pasando las horas, los sueños, la vida. Y algo de eso nos queda. 
Todo ese absurdo también se traslada a lo absurdo de estas lineas, sin proa ni popa , sin orden ni concierto. Vayan, vayan al Guerrrero, y se enterarán mejor. El absurdo en el fondo no es tan absurdo. Solo hay que escarbar un poquito para entender lo que este señor adelantado a sus tiempos y a su realidad, nos quiso transmitir. Y todo por hacer malabares con tres sombreros de copa. HOP.

             

Teatro: María Guerrero
Dirección: Calle de Tamayo y Baus, 4
Fechas: Del viernes 17 de mayo al domingo 7 de julio de 2019
Encuentro con el equipo artístico: jueves 13 de junio
Touch tour / visita táctil (actividad dirigida a personas con discapacidad visual): jueves 6 de junio a las 17:30 h.(imprescindible reserva previa enviando un correo a comunicacion@aptent.es antes del 4 de junio)
Entradas: Desde 3€ en Entradas inaem

         

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