No por necesario está de más hablar de feminismo, y justo por eso, por lo torpes que somos, es tan imprescindible hablar de ello y acudir a ver este interesante montaje. Porque si queremos avanzar como sociedad, ser mejores personas y avanzar hacia un mundo más justo, debemos hablar de feminismo, tirar por la borda todos los cimientos de nuestra educación y asentar las bases de un mundo nuevo, en el que la igualdad sea real, en el que el respeto por el prójimo sea inherente al ser humano, en el que el género no te de más privilegios ni derechos, como viene ocurriendo hasta nuestros días. Hablemos, torpes ignorantes, de feminismo, aprendamos de las mujeres, desterremos lo aprendido de un patriarcado casposo y lapidario, creemos el mundo nuevo sobre la base del feminismo.
La obra se estructura en varias partes, comienza con un merecido homenaje al gran Miguel Gila, “Hola ¿ está el patriarcado?. Que se ponga”. A continuación vienen las noticias de actualidad para seguir con el monólogo en sentido puro y las actuaciones que a modo de ejemplo nos muestran cuan presente está el machismo en nuestro día a día, hasta en las cosas más pequeñas y en las situaciones más cotidianas. Un interesante collage que nos muestra bien a las claras lo necesario de este montaje.
A partir de escenas del día a día regadas con humor e ironía se muestran de modo crítico todos los aspectos relacionados con el feminismo, el patriarcado, la negación de la violencia de género, el modo y la posición en que los hombres están en la vida, los grandes logros del movimiento feminista, los estereotipos en que la sociedad encorseta a las mujeres (que deben hacer, como deben vestir...), mucho que aprender, mucho que cambiar.
Pero Feminismo para torpes no es un monólogo rígido y estricto, al contrario cada espectáculo va cambiando para adaptarse al día a día. Suponen pequeñas dosis, viene a ser una herramienta esencial para hacer frente a una vida y a un mundo muy mal repartido y pero organizado. Y por desgracia es un montaje que va adaptándose a la actualidad, porque por "sorprendente que parezca" (léase entre líneas la dolorosa ironía) cada día podemos ver miles de ejemplos del machismo sistémico que inunda nuestra sociedad.
Viene a ser la conjunción de un monólogo, una obra de teatro, incluso una terapia personal que no sólo nos muestra y sensibiliza si no que nos da las armas para empujar en esta lucha que es la lucha de todas. Una interesante creación para ayudar a empoderarnos, a sentar las bases sobre las que comencemos un nuevo camino, en el que derrumbemos todos esos clichés establecidos que tanto daño nos hacen como sociedad que intenta avanzar hacia una igualdad real.
En “homenaje” a lo más granado del rancio machismo patrio, van desfilando Cayetana, Gallardón, Bertín Osborne, Macarena Olona, Jiménez Losantos, Perez-Reverte…. claro ejemplo de como está el nivel de nuestro país, en el que "ilustres" personalidades pueden decir barbaridades que nos deberían hacer sonrojar y plantearnos muchas cosas.
Nerea Pérez de las Heras es autora del libro "Feminismo para torpes", en el que se basa el monólogo del mismo nombre. Nerea es periodista y humorista. Ha trabajado en medios tan dispares como El País, SModa, Mujer Hoy, Vogue, Esquire, Marie Claire o Glamour. Una dilatada carrera que ha ido orientando cada vez más hacia la divulgación (tan necesaria) del feminismo. Actualmente, a raíz de la publicación del libro, publica vídeos de temática feminista en El País, y colabora en el programa de Movistar + "Las que faltaban".
Escribió Feminismo para torpes con la intención de que fuera una performance a medio camino entre el monólogo de humor y la conferencia divulgativa. Como indicó en una reciente entrevista "Empecé a utilizar el humor porque era un lenguaje en el que yo me manejaba mejor, que me salía natural". Podemos añadir que también es una herramienta con la que es más fácil llegar al público, con el que la gente no se siente tan "agredida", con el que poder decir verdades como puños de una forma más directa, pero que al "disfrazarlas" de comedia entran mejor, se entienden mejor, aunque luego queda en la responsabilidad de cada uno saber diferenciar y quedarse con todo el mensaje que transmite.
Explica como "a través de la risa el público se muestra receptivo y permite que entren conceptos y pensamientos que luego se quedan ahí, rebotando en la conciencia". Aunque marca su propio límite y no es otro que la violencia machista: "Hay cosas con las que no hago chistes porque no se puede, por ejemplo, la violencia de género y los feminicidios". Con los límites bien marcados, las ideas claras y la lengua afilada, con sus textos nos ayuda a comprender un poco mejor todo aquello que cierto sector de la sociedad sigue viendo como normal, cuando estamos ante aberraciones e injusticias clamorosas.
Acompañan a Nerea, Laura Jabois actriz y directora teatral que ha participado en montajes como "Flores para Guillermina", "Los Críticos", "El jardín de la delicias" como actriz y en "Amores Perros" como directora. Junto a ellas, Luis Miguel Ríos Herrera actor y docente. Ha participado en montajes como "Por los pelos", "Amores Rotos", "Homo Amans". Ambos ayudan a crear todos los personajes que transitan las escenas, a cimentar los argumentos de Nerea, para conseguir un resultado compacto, lleno de fuerza y verdad.
En este tipo de montajes es mucho más importante lo que se cuenta que la manera en la que se hace. Por ello la parte técnica se ve relegada a un segundo plano. La escenografía es sencilla, porque no necesita más con el complemento de una pantalla donde se muestran imágenes y videos de opiniones e intervenciones públicas. Un simple apoyo para mostrarnos ejemplos reales de lo que nos cuentan los actores, porque a veces una imagen es más impactante, sobre todo cuando se trata de personas que son "supuestamente" inteligentes. El ver las declaraciones de ciertos personajes no hace más que corroborar lo que este montaje explica, para lo que fue creado, que el machismo sigue enquistado en nuestra sociedad, y que nosotros, torpes educados en esta sociedad, tenemos mucho que aprender.
Y por todo ello, es tan necesario este montaje (al igual que lo son otros de tanto calado como "No solo duelen los golpes") y debería ser programado en institutos y colegios, porque el feminismo debe ser una de las bases de nuestra educación, porque crecer en la desigualdad nos hace peores como sociedad. En definitiva una obra necesaria para hacer un mundo mejor y más justo. VOLVAMOS A LOS TEATROS. LA CULTURA ES SEGURA.
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