Brujas nos cuenta la historia de distintas mujeres que fueron humilladas, tratadas con desprecio y falta de entendimiento a lo largo de la historia, y de las que aún queda poso en nuestras células. Circe, Clitemnestra, Casandra, Scheherezade, Virginia Woolf entre otras, son algunas de las mujeres que vemos representadas en la pieza y que vivieron en la sombra de la ignorancia y el rechazo. Llamarlas por su nombre y así poder visibilizarlas.
Las brujas, comúnmente llamadas, eran mujeres que sabían de plantas, de ciclos lunares y de constelaciones, de las fuerzas de la naturaleza, y que poseían una gran intuición, y como nos exponen en la obra, hay una bruja en cada una de las mujeres que habitaron y habitan este planeta. Ellas fueron perseguidas, enjuiciadas y en su mayoría castigadas, viviendo así una vida de absoluto destierro que en ocasiones subsanaban agrupándose en la comunidad femenina, haciendo fuerte ese vínculo que hace tan potente a la mujer que se escucha y aprende con sabiduría del entorno y de las cualidades del arquetipo de sabia.
Con un pragmático espacio vacío y un uso del vestuario sencillo y acertado nos ofrecen una serie de imágenes que despiertan nuestro imaginario colectivo. No necesitamos más que un manto negro para crear una soga o un libro, y en este aspecto la pieza se llena de imágenes que evocan un lugar, un espacio, un tiempo histórico, una temperatura.
Creo que es muy importante restaurar la dignidad de lo femenino y esto es un tema que nos compete a toda la sociedad y en especial a las mujeres, que a su vez padecemos la herida de nuestras ancestras.
Tenía mucha curiosidad por ver cuál sería el enfoque de la visión de las mujeres sabias llamadas “brujas” en esta producción, y bajo mi prisma la propuesta se queda algo en la superficie, resaltando más la parte victimista y vengativa de aquellas mujeres, que resaltando sus cualidades de autonomía, poder e inteligencia para cambiar el curso de los acontecimientos. ¿Qué hubiera sido del género femenino si no hubieran existido esas mujeres valientes y rebeldes?
En el elenco: Gema
Fatela , Alba Maquieira, Dani Jota, Javier Balmoral e Iris Prinses, a la que
destaco su trabajo interpretativo. Es gozoso ver a una actriz transitando los
textos, las emociones, y haciéndonos llegar el mensaje, de lo que quieres
contar, bien clarito
“No fueron las brujas
las que ardieron. Eran mujeres.
Mujeres que fueron
vistas como:
Muy bonitas, muy cultas
e inteligentes. Porque tenían agua en el pozo o una hermosa plantación ...
Mujeres que tenían una marca de nacimiento, mujeres que eran muy hábiles con la medicina herbal. O muy altas, muy pelirrojas.
Mujeres que tenían una
fuerte conexión con la naturaleza, mujeres que bailaban, mujeres que cantaban o
cualquier otra cosa mínima. Cualquier mujer corría el riesgo de ser quemada en
el siglo XVII. Incluso fueron arrojadas al agua y si flotaban eran culpables y
ejecutadas. Si se hundían y se ahogaban, eran inocentes. Las mujeres fueron
arrojadas por los acantilados, fueron colocadas en agujeros profundos en el
suelo.
¿Por qué escribo esto?
Porque conocer nuestra
historia es importante cuando estamos construyendo un mundo nuevo. Cuando
estamos haciendo el trabajo de sanación de nuestros linajes y como mujeres. Dar
voz a las mujeres que fueron masacradas, darles reparación y una oportunidad de
paz. No fueron las brujas las que ardieron. Eran mujeres” Anónimo.
RESEÑA ESCRITA POR VERÓNICA MORENO
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Autor
Dramaturgia de Cayetana Martínez
Dirección
Cayetana Martínez
Compañía
Compañía de Teatro Perro
Actores
Iris Prinses
Gema Fatela
Alba Maqueira
Dani Jota
Músico: Miguel Ángel Ferradas
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