¿Un enemigo, incluso tras su muerte, jamás se convierte en un amigo?.
Antígona debe enfrentarse al dilema más importante de su vida; dejar insepulto el cadáver de su hermano y vivir muerta en vida presa de la culpa, o anteponer su propia ley y enterrar a Polínices, aun a sabiendas de que eso conllevará su propia muerte.
Sófocles fue un poeta clásico
griego. Con una gran pformación en música y danza, participó activamente de la
política de Atenas. Autor de obras tan conocidas como Edipo Rey o Antígona,
situándose junto con Eurípides y Esquilo, entre las figuras más
destacadas de la tragedia griega. De toda su producción literaria sólo se
conservan siete tragedias completas que son de importancia capital para este
género. Fue a su vez un teórico de las artes escénicas de su tiempo,
escribiendo un tratado sobre la importancia del coro en la escena, se le
atribuye el aumento de dos a tres en el número de actores sobre la escena,
introdujo la escenografía y fundó el llamado Tíaso de las musas, donde
rendía culto a las musas y se debatía sobre arte.
Como indicaba una de sus obras más conocidas y
representadas es Antigona.
Polinices y Eteocles que murieron en una batalla
entre ambos por el trono de Tebas.
Antígona hermana de ambos se lamenta junto a otra
de sus hermanas Ismene de la muerte de sus hermanos.
Creonte, el nuevo rey de Tebas y tío de Antígona,
ha ordenado que no se le dé sepultura a Polinices. De esta forma, su espíritu
vagará por la tierra. Ante esta situación, la protagonista pretende salvaguardar
el deber familiar frente al deber de Estado y, a pesar de las recomendaciones
de Ismene, decide rendirle culto a su hermano y darle sepultura. Pronto, lo
sucedido llega a los oídos del rey. Este decide mandar a capturar al culpable
del hecho, quien pagará por desafiar las leyes del Estado.
Más adelante, la protagonista es capturada cuando
intenta enterrar de nuevo el cuerpo de su hermano. Ante el rey, Antígona
confiesa el “delito” y trata de salvar a Ismene, acusada de cómplice.
Hemón, hijo de Creonte y prometido de Antígona,
intenta por todos los medios el perdón de su padre. Sin embargo, el rey
resuelve enterrar a Antígona viva con suficiente agua y comida para no ser culpable
de su muerte.
Tiresias advierte al rey que el cadáver de
Polinices ha de ser enterrado, ya que los perros lo están devorando y esto
simboliza el malestar de los dioses. También le dice que debe liberar a
Antígona. Creonte lo acusa de engaño y el vidente se enfada y le advierte de la
futura pérdida de su hijo.
Un mensajero entra en palacio para informar de la
muerte de Antígona, cuyo cuerpo colgaba del velo de su boda. También notifica
la muerte de Hegón a su madre, el cual perdió la vida al intentar apuñalar a su
padre tras la muerte de su amada.
La compañía
Bestiario trae una vanguardista
versión bajo el nombre de Antigonía.
Un montaje muy original donde la palabra pasa a un segundo plano en beneficio
de la expresión corporal y la danza.
Con una serie de coreografías tan bien ideadas por Ana Alcázar como representadas por el elenco, nos muestran la idea principal de la obra que no es otra que la dicotomía que nos expresó Sófocles en el texto original. La lucha entre moralidad y divinidad. Cada uno de estos aspectos está representado a la perfección.
Por un lado tenemos a Antígona como símbolo y principal defensora y valedora de las leyes divinas. Su actuación se mueve a la par entre el respeto a los dioses y el amor incondicional a la familia.
Frente a ella encontramos a Creonte que como Rey y hombre de Estado antepone sus obligaciones como político y el buen orden de la ciudad.
El dilema que se nos plantea pues es que debe
prevalcer si la ley de Dios o la d ley de los hombres.
La dirección corre a cargo de Lorena Benito, Antonio Malonda y Víctor Velasco destaca lo redonda
que queda la obra, aportando enorme frescura las coreografías y la
escenografía.
En cuanto al elenco lo forman Patricia Berenguer, Lorena Cervera, Moises Chic, Pablo Ríos, Paula
Susavila y Borja Torres.
Notable el trabajo de todos ellos que les demanda
un enorme esfuerzo físico ya que el ritmo de la obra en general y de ciertas
coreografías es muy intenso. Saliendo muy bien parados en ambos sentidos.
Nos encontramos en definitiva ante una oportunidad de disfrutar de una versión diferente del clásico.
VOLVAMOS A LOS TEATROS. LA CULTURA ES SEGURA.
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Teatro: Sala Bululú.
Dirección: C/ Canarias, 16.
Fechas: Domingos 3, 17, 24 y 31.
A las 20:30h. Octubre.
Domingos 7, 14, 21 y 28. A las 20:30h.
Noviembre.
Entradas: 10 €. teatro.bululu2120
Ficha artística y técnica
Dirección: Lorena Benito, Antonio Malonda y Víctor Velasco.
Autor y
dramaturgia: Versión del texto de Sófocles.
Intérpretes:
Patricia Berenguer, Lorena Cervera, Moises Chic, Pablo Ríos, Paula Susavila y
Borja Torres
Compañía: Bestiario Teatro.
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