Éxito de crítica y
público, el boca a boca hizo lo propio y Mammón ha tenido entradas agotadas en
cada una de las funciones que se ha representado. Después de ir a disfrutarla,
ahora lo entiendo todo.
Original,
divertida, frenética, trepidante, diálogos en los que nada sobra y nada parece
faltar. Una completa vorágine, una
absoluta paranoia en la que puedes creerte todo o nada al mismo tiempo. Yo aun
hoy, dudo si Nao Albet y Marcel Borràs tuvieron la osadía de irse a Las Vegas a
jugarse el dinero público por un sueño.
Nao
Albet y Marcel Borràs se representan a ellos mismos en Mammón, pero son a su
vez autores y directores de este dislate con sentido. ¿Cómo lo han hecho? ¡Yo que sé! o son unos genios o se les ha ido la olla por
completo y han creado esta genialidad llevada a escena de la mano de un elenco que aceptó el reto y ha
entendido a la perfección la propuesta. Un engranaje perfecto, desde la
seriedad del que construye un montaje que se sale de toda norma y
encorsetamiento. Atreverse a jugar, teatralmente hablando y a apostarlo todo a
una ficha es lo que han hecho. Y sin duda, les ha salido una apuesta redonda.
Irene
Escolar y Ricardo Gómez serán los primeros en salir a escena y nos explicarán los
motivos de porque esta obra de teatro documental no será representada. A ambos
actores les habían confirmado su participación en la obra hacía unos meses,
pero los directores no respondían a los mensajes ni las llamadas... ¡ Coño !
Estaban en Las Vegas jugándose la pasta del proyecto.
Necesitan
ciento veinte mil euros y solo disponen de cuarenta mil y no se les ocurre otra
idea que jugarse el dinero en los casinos de Las Vegas para triplicarlo y poder
cumplir así con lo que ya se había convertido en una obsesión para ambos.
Comienza
aquí un entrelazado de géneros teatrales y nos venía a la cabeza música, películas
ya vistas entre peyote, coca e imágenes en una gran pantalla, que nos situaban
en los lugares mas sórdidos de Las Vegas. El público ya era parte de la jugada, y tanto
que lo era, solo faltaba que el público participase en la mesa de cartas y pudimos participar jugando al Black Jack.
Se
lo contamos:
La historia se sitúa cerca de la antigua
Khalpe (el actual Alepo), en el centro de un valle lleno de cuevas rebosantes
de piedras preciosas. Allí, dos familias conviven en armonía pero con la
llegada de un hombre misterioso la paz se ve alterada y aparecen odios y
rencores entre los herederos de cada familia. A partir de aquí Marcel Borràs se
obsesiona con el mito de Mammón y decide volver a Barcelona para contarle a su
compañero Nao Albet el proyecto que tiene en mente. Albet será desde ese
momento cómplice y parte del nuevo proyecto.
No
hay palabras para definir la interpretación de Irene Escolar, que se está convirtiendo en un
camaleón en escena, los cambios de registro a ritmo desenfrenado, suponen un
imponente trabajo por parte de la
actriz, dejarse la piel ya es poco para describirla. En el papel de Crystal, convertida
en la musa de los directores está espectacular, no imaginamos las horas de ensaño en la barra de Pole dance, pero más aún en el papel de la mujer
china que reparte suerte en el casino, su talento se lo pone fácil al resto de
compañeros de elenco a los que da herramientas de sobra para lo que fue un
desbordante juego teatral. Ricardo Gómez sobresale en sincronía con su
compañera de elenco exultante y enérgico, ya fuera como botones de hotel o como
aquel chicano chulesco que tanto nos hizo reír. Pero más aun tenían otra sorpresa
preparada un último personaje cómplice, de aquellos que ya están de vuelta de todo,
el gran Manel Sans interpretando a Dylan Bravo, personaje peculiar donde los
haya, que enseñó parte de lo que sabía a los desquiciados directores que
andaban ya desbordados y perdidos de tanto alcohol y horas de juego.
Impecable
trabajo de José Novoa en el trabajo de vestuario y escenografía, situándonos
perfectamente en todos y cada uno de los espacios desde Alepo, a los propios Teatros
del Canal y los casinos, baretos y hoteles de Las Vegas, junto al trabajo de
iluminación de la mano de Adrià Pinar e Igor Pinto en espacio sonoro, sin
olvidar la realización del documental por parte de Guillermo A. Chai
¿Ganarían la partida? ¿Conseguirían los ciento veinte mil euros que fueron buscando?. Lo que está claro que sí han conseguido es a un público en pie, para aplaudir el trabajo de todo un equipo que ha creado un diamante en escena, una genialidad en el estado mas puro y literal de la palabra.
Recomendable es poco, en cuanto vean que queda una entrada y quiten el cartel de agotadas. No se lo piensen, esa entrada tiene que ser suya.
Dirección: Calle Cea Bermúdez 1
Fechas: Hasta el 26 de enero
Entradas: Desde 16€ en teatroscanal. Todas las entradas agotadas para esta obra.
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