Sala Fernando Arrabal B (Nave 11) , sillas antiguas, libros por el suelo y al tomar asiento, ver un decorado en el que perderse, en el que mirar atenta cada detalle y sumergirse en un cuadro antiguo. Venían a la cabeza las ilustraciones de Benjamín Lacombe que te lleva a otros lugares, ecléctico, decadente, sin duda la clase media acomodada se daría cita en escena y durante 90 minutos, nosotros formaríamos parte de su universo.
La compañía Morfeo Teatro, rescata un
texto complejo de Eugéne Ionesco , ácido, inteligente, irónico. Un texto que
nos interpela como individuos en un todo social, de absoluta vigencia y cargado de porvenir, si
entre la risa, somos capaces de sacar conclusiones.
Francisco Negro toma las riendas en la adaptación y dirección de esta pieza, acercándola al público con expresiones, usos y costumbres y rompiendo la cuarta pared con un público que expectante no sabe lo que va a suceder. Una pieza tan cómica que no nos podemos tomar más en serio porque llega directa a cada uno de nosotros, con personajes que en subtexto , nos miran de frente para decirnos ¡ Tu también formas parte, huevo ¡.
“El hombre es el único animal de la creación que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir”, una suerte de charlatanería de palabras unas sobre otras, unas tras otras sin sentido, repitiendo patrones sin pararnos a reflexionar.
Jacobo interpretado por Felipe Santiago es el reflejo de aquél que no es que no quiera escuchar, más bien le sobra el ruido de la palabrería. El poder de unos valores enquistados, de un férreo conservadurismo está también por supuesto en su familia, que le insta a seguir las convenciones sociales, casarse, tener hijos, el típico trabajo en el que jubilarse. En definitiva, ser uno mas entre el rebaño y seguir la pauta social, no salirse del camino marcado, en definitiva de un sistema de producción en el que todo está etiquetado, marcado y cronometrado.
Es tal la insistencia que Jacobo decide, que sí , que se casa pero siempre que sea con la mujer mas fea del mundo, sin saber él , que llegaría, una mujer con tres narices y ante todo con un lenguaje diferente, fuera de encorsetamientos. Juntos encontraran ese tercer lugar en el que encontrarse, en el que poder manifestarse tal y como son, no importan las palabras, son las sensaciones la parte fundamental, aunque nadie lo entienda y que parece suceder únicamente en el teatro, la magia del teatro es lo que tiene. Felipe Santiago y Carolina Bona en el papel de Roberta nos harán disfrutar de un momento de infinita belleza plástica, la dulzura y seguridad de ella, la ingenuidad de él generará un aura especial que sin duda nos lleva de la mano a su mundo.
Mientras tanto risas en un patio de butacas ocupado con los refranes de la abuela interpretada por Santiago Nogués y el cantar inoportuno del abuelo manipulado por Nogués. El suegro y la suegra interpretados por Mamen Godoy, pululando en escena, soltando verdades, inoportunos, grotescos. Con Francisco Negro en el papel de un padre hilarante, con una creación de personaje que lleva a su máxima expresión, en un sardónico cuestionamiento del papel “del hombre de la casa”. La madre interpretada por Mayte Bona quejándose por doquier, al borde continúo del desmayo y la desesperación. Un elenco que se mueve divertido, irreverente y cómodo en escena, cercano al cómic en ocasiones. Un elenco que destila oficio y presencia escénica, con perfecta dicción propia del teatro clásico.
Y mientras tanto, el abuelo sigue cantando, lo mismo todo el rato, y la abuela soltando refranes y verdades como puños entre frases manidas y antiguas como ellas solas. Y la suegra y el suegro y el público tan pronto desternillado de risa como en otras somos niños sin saber que viene ahora. Porque como ven, Morfeo Teatro no deja indiferente y entre tanto sobresalto y vaivén de sensaciones la obra se paso en un santiamén.
Las personas mayores, cuando ya no son productivas, cuando ya no le sirven al sistema, son títeres, meros espectadores en una sala en la que se siguen reproduciendo valores y bondades. Hasta la educación sexual se da cita en escena, porque como verán y si lo piensan nosotros no hemos tenido mucha más, además de confusa y equivocada. Y al final, al final, no les contaremos el devenir de Jacobo y Roberta porque verán una escena, brutal , inteligente y del todo certera, que nos permiten como siempre no les contemos para que ustedes se sorprendan.
Mayte Bona en el trabajo de vestuario y caracterización definiendo a una familia acomodada y conservadora, pulcra y cuidada en el vestir. Regue Fernández Mateos en el trabajo de espacio escénico ha creado un cuadro tan bello que parece una pena que pueda ser desmontado, el aura decadente de la sociedad está también en su trabajo.
Imprescindible José Antonio Tirado “Pachi en iluminación, encargado de llevarnos al salón de una casa y al universo de Jacobo y Roberta.
Tan real que parece absurdo.
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Teatro: Teatro Español
Dirección: Plaza de Santa Ana.
Fechas: Del 23 Diciembre 2022 al 15 Enero 2023
Entradas: Desde 6 € en Teatro Español (Naves del Matadero). Sala Fernando Arrabal B (Nave 11) Martes a domingo / 20h
Duración: 90 minutos.
PROGRAMA DE MANO
Ficha artística
De: Eugène Ionesco
Adaptación y dirección: Francisco Negro
Con Felipe Santiago (Jacobo), Mayte Bona (Madre), Francisco Negro (Padre), Santiago Nogués (Abuelo y Abuela), Mamen Godoy (Suegro y Suegra) y Carolina Bona (Roberta)
Diseño de vestuario y caracterización: Mayte Bona
Diseño de espacio escénico: Regue Fernández Mateos
Diseño de iluminación: José Antonio Tirado “Pachi”
Ayudante de dirección: Patricia Díez-Labín
Una producción de Morfeo Teatro con colaboración con Teatro Principal de Burgos, Teatro Victoria Eugenia de Donostia y Junta de Castilla y León
Teatro de verdad. La escena del caballo en llamas de una especial belleza. Grandes actores. Grandísima obra. Gracias.
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