Tabú en Nave 73

Los amigos de siempre, las anécdotas , los viajes y las risas que un día se tornan en recuerdos y en quedadas que nunca suceden porque todo el mundo está siempre muy ocupado. Las rutinas que al final acaban distanciándonos de la gente de siempre, de esas pequeñas cosas que son las que de verdad merecen la pena.

En ese grupo de amigos siempre, la más melancólica, que viene a pensar a menudo, en que momento cambio todo y por qué motivo cambió si todo estaba bien así. Aquel o aquella que daría todo por volver por un momento a vivir lo que ya no siente hace años y que a los demás parece no importarles.


Yo quizá sea una de ellas y por eso esta obra ha hecho que pueda mirarme en un espejo, desde fuera y entender que ningún amigo tiene una vida tan interesante que no pueda compaginar con vernos de vez en cuando, que no vernos no significa que no nos  queramos sino mas bien que todos estamos llenos de carencias y miedos que vamos solventando con la rapidez de esta frenética ciudad y con la rutina del día a día. 
Esperamos una llamada para preguntarnos ¿Qué tal estas?, esa que nunca llega, pero tampoco llamamos nosotros para hacer exactamente la misma pregunta y puede que ser que la otra persona este hundido, pero siempre  "cómo estoy yo" pareciera mas importante.

A todo este entramado tan interesante y tan humano, le da sentido Patricia Córdoba Rojo, la dramaturga presenta una propuesta inteligente y tan cercana que pudiera ser la experiencia de cualquiera de nosotros, ha sabido conjugar una comedia costumbrista con un tono puramente existencial, tocando el thriller, que llega al espectador en forma de verdad y vida, un texto actual, con un lenguaje coloquial y cercano en el que pareciera haber contado su propia experiencia que en definitiva es la de todo el patio de butacas. 

Diego Corral- Espinosa dirige una puesta en escena compleja, ya que las cosas mas cotidianas, las que todos sentimos; la soledad, la necesidad de compañía, el cariño que no se demuestra es lo mas difícil en el hecho teatral, en definitiva ha sabido transmitir verdad de la cotidianeidad.

Se lo contamos:
“Seis amigos, o mejor dicho cinco,  son citados en un sótano por alguien cercano que ha organizado una fiesta para darles una importante noticia. Pero nada es lo que parece… No hay fiesta. Nadie más vendrá. Solo hay una forma de salir de allí: un juego al que tendrán que jugar quieran o no. Los seis amigos se enfrentarán a sus secretos, a sus verdades, a sí mismos. ¿Estaban tan unidos como pensaban?”.

Un elenco en el que destaca su energía en escena, diferentes roles, diferentes personalidades, estilos fuertemente marcados y bien interpretados, perfecta dicción en cada uno de los actores en diálogos y soliloquios, donde el público será testigo de las confesiones y los pensamientos mas íntimos de cada uno de los amigos. 
Ese anfitrión que nunca llega y un sótano que con la llegada de los seis amigos es imposible abrir serán el inicio de una trama en la que mediante un juego, uno de ellos no podrá salir con vida. Un hilarante Miguel Rascón en el papel de Nico dotará a la obra de grandes dosis de humor, fantástica interpretación por parte del actor en cada una de sus intervenciones en un certero compañerismo a su entrada con Ana interpretada por Marian Arahuetes, una chica sencilla que únicamente quiere sentirse acompañada y que sus amigas no la dejen de lado, dejando incluso de ser ella misma para conseguirlo.  
Con Elena González en el papel de Celia veremos a esa chica aparentemente segura de sí misma, que ha conseguido un buen trabajo, tiene un novio que la quiere, pero nada es suficiente, junto a ella
 Gustavo Rojo en el papel de Joan, amigos de sus amigos, preocupado por su novia, por los demás, descubriremos si alguien o él mismo se preocupa por él. Completan un maravilloso elenco Héctor González en el papel de Eva un bohemio, vividor, libre pero que también necesita cercanía, cariño y que alguien se interese a veces por cómo se siente y Patricia Córdoba como Mar, la actriz interpreta la amistad, la melancolía, un hilo conductor de la obra mas que un personaje. 
La escenografía y el espacio lumínico se resuelve de un modo plausible con el trabajo de Isabel de Valdenebro, Simón Mercado, Lorena Rubiano una mesa movible que dará muchísimo juego de niveles y espacios a lo largo de la función, al igual que generar la intensidad de un sótano con los elementos en una acertada propuesta de iluminación donde han sabido iluminar los sentimientos y confesiones.  

Pero veremos como nada es lo que parece y los cimientos mas sólidos, pueden tambalearse si nos atrevemos a ser sinceros con nosotros mismos.

¿Llegará el anfitrión? ¿Podrán salir del sótano? ¿Alguno de ellos morirá?  Para resolver todas estas preguntas, vayan los sábados a Nave 73 a descubrirlo por ustedes mismos.

Una obra con aforo completo cada fin de semana con la que se reirán y sentirán identificados a partes iguales. 

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Tabú
Teatro: Teatro Nave 73
Dirección: Calle Palos de la Frontera 5.
Fechas: Sábado 7, 14, 21 y 29 – Marzo
Entradas: Desde 12€ en Nave73atrapalo. Hasta el 29 de Marzo.

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