La historia dista mucho de como nos la han contado. Siempre hay diferentes versiones de los hechos y en este montaje nos darán una visión muy particular (y si, bastante surrealista) de determinados personajes. Con mucho humor ácido y corrosivo, esta delirante comedia nos hablará del poder mal gestionado, de los egos y de las luchas por gobernar, pero sobre todo nos deslumbrará con su hilarante ritmo y su estética colorida. Una pieza llena de momentos vibrantes y brillantes, que nos dejará muchos temas en la cabeza sobre los que reflexionar.
Esta original pieza está cargada de humor, de canciones, de mala uva. Es un irreverente cuento para adultos, a modo de musical, en el que se nos plantean hechos históricos contados por sus propios protagonistas de una forma "algo subjetiva". Ingeniosa y delirante, mezcla con destreza la historia con la ficción, de forma que unión de ambas llegan a desdibujarse. Quizás tenga que ver que algunos pasajes de la historia son más surrealistas que muchos relatos inventados. Con la música como elemento hipnotizador y relajante, el montaje nos muestra una serie de periodos oscuros contados de la forma más gamberra.
La compañía Proyecto Barroco es la creadora de esta peculiar obra, que nos atrapa desde el primer momento con su vistosidad y su ritmo. Tras el éxito de la fantástica "Un musical barroco", la compañía dirigida por María Herrero (con Laura Garmo como ayudante de dirección)vuelve a cimentar su nueva obra en los mismos mimbres que su predecesora: mucho ritmo, grandes momentos musicales, unos personajes esperpénticos y una historia cercana a los clásicos pero plagada de actualidad en los temas que aborda. Conocidos por su particular visión de tratar los textos clásicos, nos proponen un acercamiento a través de la música, de la risa, de un cuidado trabajo de elenco en el que todo está medido a la perfección. Todos los elogios recibidos por su primer montaje se confirman con esta surrealista historia, en la que enfatizan todo que apuntaban en su predecesor y liman las pequeñas cosas en las que flojeaban. La historia contada de forma directa, genuina, sin pasar por "el filtro" de los historiadores, plasmada con la irreverencia de quien sabe llegar al público de forma directa.
En palabras de la propia directora "en este segundo montaje, la compañía quiere seguir con la línea de investigación iniciada con el anterior espectáculo. Esta vez nos centramos en estudiar y musicar textos medievales y renacentistas y caminamos un paso más dando cuerpo a algunos personajes históricos que han despertado en nosotros un interés indescriptible, bien por sus biografías o por lo que podíamos aprender y contar a través de ellos".
La obra se apoya en los textos musicalizados de Dante, Tetrarca y diversos trovadores para crear una pieza basada en lo físico, en la plasticidad del grupo trabajando como elenco, en lo gestual. Una decisión que encaja a la perfección con unos personajes pintorescos, que basan parte de su identidad en su excentricidad, tanto física como vocal. Cada escena nos deja momentos de gran belleza plástica, muy acorde con los personajes salidos de un cuadro y que se relacionan como lo hacían en otro tiempo. La disección de cada uno de los personajes es brillante, como cada uno cuenta "su historia" mientras el resto de sus compinches se la boicotean. La historia, narrada desde una perspectiva contemporánea, por unos personajes absolutamente anacrónicos que siguen fieles a las barbaridades que hicieron en el pasado.
¿Qué hubiera sucedido si Leonor de Aquitania hubiera leído a Freud? ¿Y si Enrique VIII se viera obligado a vivir en democracia? ¿Qué pensaría el primer trovador de la historia si escuchase a Elvis? Estas son algunas de las preguntas que se ha planteado la compañía a la hora de configurar este montaje, a mitad de camino entre la distopía y la realidad paralela de lo que podría ser la vuelta de estos personajes a una sociedad como la actual. Desde el humor más absurdo e irreverente, el texto nos plantea algunos de los temas que han sido tan controvertidos a lo largo de la historia, como puede ser el uso desmesurado del poder por parte de la realeza o su "idea" de justicia.
Ese reencuentro entre Kralisse, una chica musulmana, con estos personajes pictóricos venidos del medievo y el Renacimiento, nos muestra bien a las claras muchos de los temas que han azotado a la Humanidad durante los distintos períodos de la Historia, con principal hincapié en la importancia de la Iglesia en el devenir de los acontecimientos. La realidad y la ficción mezcladas con ingenio, en un arte en el que la compañía se desenvuelve con maestría. Cimentado en el humor físico y gestual (y con un gran peso de la parte musical), la obra analiza "la importancia de lo que dejamos a las generaciones venideras, del sentido de permanencia o el peso de la cultura y la sociedad en la identidad del individuo. Un espectáculo que reflexiona sobre el poder y la historia, que nos ayudará a conocer nuestro pasado, para ser más libres en el presente y tomar decisiones para un futuro mejor".
La historia nos presenta a Kralisse, una joven musulmana que se traslada a la casa de la pintora surrealista Remedios Varo (lugar donde trabaja) tras su fallecimiento, para cuidar la casa hasta que se sepa con certera que se hará con ella. Una noche en la que no puede conciliar el sueño baja al sótano de la casa, donde encontrará un cuadro muy especial. Su sorpresa es máxima cuando al despertarse en el sótano descubre que las figuras del cuadro han cobrado vida mágicamente. Del cuadro de Remedios salen unos pictóricos personajes que resultan ser reyes y reinas de la Edad Media y del Renacimiento.
De esta forma, la chica (y nosotros como público) iremos descubriendo las "hazañas" de nobles como Leonor y Guillermo de Aquitania, Enrique II, Matilde de Inglaterra, Catalina de Aragón y Enrique VIII. Todos ellos intentan establecer una extraña relación con la joven, que lejos de alegrarse por este extraño encuentro sólo quiere irse a su casa. La joven intenta escapar, pero los nobles deciden tomarla como rehén para poder conseguir su propósito. Estos peculiares personajes intentarán diferentes estrategias para conseguir la amistad de la chica, pero sus métodos están un poco "pasados de moda", por lo que resulta arduo complicado acercarse a la chica, partiendo de que no ayuda el hecho de que la tengan secuestrada....
Es muy ingeniosa la forma en la que nos plantean los distintos temas, apoyados en el contexto histórico que vivieron cada uno de los personajes y el conflicto con el origen musulmán de Kralisse. La relación entre Catalina de Aragón y la chica es oro puro, un contundente alegato sobre la Iglesia y la xenofobia. También es muy interesante cómo la joven pone a cada personaje (y a nosotros como público) en su sitio a la hora de valorar los méritos de sus antepasados. Poco a poco irán acercando posturas, no sin grandes fracasos. Pero el final no será el esperado para ninguno de ellos. Parece que algunos tenían muy idolatrado aquello que perseguían, y la realidad puede ser mucho más cruda. Interesante y velada crítica a lo que hemos sido, tamizado por una pátina de comedia que lo potencia todo.
El elenco que forma la compañía Proyecto Barroco es, sin lugar a dudas, uno de los puntos fuertes de sus montajes. La compenetración de todos ellos, la precisión con la que actúan como elenco, hace que todo fluya de manera espectacular. El reparto en esta ocasión está formado por Víctor Antona (impecable como Enrique VIII), Arantxa Garrástazul (una soberbia Catalina de Aragón), Esther Acevedo (divertidísima en su papel de Matilde de Inglaterra), Aitor de Kintana ( polivalente dando vida a Guillermo de Aquitania), Ana Crouseilles (una ácida Leonor de Aquitania), Eduardo Gutiérrez (un tierno Enrique II) y Amaranta Munana (en el papel de Kralisse). Un trabajo impecable con un estilo muy particular, nada naturalista, en el que los personajes se acercan más a sus recreaciones pictóricas (por sus personalidades tan histriónicas y sus gestos pomposos) que a los personajes reales, algo que potencia tremendamente la obra.
Y junto a ellos en escena tenemos a María Herrero tocando a los teclados todas las partituras de la función. Herrero ha sido la encargada de crear el espacio sonoro y de toda la composición musical, que se convierte en uno de los pilares sobre los que se asienta todo el montaje. Hay que destacar el espacio escénico diseñado por la compañía, que desde la sencillez nos regala momentos visualmente poderosos. La entrada y la salida de los nobles a la escena es brillante. Como ocurriera en su anterior trabajo, se decantan por una escenografía muy minimalista pero muy contundente. Pero si algo hay que destacar de la propuesta son los vestidos diseñados por Matías Zanotti. Inspirados en los cuadros reales de Remedios Varo, son verdaderas piezas de museo (como puede observarse en las imágenes de este artículo). Por último debemos hablar del diseño de iluminación de Marta Martí, que consigue dar a cada parte de la obra la tonalidad necesaria para meternos de lleno en cada uno de los relatos que se cuentan.
En definitiva, estamos ante el montaje de consagración de esta compañía, tras el éxito de su primer montaje. Con las ideas muy claras y unos mimbres excelentes, consiguen que revisemos los clásicos con otros ojos. Su humor y su forma de actuar está muy bien definida, tienen claro lo que quieren hacer y el modo en el que deben hacerlo. Y la verdad es que les sale que "ni pintado". Esperemos que pronto podamos verlos por Madrid, ya que es un montaje que hará las delicias de todo el que vaya a verlo. VOLVAMOS A LOS TEATROS. LA CULTURA ES SEGURA.
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Teatro: Corral de Comedias
Dirección: Plaza de Cervantes 15. Alcalá de Henares.
Fechas: Del 16 y 17 de Abril. Viernes y Sábado a las 19:30.
Entradas: Desde 14€ en corraldealcala.
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