Los amigos de siempre, las
anécdotas , los viajes y las risas que un día se tornan en recuerdos y en
quedadas que nunca suceden porque todo el mundo está siempre muy ocupado. Las rutinas que al final acaban distanciándonos de la gente de siempre, de esas pequeñas cosas que son las que de verdad merecen la pena.
En ese grupo de amigos
siempre, la más melancólica, que viene a pensar a menudo, en que momento cambio
todo y por qué motivo cambió si todo estaba bien así. Aquel o aquella que daría
todo por volver por un momento a vivir lo que ya no siente hace años y que a los
demás parece no importarles.
Esperamos una llamada
para preguntarnos ¿Qué tal estas?, esa que nunca llega, pero tampoco llamamos
nosotros para hacer exactamente la misma pregunta y puede que ser que la otra
persona este hundido, pero siempre "cómo estoy yo" pareciera mas importante.
A todo este entramado tan
interesante y tan humano, le da sentido Patricia Córdoba Rojo, la dramaturga
presenta una propuesta inteligente y tan cercana que pudiera ser la experiencia
de cualquiera de nosotros, ha sabido conjugar una comedia costumbrista con un tono puramente existencial, tocando el thriller, que llega al espectador en forma de verdad
y vida, un texto actual, con un lenguaje coloquial y cercano en el que
pareciera haber contado su propia experiencia que en definitiva es la de todo
el patio de butacas.
Diego Corral- Espinosa
dirige una puesta en escena compleja, ya que las cosas mas cotidianas, las que
todos sentimos; la soledad, la necesidad de compañía, el cariño que no se
demuestra es lo mas difícil en el hecho teatral, en definitiva ha sabido
transmitir verdad de la cotidianeidad.
Se lo contamos:
“Seis amigos, o mejor dicho cinco, son citados en un sótano por alguien
cercano que ha organizado una fiesta para darles una importante noticia. Pero
nada es lo que parece… No hay fiesta. Nadie más vendrá. Solo hay una forma de
salir de allí: un juego al que tendrán que jugar quieran o no. Los seis amigos
se enfrentarán a sus secretos, a sus verdades, a sí mismos. ¿Estaban tan unidos
como pensaban?”.
Un elenco en el que
destaca su energía en escena, diferentes roles, diferentes personalidades, estilos fuertemente marcados y bien interpretados, perfecta dicción en cada uno
de los actores en diálogos y soliloquios, donde el público será testigo de las
confesiones y los pensamientos mas íntimos de cada uno de los amigos.
Ese anfitrión que nunca
llega y un sótano que con la llegada de los seis amigos es imposible abrir
serán el inicio de una trama en la que mediante un juego, uno de ellos no podrá
salir con vida. Un hilarante Miguel Rascón en el papel de Nico dotará a la obra
de grandes dosis de humor, fantástica interpretación por parte del actor en
cada una de sus intervenciones en un certero compañerismo a su entrada con Ana
interpretada por Marian Arahuetes, una chica sencilla que únicamente quiere
sentirse acompañada y que sus amigas no la dejen de lado, dejando incluso de
ser ella misma para conseguirlo.
Con Elena González en el
papel de Celia veremos a esa chica aparentemente segura de sí misma, que ha
conseguido un buen trabajo, tiene un novio que la quiere, pero nada es
suficiente, junto a ella
Gustavo Rojo en el papel de Joan, amigos de
sus amigos, preocupado por su novia, por los demás, descubriremos si alguien o
él mismo se preocupa por él. Completan un maravilloso elenco Héctor González en
el papel de Eva un bohemio, vividor, libre pero que también necesita cercanía,
cariño y que alguien se interese a veces por cómo se siente y Patricia Córdoba
como Mar, la actriz interpreta la amistad, la melancolía, un hilo conductor de
la obra mas que un personaje.
La escenografía y el
espacio lumínico se resuelve de un modo plausible con el trabajo de Isabel de
Valdenebro, Simón Mercado, Lorena Rubiano una mesa movible que dará muchísimo
juego de niveles y espacios a lo largo de la función, al igual que generar la
intensidad de un sótano con los elementos en una acertada propuesta de iluminación
donde han sabido iluminar los sentimientos y confesiones.
Pero veremos como nada es
lo que parece y los cimientos mas sólidos, pueden tambalearse si nos atrevemos a
ser sinceros con nosotros mismos.
¿Llegará el anfitrión?
¿Podrán salir del sótano? ¿Alguno de ellos morirá? Para resolver todas estas preguntas, vayan
los sábados a Nave 73 a descubrirlo por ustedes mismos.
Una obra con aforo completo
cada fin de semana con la que se reirán y sentirán identificados a partes
iguales.
Tabú
Teatro: Teatro Nave 73
Dirección: Calle Palos de la Frontera 5.
Fechas: Sábado 7, 14, 21 y 29 –
Marzo
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